Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.

Capítulo 10: Creyendo en un mañana.

Mientras las batallas se llevaban a cabo, Selenia continuaba su trayecto, pero estaba muy desconcertada por la decisión de la santo del fénix.

-Idalia... ¿por qué preferiste pelear, acaso no quieres rescatar a Sharon? ¿O piensas que no podre vencer a Hipólita?- se cuestionaba. -Aunque sería interesante ver esa pelea, pues a Idalia la conocen como "la reina de las amazonas", tal vez solo quería ver si merece ese título...- dijo convencida de su conclusión, mientras seguía avanzando, ignorando que una sombra la sigue de manera cercana.

En la batalla de Sofía, nada mejora, pues su ataque no daña a su enemigo como ella lo planeó, Ulises retrocedió atónito, su tiara cayó y una línea de sangre bajaba por su frente.

-Esa espada... creí que había desaparecido...- a unos centímetros de él se encontraba una fisura ocasionada por la técnica. -Pero al parecer, aun no la dominas...- dijo con cierto alivio.

-¡Tienes razón, pero debo de hacer lo necesario para vencerte!- retomó la pose de batalla. -¡Vamos Ulises, acabemos con esto!- exclamó, generando en su enemigo una sonrisa de satisfacción.

-¡Estoy de acuerdo!- se abalanzó contra la joven, lanzando una serie de golpes, los cuales la santo comienza a esquivar, con cierta dificultad. -¡¡Toma el golpe final, DIVINE DIMENSION!!- el ataque es feroz, Sofía no logra esquivarlo.

Selenia al continuar con su camino, siente el cosmos vacilante de Sofía, volteando con preocupación.

-No puede ser posible...- declaró, apretando sus puños con impotencia. -No, ella estará bien...- concluyó y continuo con su camino, mientras tanto Helena esta apunto de llegar a la zona de batalla de Sofía.

-Espera un poco más...- apresuro el paso.

Idalia por su parte seguía combatiendo contra Hipólita, ambas reparten y detienen los golpes con maestría.

-Sofía, no creo que seas fácil de derrotar...- pensó con preocupación la joven fénix.

En la segunda zona de batalla, Sofía a sido derribada, encontrándose seriamente herida, se encuentra bocabajo, respirando de manera agitada, mientras Ulises se acerca a ella.

-Vaya... aun sigues con vida...- dijo con burla, dispuesto a terminar con la vida de la joven. -Apuesto que aun no sabes porqué puedo evadir tus visiones... te llevarás esa pregunta a la tumba!- lanza su golpe, dispuesto a ser el último, pero Sofía se levanta de manera rápida, esperaba ese momento.

-¡¡EXCALIBUR!!- lanzo el filo de espada impacta en la cara de Ulises, quien retrocede exclamando un gran grito.

-¡¡Maldita!!- sus ojos fueron dañados, los cuales sangraban. -Mis ojos...- la joven trataba de mantenerse en pie, sin duda había sido una feroz batalla.

Mientras tanto, Idalia también la tiene difícil, su enemiga ya la ha derribado y ella no ha podido darle algún golpe.

-Debo de admitir que eres buena, pero no podrás derrotarme, a este paso te venceré por el cansancio, ¿te puedo sugerir que te rindas?- sugirió con cierto tono infantil, lo que molestó a la joven.

-¡¡No me subestimes, yo no seré derrotada aquí!!- exclamó con furia, preparándose para atacar, elevando su cosmos. -¡¡HOU YOKU TEN SHO!!- lanzo aquel legendario ataque, sin embargo, Hipólita lo esquiva de manera fácil, desapareciendo de su vista, eso la puso atónita y alerta, pero su enemiga era bastante hábil.

-¡¡Estoy aquí!!- gritó, para cuando fénix volteo, ella se encontraba a sus espaldas, lista para lanzar su ataque. -¡¡BOOMERANG!!- Idalia esquiva de último momento, eso no sorprender a su rival, quien sonríe levemente, en el proceso en antifaz de la santo, cae. -Al parecer soy la primera en ver tu rostro...- dijo al ver la sorpresa de la joven, quien se tranquilizó un poco.

