Capitulo 37: Corriendo contra el viento. Parte 1.

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En la casa de Acuario continúa la pelea entre Ícaro contra Selenia, la joven se eleva más alto que él y lanza una patada tratando de derribarlo.

-¡¡DEPLOYMENT OF PEGASUS!!- el Héroe cruzando sus brazos en pecho bloque a Selenia, quien se sorprende por la fuerza de su enemigo.

-¡No seas tonta niña, tus fuerzas son muy pequeñas compradas con las mías, en mi pasado pude vencer a hombres que median 3 veces más que yo!- declaró con orgullo, pero la menor, retrocediendo carcajeo.

-¡Supongo que eran todos!- señaló molestando al Héroe.

-Selenia no lo detendrá por mucho, ¿crees que funcione?- mientras Helena estaban con Aarón, planeando su siguiente movimiento.

-Es la única forma, mis rosas solas no lo tocan, y tú con tu hielo tampoco te acercas, la solución es combinar ambas...- dijo de manera sencilla, tomando una rosa roja entre sus dedos, la santo suspiró, no era muy orgullos ganar entre dos.

-De acuerdo...- concentra su cosmos, con la palma señala la rosa, comenzando a congelarla. -¡Selenia ahora!- exclamó la joven rubia, Ícaro quien recordó que no sólo peleaba contra Pegaso, miró hacia la joven y Aarón.

-¿Qué planeas...?- antes de completar la frase Selenia le da una patada por la espalda encimando su peso sobre él, ambos caen en picada. -¡¡Maldita mocosa!!- no podía frenar y era inevitable el impacto.

-¡Ahora!- exclamó Aarón, cuando Helena terminó de congelar la rosa, la lanza contra el héroe. -¡Selenia, ya déjalo!- la joven Pegaso asiente, se eleva impulsándose usando el cuerpo del héroe.

-Esas flores no me hacen nada, eres un idiota Ka...- decía confiado, pero antes de terminar su frase, la rosa se incrusta firmemente en su corazón, sorprendiéndose ante tal hecho, cayendo bruscamente.

-¡Ícaro!- Aarón preocupado ve como el héroe se levanta contrabajos. -Ya déjalo así... todo termino...- declaró acercándose a él.

-No... una "rosa diabólica" no te servirá...- sin embargo siente una terrible punzada, vomitando sangre. -Qué...- arrodillado mira al santo, quien se muestra culpable, afligido.

-Hace tiempo un antecesor de la armadura de piscis usó una "rosa sangrienta" bañada con su sangre...- Ícaro se sorprende. -Yo hice lo mismo...- sorpresivamente el Héroe levanta la mano y Aarón la toma.

-Perdonamos... nosotros lo hicimos por ti... debíamos esperarte... fue tan sencillo...- susurró con burla.

-Ishimatsu... ahora descansa en paz amigo, será mi turno...- declaró sorprendiendo al pelinegro.

-¿Y tu? Haz perdido mucha sangre... ¿cómo sigues en pie?- Aarón evitó verlo a los ojos.

-Yo... deje de ser humano... para mantener mi promesa tome una decisión muy difícil...- confesó, aquella declaración dejó atónito al Héroe.

-Kawai... tú...- comenzó a derramar lagrimas. -Perdonamos... nosotros... te estaremos...- las fuerzas le fallan y cae pesadamente, soltando al joven santo, cierra los ojos lentamente, muriendo sin terminar la frase, ante la tristeza de Aarón.

En las orillas del Santuario, la pelea entre Kimiko y Deimos continúa, la santo de Cassiopea protege a Idalia.

-¡Deimos, antes de matar a Idalia, tendrás que matarme!- declaró ante la furia del dios.

-Maldita anciana, eso será muy sencillo!- sentenció, elevando una vez más su cosmos.

-Kimiko-sama, no haga esto, si algo le pasara... no se qué le diré a Sharon...- declaró avergonzada la joven, la mujer suspiró, pero ni siquiera la miró.

Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora