Los santos destinados para la misión partieron a la mañana siguiente, con el único objetivo de encontrar el lugar específico donde se encuentra el cosmos del dios de la guerra, Ares, pasando así cinco días...
-¡Maldición!- exclamo Selenia, quien estaba cansada del viaje, los santos estaban en bosque, descansado, en una bella tarde de verano. -¡¿Dónde se supone que esta Ares?! Estoy harta de dar vueltas...- suspiro. -Aunque, adoro usar ropa normal...- dijo feliz, traía un pantalón de mezclilla acampanado con algunos hoyos y desgastados, blusa de tirantes negra y una camisa de cuello roja, que le queda holgada, a pesar de traer ropas sencillas, porta su máscara. -¿Tú qué piensas Sharon?-
-Tienes razón... la ropa que me dio mi neechan es muy linda...- en sus labios se visualizaba una sonrisa, traía unos pantalones pesqueros de color negro, zapatos tipo escolar negros, una blusa rosa con escote en "V", portando también, su máscara.
-Te ves muy linda...- el santo de piscis se acercó a la peliverde, quien se sonrojó por el comentario. -Sin duda Idalia-kun te dejó adorable...- él está vestido con un pantalón formal de color marrón, camisa blanca de cuello, desfajada, y una corbata roja mal amarrada.
-Aun no entiendo porque Aarón se acerca a Sharon, si desde que llegue al Santuario no deja que nadie se acerque a él, por su sangre envenenada...- pensaba la castaña, mientras veía la situación. -Debe haber algo ahí...-
-¿Qué tanto piensas Selenia?- se acercó un hombre de gran tamaño, quien está vestido de pantalón de vestir color negro, con camisa de cuello blanca, con zapatos elegantes, colocando una de sus grandes manos en la cabeza de la chica, tiene el cabello castaño corto y ojos de color violeta. -Es muy raro en ti...- dice de manera divertida.
-¡Aldebarán! ¡Déjame, me lastimas eres peor que Elliot!!- el mayor se reía.
-Ya eres un santo, debes soportar esto...- intensifico su agarre, sonriendo ladinamente.
-Esperen...- llamó su atención la peliverde. -No estamos solos...- tanto ella como el santo de piscis estaban alertas, hasta que un movimiento en falso, lo hizo actuar, sacando unas rosas rojas.
-Tienes razón...- observan unas sombras moverse. -¡Ahí!- las lanza, dando en su objetivo, dos hombres caen muertos.
-Al parecer Ares fue el que nos ha encontrado...- dijo Selenia, mientras ella y sus compañeros se colocaban sus armaduras. -¡Vamos! Salgan de ahí... sino tienen miedo vengan a atacarnos!- salen varios hombres con máscaras, las cuales cubren totalmente sus rostros, con vestimentas negras y armaduras que cubren lo esencial. -¡Bien! No son lentos...- se preparaba para la batalla. -¡Pero si tontos! ¡¡PEGASUS RAIN OF STAR!!- su ataque derriba a varios soldados, al lado de ella Sharon también atacaba con fiereza.
-¡¡NEBULAR CHAIN!!- con su poderosa cadena derribo a otro puñado, sin embargo éstos seguían levantándose para la batalla, mientras que detrás de ellas, los santos dorados también hacían su parte.
-Estos hombres no se rinden tan fácil... ¡¡GREAT HORN!!- lanzó su poderosa técnica, mientras sus brazos permanecían cruzados en su pecho.
-¡Sharon!- el santo de piscis sintió una poderosa presencia cerca de la peliverde, reaccionando de inmediato, lanza una rosa roja al acechador, quien desaparece de manera misteriosa, después de algunos momentos de ardua batalla, todos los enemigos caen. -Eran demasiados... al parecer buscaban debilitarnos...- declaro el joven y sus compañeros le daban la razón.
-¡Vaya! Aún siguen vivos... no quería ensuciarme con ustedes, pero no tengo remedio...- frente a ellos apareció un joven de posibles 20 años, guapo, de ojos y cabello violeta, piel blanca, porta una túnica blanca, con armadura platino, en sus manos trae una lira. -¡Así que para las bellas damas tocare un réquiem!- exclamo con una mirada maliciosa, mientras se preparaba para el ataque.
-¿Quién eres?- exclamó con enojo la joven castaña mientras se preparaba.
-Selenia, ten cuidado, este hombre tiene un gran cosmos...- advirtió el joven piscis, mientras miraba con desconfianza a su enemigo. -No te precipites...- la joven castaña se tensó por esa declaración.
