Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.

Capítulo 07: La leyenda comienza.

Sin perder tiempo, las niñas de bronce parten del Santuario, siguiendo el rastro de cosmos que dejo la armadura de Andrómeda, sin embargo a Idalia no le gusto para nada la idea de ir acompañada, pero no deja que eso lo distraiga, su objetivo es regresar a su hermana a como dé lugar.

Llegan a medio a día, aun bosque a las cercanías del Monte Olimpus, al norte de donde se encuentra el Santuario, Selenia se desconcierta un poco al ver el lugar, ya había estado ahí con sus compañeros cuando Sharon fue raptada.

-Este lugar...- miraba por todos lados, las chicas se detuvieron.

-¿Lo conoces?- cuestiono Helena, al ver a su compañera tan pasmada.

-Si... por aquí nos encontramos a Orfeo, cuya misión era llevarse a Sharon, Aarón la protegió hasta donde pudo...- dijo bastante intrigada, estaban tan cerca del enemigo y ella no lo pudo notar, mientras que Sofía percibió una de sus visiones.

-Esperen...- todas voltearon a verla.

-Al parecer Ares mando a sus soldados más débiles...- dijo molesta y cruzada de brazos, ella vio la visión de Sofía al leer sus pensamientos, sorpresivamente ellos no dejaban perceptibles sus cosmos. -¿Cuánto falta para que lleguen?- a través del pensamiento, la pelinegra dio la respuesta. -5 minutos...-

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-¿Fue lo correcto?- se cuestionaba Kiki, quien estaba de pie, caminando de un lado al otro.

-No te preocupes...- hablo Sara, sentada desde el trono del patriarca. -Ellas estarán bien...-

-Sé que debemos creer en eso, pero no estoy convencida...- hablo Oka-sama, bajando la mirada. -Perdóneme, Sara-san...-

-Los entiendo bien, yo también estoy preocupada, pero debemos tener fe, además no permitiré que les pase nada malo, las ayudare cuando sea necesario...- dijo con mirada firme, aunque por dentro también estaba muy preocupada.

En aquel bosque cuatro individuos llegaron a donde se encontraban las niñas de bronce, sin embargo el lugar estaba solo, lo que los desconcertó.

-¿No se suponen que esas niñas estaban aquí?- hablo una mujer, de cabello castaño, corto hasta los hombros, el cual esta suelto, sus ojos son del mismo color, piel morena clara, porta una armadura de colores azules y platinos, su peto cubre los pechos y media espalda, así como un ancho cinturón que cubre toda la zona abdominal, el cual sujeta un látigo, solo el brazo derecho está cubierto, usando unas botas largas por arriba de la rodilla, de tacón bajo.

-Tranquila Hipólita, no deben estar lejos...- hablo uno de sus acompañantes, un hombre más alto que ella, cabello negro largo y despeinado, una cicatriz en la frente en forma de trueno, ojos grises, mirada fría, su armadura cubre todo su cuerpo, de colores platino y dorado, sin casco alguno. -Recuerda que están en los dominios de Ares-sama, no pueden escapar...- dijo en tono tranquilo.

-De acuerdo, si tú lo dices Perseo...- dijo mientras se cruzaba de brazos y hacia un gesto infantil de fastidio.

De la nada, las cuatro jóvenes salieron de diferentes lugares, buscando atacar por sorpresa, pero fue inútil, sus enemigos ya estaban al tanto de su ataque, por lo tanto fueron interceptada de manera pulcra.

Un hombre de gran tamaño sostiene a Helena y Sofía, tomándolas por el tobillo, Hipólita con ayuda de su látigo logro inmovilizar a Selenia, otro de sus acompañantes somete a Idalia, quien lucha por liberarse.

-Atacar por sorpresa, no fue una buena idea...- se burló Perseo.

-¡¿Dónde tiene Ares a mi hermana?!- grito iracunda Idalia, mientras trataba de liberarse de aquel hombre, de cabello naranja corto, ojos azules, porta una tiara en la cabeza, una túnica sobresale en lugar de la armadura, ya que esa escasamente cubre su cuerpo, es solo una falda estilo griego, sandalias espartanas y unas hombreras.