Quintillizas

13- ¿Nos vemos esta noche?

KATIE:
Cameron en muy dulce conmigo, pero a veces siento que se está pasando de la confianza que le doy, cada vez que lo veo solo intenta besarme, cosa que obviamente me pone incómoda. Como les dije, yo jamás he dado mi primer beso y pareciera que él esta apurado por tenerme en su cama, pero no estoy preparada. Mis hermana dijeron que si me apura él no es para mi. Pero realmente no lo sé, estoy confundida.

Tocó la campaña anunciando el final de la clase y el comienzo del receso para almorzar.

Pero sinceramente, no tenía hambre hoy, así que me quedé quieta en mi silla mirando a la nada, pensando en Cameron y sus actitudes extrañas, a veces tengo miedo de ser muy inocente y que se esté aprovechando de mi solo para tener sexo, pero de eso saben más mis hermanas, por lo que decido que el próximo viernes les contaré esperando algún consejo.

Siento una mano en mi cintura que me hace removerme incomoda, no me gusta que me toquen la cintura, ya que no tengo un estupendo cuerpo, tengo defectos como cualquier otra persona en este mundo.

—Cameron— dije alegre al verlo, olviden lo dicho, Cameron no tiene defectos, él es perfecto.

—Lo siento peque—se disculpo riendo. Que linda sonrisa...

—No es gracioso—dije fingiendo estar enojada, tratando de poner una cara seria, cosa que no logre.

—Si lo es— contestó acercando su cara a la mía.

—No—respondí en un susurro su cara estaba tan cerca a la mía que comencé a olvidarme de como respirar. Él cerro sus ojos y se fue acercando a mi, cuando sus labios rozaron los míos me alejé, no creo que este preparada para dar mi primer beso todavía, si, todas mis hermanas ya dieron su primer beso y yo no eso me hace sentir mal, pero no tan mal como sentirme presionada a hacerlo.

Coloque una mano en su pecho empujándolo levemente. Él quedo totalmente perplejo ante mi acto y me miro a los ojos.

—Lo siento—le dije—no estoy preparada para hacerlo aún—en ese momento me levanté y me fui de allí dejándolo con la boca abierta.

CAMERON:
Katie me parecía muy linda, demasiado inocente para mi gusto pero sí que era hermosa por dentro y por fuera. Mierda. Odio estar haciéndole esto a alguien como ella.

Cuando ella se fue del aula toque mis labios con mis dedos y luego sonreí, fue el roce de labios más excitante y hermoso que he tenido.

Pero no me debía encariñar con la víctima de mi apuesta, de lo contrario no podría terminarla y sólo podía pensar en que mi hermana no podría comer, mi sueldo apenas cubre los gastos del basurero donde vivimos.

Luego de esa escena, que recordaré como el mejor casi beso de la historia, fui directo al trabajo de camarero en un bar de mala muerte, pero con el podía mantener a Sky medianamente, no la llevarían a un orfanato, ya que tengo 18 puedo hacerme cargo.

Al entrar al bar fui a la parte de atrás, me puse mi uniforme que consistía en un delantal negro  a rayas blancas. Salí de allí cruzándome con Caroline, ella y yo teníamos algo antes de que todo esto comenzara, nos acostamos un par de veces aparte de la que le conté a Francisco, me gustaba, pero no teníamos nada, solo era una chica linda con quien me gustaba tener relacione. Sin más.

—Cami— me saludo saltando encima mío como si fuera la última vez que me verá en su vida.

—Caroline, tengo trabajo que hacer—Le dije tranquilamente intentando quitarla de encima mío.

—¿Que? ¿Ahora que estas con la niñita cara de ángel ya no me quieres?— dijo volviéndose brusca de repente. No entendía el porque de sus celos, jamás tuvimos nada más que sexo.