-No... lamento desilusionarte, pero otra persona es la que me ha quitado mi máscara, sin duda, ella podría ser más fuerte que tú y yo...- dijo con una leve sonrisa de nostalgia, recordando un viejo hecho.

Flash back...

Hace 7 años, Okasama llevaba por el Santuario a una pequeña Selenia, quien parecía tímida, ambas llegaron a la residencia de las onna-saint, Idalia se encontraba cerca con un grupo de chicas.

-Selenia, a partir de hoy vivirás aquí, esta es la residencia de las onna-saint, aquí no pueden entrar los varones, puedes entrenar sin máscara, pero sólo aquí...- señalo con voz autoritaria, la niña asintió, pero se negó a quitarse la máscara que portaba, la mujer la dejo, así que se quedo sola, observaba algunas chicas entrenando y otras descansando, pero no se sentía segura de ir a platicar con alguna.

Idalia sonrió de manera siniestra, hace mucho que no había novatas, podría divertirse un rato, así que se acercó a la castaña, quien tenía la mirada fija en el horizonte.

-¿Acaso eres nueva?- cuestionó en un tono que a la castaña no le gusto. -Sin duda te ves tan débil y patética, no sé a que has venido, pero no estarás aquí ni un día...- carcajeo, siendo acompañada por su séquito, esas palabras enojaron bastante a la pequeña, quien no lo dudo y lanzo un golpe, acertando para la sorpresa de las presentes.

La mascara de Idalia cayó, ante su incredulidad, regreso a ver a la recién llegada, quien la miraba fijamente, no le tenía miedo a su mirada ni a su imponencia, eso sin duda era nuevo.

-¡¿Cómo te atreves?!- exclamó iracunda.

-Tú no eres nadie para decirme eso, yo no te tengo miedo...- se puso en pose de pelea. -¡Yo seré un santo de Athena, ya lo verás!- exclamó ante la sorpresa de la mayor, quien no dejaba de verla de manera fiera.

Fin del flash back.

-Así que ella es tu rival....- dijo en cierto tono de nostalgia. -Eres igual a él...- susurro lo último, sin embargo Idalia escucho a la perfección.

-¿Qué?- cuestionó, Hipólita sólo negó y recupero el porte serio que tenía.

-Date cuenta Fénix, su misión será un fracaso, esta pelea la tienes perdida, por más que lo intentes, no podrás leer mi mente, Perseo me dijo tus habilidades y yo simplemente, sé cómo pelear contra un genio...- guiño el ojo, parecía muy confiada de sus habilidades y poderoso cosmos, eso molestó a la joven.

-Estoy segura que tienes un punto débil... y lo descubriré...- exclamó con furia, mientras elevaba su cosmos y se preparaba para el segundo round.

Mientras tanto Sofía recuperaba las energías tras una pelea pesada, sin duda nunca se había imaginado que una batalla seria así de difícil.

-Tienes razón... no entiendo como evades mis visiones, pero dime... ¿qué se siente estar ciego?- Ulises se molesto por la ironía, trataba de encontrar a la santo, sin embargo estaba muy abrumado por lo ocurrido, no se imaginaba algo así, había quedado en ridículo.

-¡Maldita mocosa! Te acabaré...- Sofía comenzó a elevar su cosmos, lo que hizo que volteara, ser sorprendió por tal cosmos, a obvio que ella lo daría todo en ese golpe.

-¡Te equivocas... yo te venceré!- se preparó para lanzar su mayor técnica, lo cual asusto a Ulises, por un momento le pareció ver al mismo Shiryu de Dragón, a quien en el pasado habían humillado, ahora parecía que buscaba venganza a través de su descendiente. -¡¡ROZAN... HYAKU RYUHA!!- con todas sus fuerzas ejecuto dicha técnica, la cual derribo de manera brutal al guardián, quien no pudo hacer nada en contra de eso, muriendo al instante, ella cayó por el cansancio.