-Yo soy un Héroe Mítico al servicio de Ares-sama... Orfeo...- sonríe de manera elegante y a la vez diabólica. -Así que prepárense o pueden cooperar y entregarme a Andrómeda...- Sharon retrocedió un paso, asustada.
-¡Maldito!- exclamó con ira Aarón, quien se preparó, dispuesto a defenderla, sacando algunas rosas rojas. -Sharon... quédate a mi lado, si el objetivo de Ares es Sharon, no me quedare tranquilo, fue muy iluso al mandar a una sola persona...- amenazó al Héroe, quien no parecía preocupado por su posición.
-¡Idiota!- respondió. -Yo soy un Héroe Mítico, no un simple humano como tú...- se preparaba para atacar, usando su instrumento. -Pero... no espero que lo entiendas...- sonrió con burla, lo que provocó que Aarón olvidara sus propias palabras y lanzara el primer ataque.
-¡DEMON ROSE!- su enemigo sólo tildo una cuerda, generando una barrera que desvaneció el ataque, lo cual lo dejó sorprendido. -¡¿Qué?!-
-¡Mi turno!- exclamó la castaña mientras preparaba su ataque. -¡¡PEGASUS RAIN OF STAR!!- lanzó de manera imprudente el ataque, sin embargo uno de sus compañeros se preocupó.
-¡Espera Selenia!- gritó Aldebarán al observa que Orfeo contraatacaría.
-¡Aun eres una niña!- señaló el héroe, quien tocó la misma cuerda, generando que la santo quedara suspendida en el aire, ella no pudo evitar sorprenderse. -No puedo creer que tu desciendas de Pegaso...- tocó una cuerda diferente, lo que lanzó a la joven del lado contrario.
-¡Selenia!- exclamó Sharon preocupada, quien se separó de Aarón para ir por su compañera, eso su enemigo lo aprovecho para atraparla, lanzando una cuerda, la que tomó el cuello de la joven, ella exclamó un grito de sorpresa.
-¡¡Sharon!!- gritó Aarón, se lamentaba el haber sido tan descuidado.
-Nadie se mueva o esta niña morirá...- amenazó el héroe, quien ya se hacía victorioso en su misión, sin embargo el santo de Tauro ya se encontraba detrás de él.
-Yo te recomiendo que la dejes... sino morirás destrozado...- advirtió de manera fría.
-¿Crees que puedes detenerme antes de que mate a Andrómeda?- todos menos el santo de Tauro se tensaron por la declaración.
-¡No me retes!- advirtió. -Por lo que entiendo la necesitas con vida, pero eso no es lo importante, yo soy el más rápido de los Santos dorados...- dijo con orgullo, mientras cruzaba sus brazos para lanzar su ataque. -¿Te sientes con suerte?- pese a la amenaza, el enemigo no se mostró nervioso en ningún momento, inclusive, sonríe con cierta burla.
-No lo sé, mejor pregúntale a tus compañeros cómo se sienten...- sin dejar de amenazar a Sharon, comenzó a tocar su melodía, la cual inundaba el ambiente, Selenia se levantó, dispuesta a ayudar a Aldebarán.
-¡No me vencerás con una simple melodía!- sin embargo comenzó a ver borroso. -¿Qué pasa? Mi cuerpo... me siento cansada...- su postura comenzó a flaquear, cayendo en el trance, al igual que Sharon.
-¿Que estás haciendo?- exigía saber Aarón, en ese momento el mayor de los santos también cayó. -Incluso Aldebarán...- Orfeo libera a Sharon, en su rostro sigue aquella sonrisa, Aarón se pone en guardia. -¡Contesta! ¡¿Qué les has hecho?!- grito.
-Digamos que era una canción de cuna...- dijo en tono de sarcasmo, mirando fijamente al santo, quien esta atónito. -Pero veo que tú eres diferente... ¿por qué no fuiste afectado?- cuestiono mientras pasaba su mirada por aquel muchacho, que le resultó familiar.
-Mientras posea esta rosa...- saco una hermosa rosa azul rey. -¡¡Tus ataques no podrán afectarme, tu música no se compara a la melodía de mis fieles compañeras!!- exclamó seguro de si, mientras Orfeo estaba intrigado, su misión no sería tan fácil como la imagino.
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Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.
FanfictionLa tierra siglo XXIII, la humanidad sigue siendo su peor enemigo, por esa razón los dioses han decidido acabar con la raza humana, sin embargo Athena como protectora de Tierra se levanta una vez más en contra del Olimpo... Siempre acompaña de sus fi...