Capítulo 18: Reencarnación.

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-Al parecer no puedo tomar una decisión concreta, debo reunir más elementos, debo hablar con Kimiko...- declaro muy serio el Patriarca, los santos de oro, hicieron una leve reverencia. -Ahora retirence...- ordenó con cierto cansancio, los guardianes después de hacer una reverencia partieron a sus respectivos templos.

Afuera de la cámara del Patriarca, Akuma, Elliot y otro joven aún no se retiraban a sus templos, pues se habían enfrascado en una nueva conversación.

-No sé qué tanto piensa el Patriarca...- se quejó Akuma. -Esa niña debe morir, será un noble sacrificio por la justicia...- declaro de manera sádica, pensando en derrotar a su ahora enemiga, aquella declaración molestó a sus compañeros.

-¿Cómo dices eso Akuma?- reprocho el santo de Sagitario. -Sharon es nuestra compañera, debemos tratar de salvarla...- dijo seguro de sí.

-Mi niisan tiene razón...- hablo el menor de ellos, un joven de aspecto noble, cabello negro corto rebelde, ojos castaños, delgado, piel morena clara, quien porta con orgullo la armadura de Leo. -¡También tenemos que tomar en cuenta lo que piensa Sele-san y los demás!- exclamó, molestando al santo de cáncer.

-¡Cállate Javier!- exclamó. -Esto no debería involucrar niños, por eso Aarón no vino...- expresó con cierta burla, molestando al joven pelinegro.

-¡Tal vez Aarón y yo somos lo más jóvenes, pero también somos Santos de Athena!- su hermano mayor, toco su cabeza, revolviendo con clama sus cabellos, llamando su atención.

-Tranquilo Javi...- expresó con una sonrisa. -No le des importancia a tu edad, al hacerlo en verdad pareces un niño...- al decir eso, su hermanito se tranquilizó.

-Si... niisan...- Akuma fastidiado dejo la escena.

Mientras la noche seguía su curso y la reunión se disolvió, Aarón se encontraba custodiando su casa, mientras sentado en las escaleras tocaba acordes con su violín, aunque eran notas al azar, generaba una hermosa melodía, animales siempre tratan de estar lo más cerca posible para escucharlo, el ambiente se ve interrumpido por el aplauso de un aparente espectador.

-Es hermoso...- Aarón se levantó, encontrando a un joven de 20 años, cabello largo rubio, facciones andróginas, sus ojos siempre los tiene cerrados, él porta la armadura de Virgo. -Sin duda un talento de nacimiento...- dijo con una delicada sonrisa.

-Maha-san...- se tranquilizó, pues su compañero había llegado de manera inesperada. -¿A qué te refieres?- cuestiono intrigado. -Yo aprendí a tocar el violín porque me enseño mi neesan...- explico, aunque eso no era secreto para nadie, pero tampoco nadie podía negar que el talento del santo de Piscis era invaluable.

-Cuando los humanos reencarnan, poseen la mismas habilidades de su vida pasada y por ello se pueden convertir en super genios en su siguiente vida...- explicó sin dejar de sonreír.

-¿Reencarnación? ¿Vida pasada?- cuestiono, nunca había pensado en aquello.

-Así es... todos han tenido una vida pasado, excepto los Héroes míticos...- declaró de manera astuta, él tenida una teoría de todo lo que sucedía.

-¿Quieres decir que yo conozco a los héroes míticos?- planteo atónito. -Eso es imposible Maha-san...- su compañero borro por un momento su sonrisa, pues él era el último santo dorado en dejar la reunión, por lo tanto, se había quedado a hablar con el Patriarca.

-Kiki-sama me dijo que has estado confundido, desde tu pelea contra los héroes míticos, más aún por lo que te dijeron...- declaro, Aarón recordó aquella extraña reunión.

Flash back...

Después de que Ícaro salió del templo, se le quedo mirando, como si de un fantasma se tratase...

Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora