Capitulo 24: Melodía de espinas. Parte 1.

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Orfeo cree haber acabo con Kimiko, pero cuando su técnica se disipa, la mujer está en brazos de  Aarón, quien no puede evitar verlo con furia.

-Piscis… justamente quería eliminarte a ti…- dijo el Héroe con una maquiavélica sonrisa. -Aunque en realidad eras el objetivo de Belerofonte…- admitió, el santo dorado presta su atención hacia Kimiko.

-¿Kimiko-san, esta bien?- cuestionó preocupado, pues si llegaba un poco tarde, habría sido trágico, ella reacciono, al percatarse que se encontraba en brazos del joven piscis se levantó de inmediato, sintiéndose avergonzada.

-Claro que si, por quien me tomas mocoso…- le da la espalda. -Pensé que no querías tocar a la gente…- el joven no pudo evitar avergonzarse.

–Lo… lo siento, lo creí necesario…- recordando su situación, prestó su atención hacia el Héroe. –Yo me encargare de Orfeo…- ella se volteo para verlo, asintiendo.

-Está bien… pero Aarón, ese tipo… puede resolver tus dudas…- declaró con intriga, el santo de Piscis asintió, ella partió, Orfeo no hizo nada para detenerla.

-¡Bien piscis acabemos con esto!– declaró mientras concentraba su cosmos, de igual manera Aarón también se preparó, sacando unas rosas rojas. –Sin duda alguna tenías que nacer como un santo de Athena… pero no cualquiera, sino el más hermoso…- sonrio con cierta burla, -Pero por un gran precio… tu soledad, ¿no es así?- Aarón no pudo evitar molestarse por aquella declaración.

-¡Maldito… hablas como si fuéramos amigos, no te permitiré que me ofendas de esa manera… es cierto que he vivido solo, mi vida es una melodía de espinas, pero no estoy del todo solo, tengo a la rosa más valiosa de mi jardín, por eso mi objetivo es vencer a Ares!- exclamó mientras lanzaba las primera rosas rojas. -¡¡DEMON ROSES!!- Orfeo por su parte sonríe confiado.

-¡Insensato!- de su lira toca una cuerda desintegrando las rosas. –Ya he visto tu técnica antes….- comienza a tocar la lira. –¡Toma esto! ¡DEMON ACORDE!- Aarón logra ser derribado, pero de inmediato comenzaba a levantarse.

-Esta técnica, es diferente a la sinfonía de muerte… ¡Orfeo… yo superare tu melodía… te lo juro!- declaró con orgullo, ante la mirada altanera de su enemigo.

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-¡¡ROLLING THUNDER!!- exclamó Aquiles mientras derribaba a varios soldados, con su técnica. -¿Este es el nivel de los santos de Athena? Sin duda alguna Ares-sama ganara…- a traves de su cosmos se percata del cambio de planes. -Parece ser que los planes han cambiado… Heracles abandono su objetivo, Belerofonte perdió su objetivo… Orfeo nunca ha obedecido… supongo que soy yo quien debo eliminar a libra…- dijo, pero antes de moverse, Sofía aparece frente a él.

-No te lo permitiré… antes de matar a mi maestro debes enfrentarme…- declaró mientras optaba por la pose de pelea.

-Ya veo, pero ya no tienes tus visiones… ¿cómo sabias que yo seria quien matará a tu maestro?- cuestiono con genuino interés.

-¡Esta pelea ya la había visto antes de que comenzara todo esto… una pelea entre usted y yo… por eso he entrenado a Excalibur!- señaló, Aquiles se percató del brillo de aquella legendaria espada en el brazo de la joven.

-¡De acuerdo, si lo que quieres es no ver como mato a tu maestro, lo cumpliré!-

Mientras tanto en la primera casa, Yuuko y Hakirei atacaban al Héroe, pero aun no habían logrado darle golpe alguno.

-¡Ya basta!- exclamo Belerofonte, comenzando a elevar su cosmos, Hakirei de inmediato sintió la gran diferencia de cosmos.

-¡Yuuko, retrocede!- pidió a su hermana, quien no se movió y seguía en guardia.

-No… ambos pelearemos hasta el final…- declaro la joven, Belerofonte al ver la determinación de los hermanos, no pudo evitar sentir nostalgia al pensar en su hermana, Hipolita.

