Sin tiempo que perder Idalia concentró su cosmos, acercándose a la joven diosa, colocando las palmas de sus manos a los lados de la cabeza, Sara parecía concentrada y algo tensa, era la primera vez que alguien revisaba sus memorias.
-Entonces entraré en sus memorias, las respuestas estarán ahí...- aseguro con seriedad.
-Así es, no te preocupes puedes entrar...- aseguro en tono gentil, mientras cerraba los ojos, cada una busco la concentración, Idalia preparando su habilidad y Sara despejando su mente.
Idalia dejo de escuchar todo y sentir a su alrededor, sentía como su psique caía en un abismo sin fondo, de inmediato logro visualizar un piso, en el cual aterrizo con delicadeza, era una zona bastante iluminada, miro a su alrededor, observó que se encontraba en el centro de un patio de hermosos jardines y esculturas, rodeada de puertas.
-Así es la mente de un dios...- dijo un tanto sorprendida. -No es tan diferente a la de los humanos... debo apresurarme, ya que esto es muy desgastante...- comenzó a caminar, dirigiéndose a una de las tantas puertas.
Mientras Idalia comienza con su misión, la noche es tranquila y pacífica, pero no todos encuentras esa paz, Aarón, quien descansa en sus aposentos, reflexiona todo lo ocurrido, así como las palabras de Maha.
-Todos tenemos una vida pasada...- susurro, estaba acostado con la cabeza recargada en sus manos, mirando el techo. -¿Por qué la mía es importante?- suspiro. -Idalia, ¿estarías dispuesta a ayudarme?- lanzo la pregunta al aire.
La noche siguió su transcurso, en la plaza de la estatua de Athena, nadie se había movido de su lugar, los primeros rayos del sol hicieron su aparición, después de eso, tanto Idalia como Sara despertaron de su trance, la santo estaba atónita.
-Eso fue lo que ocurrió...- estaba escéptica. -Me parece imposible, pero ahora entiendo el sacrificio de Shun-san, pero eso no resuelve mi duda ¿Cómo Deimos encarno en el cuerpo de Sharon?- eso preocupo a Sara, pues no tenia respuesta para ello. -Debo acabar con Deimos al precio que sea...- comentó cerrando el puño con furia.
–Idalia-san, debes entender que si Deimos no deja el cuerpo de Sharon, tenemos que...- menciono con cautela la joven diosa, Idalia la miro a los ojos, aunque portaba su antifaz, ella pudo sentir la ira re la santo.
-¡Eso no ocurrirá!- exclamo.
–Idalia-san, cálmate por favor... yo tampoco quiero Sharon sufra, te prometo que la liberaremos de Deimos, debe haber una forma...- planteaba, pero Idalia negó.
-¡No la dejare!- aquella declaración sorprendió a los presentes. –Shun-san trato de sellarlo, pero ese dios regreso, yo misma me encargare de erradicarlo, aunque me cueste la vida...- aseguro, ante la preocupación de Athena.
Pasando varias horas, Aarón, quien no pudo dormir, decidió buscar a Idalia por todo el Santuario de ser necesario, en una zona tranquila del Santuario donde se haya un lago encontró a Yuuko.
-No la he visto...- confesó la santo de Grulla. -Desde nuestra misión...- concluyo, observando la intranquilidad de su compañero.
-Ya veo...- dijo derrotado, pero recordó algo. -¿Y cómo te encuentras tú, tus heridas ya sanaron?- notó como el rostro de su compañera cambio drásticamente de amable a triste.
-Si... siento haber sido débil, Dayanne me dio un golpe psíquico, por eso no pude usar la teletransportación...- confeso en ese tono triste.
-No fue tu culpa... al menos estamos bien...- trato de reconfortarla, pero ella negó.
-Claro que fue mi culpa, debo ser muy fuerte, mi hermano y yo descendemos de Yuzuriha de Grulla, deseo ser una santo tan fuerte y sabia como ella...- exclamo muy seria, Aarón observo determinación en aquellas orbes verdes, él asintió.
-Para mí eres una santo muy fuerte, estoy seguro que podrías superar al mismo Patriarca...- aseguro con una gentil sonrisa, logrando que Yuuko correspondiera al gesto.
-¡Ese es mi sueño!- exclamó. -Superar a mi padre y convertirme en la primera Matriarca del Santuario...- declaró con ilusión.
-Sé que lo lograras... bueno debo seguir, quiero encontrar a Idalia...- continuo caminando por el Santuario, los minutos se hicieron horas y el atardecer se hacia cada vez mas presente.
-¡Aarón!- escucho detrás de él, volteo encontrándose con Selenia.
-¿Qué pasa?- podía observar los ojos de la castaña, los cuales parecían tener ansiedad.
-Me enteré que buscas a Idalia...- señalo, el santo de piscis se esperanzo.
-Así es, ¿tú sabes dónde está?- la castaña asintió, soltando una leve carcajada.
-¡Por supuesto!- declaro con soberbia, posando una sus manos en el pecho de manera gallarda. -Aunque esconda su cosmos, nada escapa a mi visión...- Aarón sonrió levemente ante la declaración de la castaña.
-Guíame a ella, por favor...- Selenia asintió, comenzando así con su camino.
Idalia la mayor parte del tiempo, ha estado en una zona alta del Santuario, cerca de Star Hill, donde suele meditar, sin embargo su paz se vio interrumpida.
-¡Lárguense!- exclamo molesta, Selenia se sorprendió, pues juraba que tanto ella como Aarón no habían hecho ruido alguno.
-¿Cómo sabes que estamos aquí?- Aarón suspiro con pesar.
-No olvides que Idalia puede leer la mente...- recordó Aarón, Selenia soltó una sonrisa nerviosa.
-Es verdad... siempre olvido ese detalle...- aseguro en tono infantil, lo que exasperaba a la santo de Fénix.
-¿Qué quieren?- se levantó para encarar a sus entrometidos compañeros.
-Idalia... necesito tu ayuda...- la peliazul observo desesperación en los ojos de su compañero, además comenzaba a revisar sus memorias. -Maha me dijo que eres la única que puede ayudarme... quiero saber mi vida pasada...- pidió, Idalia se desconcertó.
-Me niego...- declaro fríamente. -¿Por qué debería hacerlo?- cuestiono, apenas ayer había usado aquella habilidad, estaba un poco cansada, pero antes de Aarón insistiera, Sara apareció de manera sorpresiva.
-Tal vez Aarón pueda contestar algunas de tus dudas...- declaró la diosa, intrigando a Idalia, reflexiono un poco aquellas palabras.
-Entonces...- la joven castaña se acercó a su compañera. -¿Ayudaras a Aarón?- cuestionó, Idalia se cruzó de brazos.
-Ya que me beneficia... lo hare...- dijo sin borrar su expresión seria. -En realidad nunca me has simpatizado...- aseguro, Sara y Selenia sonrieron por el comentario, pues era mentira.
-Puedo entenderlo...- declaro Aarón con más tranquilidad, pues sus respuestas podrían ser contestadas.
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Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.
FanfictionLa tierra siglo XXIII, la humanidad sigue siendo su peor enemigo, por esa razón los dioses han decidido acabar con la raza humana, sin embargo Athena como protectora de Tierra se levanta una vez más en contra del Olimpo... Siempre acompaña de sus fi...