-Los hermanos pelean juntos hasta el final… ¿verdad, nee-chan?- pensaba con tristeza, pero en el exterior seguía mostrando un rostro serio. -¡Los matare a los dos!- declaró, elevando su cosmos, lanzó su ataque. -¡BOMERANG!- Hakirei se colocó delante de su hermana.

Todos en el Santuario sintieron aquel tremendo cosmos, Aarón no pudo evitar voltear en dirección a las Doce Casas, preocupado por sus compañeros.

-¡Hakirei… Yuuko!- era notoria su preocupación.

-Al parecer Belerofonte termino con unos santos…- el santo de piscis regreso su atención hacia su enemigo.

-¡Maldito, no los perdonare!- elevó su cosmos, cambiando sus rosas rojas por negras. -¡PIRANHAN ROSE!- aquella técnica sorprendió a Orfeo.

-¡Esas rosas son negras!- el impacto lo derribo, agrietando su armadura, mientras yacía en el suelo, Aarón se acercaba a él.

-Las rosas rojas son rosas con veneno, las azules contienen ondas sonoras, pero las rosas negras son pirañas…- en su mano tenía otra rosa negra, sonriendo levemente. –Pirañas hambrientas…- declaró mientras lanzaba más contra el Héroe.

-¡No me subestimes!- exclamó, levantándose de inmediato, para tomar distancia saltó, lanzando se ataque desde arriba. –¡DEATH SYMPHONY!- en ningún momento Aarón dejo de elevar su cosmos.

-¡El que me subestima eres tú!- con astucia se protege con un puñado de rosas negras, salvándose del ataque.

-Un escudo de rosas negras… eres ágil Aarón…- felicito el Héroe. –Si… no has perdido tu esencia, tu espíritu de lucha…- el santo de Athena estaba intrigado por la aptitud de su enemigo. -Siempre serás “kawai”…- susurró lo último en voz baja, por un momento el joven bajo la guardia, lo cual aprovecho. –¡CELESTIAL SYMPHONY!- la técnica impacta de manera brutal en Aarón, lanzándolo por los aires hasta caer al suelo mal herido.

De la casa de Aries a la de Tauro, Belerofonte detuvo su paso al tener un mal presentimiento, volteando en dirección a la batalla entre Piscis y su compañero.

-Imposible… acaso Orfeo…- susurro preocupado, decidido a irse.

-Espera… ¿acaso vas a huir?- el joven santo de Tauro hacia su aparición frente al Héroe, quien le daba la espalda.

-¿Huir?- dijo irónico. -Deberías agradecer Tauro… te doy una oportunidad para que vivas…- ofendido el santo comenzó a elevar su cosmos.

-¿Sientes compasión por un humano?- cuestionó con la misma ironía. -Cuando hace unos momentos… ¿qué hiciste con Hakirei-sama y Yuuko-san?- exigió saber, su enemigo seguía sin mirarle.

-¡Los hermanos siempre debe morir juntos… no perdonare a los santos de Athena!- volteo mirando con furia al santo. -Por su culpa, mi neechan y Perseo…- declaró, Aldebarán se percató del sufrimiento del Héroe.

-Ustedes causaron muchas muertes en la anterior Guerra santa…- declaró mientras cruzaba los brazos.

-Nosotros ahora estamos buscando algo importante, algo que la antigua Athena nos quito… así que apártate Tauro!- declaró mientras comenzaba a elevar su cosmos.

-¡Toma esto! ¡GREAT HORN!- el ataque era poderoso, Belerofonte volteo sin dejar de elevar su cosmos.

BOMERANG!- exclamó a todo pulmón, técnica detuvo la del santo, repeliéndola y continuando su trayecto hacia Aldebarán.

Después de recuperarse, Aarón tenía una pelea cuerpo a cuerpo contra Orfeo, cuando sintió el mismo debilitamiento en el cosmos de Aldebarán, tomando distancia.

-Veo que los Santos Dorados caerán poco a poco…- dijo con burla, sonriendo de manera descarada que enojaba a Aarón. -Deberían rendirse Piscis…- el joven respondió lanzando rosas rojas.

-¡Maldito!- retrocede, al ver que Orfeo esquiva sus rosas. -Es necesario que comience a entonar mi melodía... la cual dedicare a Athena-sama…- sustituye las rosas rojas por las azules. -¡Y cuando te derrote recuperare a Sharon!- exclamó, la sonrisa de Orfeo se amplió.

-Estaba esperando eso, enfrentarme al genio musical… la única persona que me ha derrotado!- exclamó mientras ambos elevaban sus cosmos.

Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora