Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.

Capítulo 03: Serios problemas del pasado.

Aquella luz cegadora desapareció, las jóvenes santos vestían nuevas armaduras, sorprendidas se miraban a detalle, mientras que Athena, Oka-sama y el Patriarca sonreían con orgullo.

-Sor... sorprendente...- observaba la castaña su armadura, la cual es de un blanco puro, compuesto de una falda metálica, botines, brazos cubiertos a la altura de los codos, su peto sólo rodea su busco, sus hombreras triangulares son amplias, con una delgada tiara que rodea su cabeza, con la figura la cabeza de un pegaso en el centro. -¡¡Esta es mi armadura... que genial!!- celebró. -¡Por fin! Despues de 6 años puedo vestirla y pelear por la justicia!-

-Aunque no puedo verla, puedo sentir su vitalidad...- la armadura de Sofía es verde, con un cinturón amplio, que rodea su cintura, unas botas que llegan hasta la rodilla, ambos brazos completamente cubiertos, un poderoso escudo en el brazo izquierdo, su tiara pasa por su frente con la figura del dragón en el centro, en los hombros posee protección hexagonal, con unas garras en cada lado, su peto sólo cubre su busto.

-A pesar de haber estado en los hielos de Siberia, es tan cálida...- dijo con alegría Helena, cuya armadura es blanca, de falda metálica, con abertura en frente, hombreras anchas, peto que cubre su torso por completo, dejando descubierta media espalda, posee botines, ambos brazos totalmente cubiertos, una gargantilla, así como una diadema con las alas del cisne a los lados, así como el cuello y cabeza en el centro.

-Esta armadura...- declaro sonrojada Sharon, a ella no le gustaba estar descubierta, pues su armadura es rosa, el diseño de su cuerpo es un estilo completo, cubre desde el torso hasta la entre pierna, pero toda la espalda esta descubierta, notas largas por arriba de la rodilla y amplias de la parte superior, las hombreras son clásicas de la armadura de Andrómeda, portando también las cadenas, una de ataque y una de defensa, porta una gargantilla, la tiara también recuerda a la antigua armadura. -No estoy muy convencida... ¿tú qué dices neechan?- volteo a ver a su hermana, quien se encontraba igual de sonrojada.

-Lo sé... yo estoy pensando en lo mismo...- su armadura posee colores plateados, negros y naranjas, el peto sólo cubre su busto, por atrás también, tiene una falda metálica con abertura atrás y adelante, sus brazos están cubiertos un poco más arriba del codo, una botas que llegan hasta la rodilla, la tiara recuerda a la vieja armadura, pero adicionado con las plumas del fénix simulando un velo. -Es sorprenderte que estas armaduras tengan la sangre de nuestros antepasados, pero como poseen la sangre de Sara, sino no han sido abiertas en más de dos siglos...- cuestionó atónita, regresando a ver al Patriarca, quien se puso serio e incluso algo nervioso.

-Te equivocas... la sangre de Athena, no es de Sara-san... sino de Saori-san, la antigua Athena...- las chicas abren la boca sorprendidas por la noticia. -Shiryu tomo el puesto de Patriarca, y las armaduras fueron selladas por él, Seiya, Hyoga e Ikki... con consentimiento de Saori-san, después de todo... una situación los llevo a eso...- declaró.

-Habla tan seguro de ello... como sí los vio con sus propios ojos...- señalo Selenia.

-De hecho, sí...- contestó el Patriarca, lo que no bajaba la sorpresa de todas.

-Mentira... eso fue hace muchos años... ¿Cómo sigue vivo?- cuestionó la castaña.

-Yo fui un santo dorado...- explico, pero Idalia hizo uso de sus habilidades, adelantándose a la respuesta.

-Kiki de Aries, por eso sigue vivo, usted es un lemuriano...- señalo la peliazul.

-¡¿Usted es el santo de Aries, aquel que era aprendiz de Mu de Aries?!- exclamó atónita la castaña. -Pero... ¿por qué no lo sabíamos?-

-Es un secreto... supongo que después de esto dejara de serlo, pero el asunto no es sobre mí, es sobre la paz de nuestro mundo, es una amenaza, pero no reciente... debemos hacer una investigación para ello dos de ustedes irán en compañía de dos santos dorados, averiguaran que sucede...- dijo con voz autoritaria.

-Pero ¿qué es lo que pasa? En mis visiones no veo amenazas futuras...- hablo Sofía, pues estaba desconcertada, ella suele saber lo que va a pasar.

-La razón es porque no sólo el futuro está involucrado, sino también el pasado...- explico la sabia anciana. -Un enemigo del pasado ha resurgido...-

-¿Acaso es Poseidón o Hades?!- exclamo con valentía la castaña. -¡No importa, lo venceremos!-

-Te equivocas...- Idalia se cruzó de brazos. -Oka-sama... Patriarca... es hora de hablar sobre ese dios...- los ancianos suspiraron, había más de una razón para que la santo supiera mucho, y en realidad era molesto, pero no les quedaba remedio.

-Idalia... respeta la privacidad del pensamiento...- exigió el regente.

-¿Un dios... acaso hubo otra guerra?- cuestiono Pegaso.

-Así es... fue contra Ares, quien también ya se ha enfrentado contra Athena, no solo en la era del mito, sino también en la era pasada, sin embargo en esta ocasión, ese dios reapareció con una nueva orden de guerreros, los Héroes Míticos, no teníamos muchos santos, pero...- parecía pasmado en sus pensamientos, Idalia de igual manera buscaba, pero el mayor lograba bloquear su habilidad. -Fue una dura batalla, llena de sacrificios, entre ellos el de Shun de Andrómeda... quien logro deshacerse por el momento de Ares, pero ahora ha vuelto a resurgir, podrían atacarnos...- explicaba el Patriarca.

-La misión la llevaran a cabo, Selenia y Sharon, acompañadas de Aldebarán de Tauro y Aarón de Piscis...- dijo Oka-sama, lo que provoco que Idalia se molestara.

-¡Me niego!- exclamó. -¡Yo iré en lugar de Sharon!- grito, Athena se mantenía seria, pero Oka-sama y Kiki se molestaron.

-¡Son órdenes directas!- regaño el regente. -Sharon es un santo de Athena, por lo tanto, debe cumplir con su deber, no puedes intervenir de ninguna manera...- la peliazul no pudo evitar enmudecer.

-¡Idalia... espero que esto no se repita, el Patriarca sabe lo que hace, su palabra es ley!- la joven bajo la mirada molesta. -Selenia, Sharon, mañana partirán en su misión...- las jóvenes asintieron. -Vuélvanse a colocar sus máscaras y recuerden la ley...- las jóvenes asintieron colocándose sus respectivas máscaras.

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Aarón en la casa de piscis se encontraba meditando en la entrada, ya habían pasado unas horas después de la reunión de las niñas de bronce, y él ya estaba al tanto de su misión.

-Sabes que es de mala educación espiar a las personas... Idalia-kun...- abrió los ojos y se levantó, Idalia salía de las sombras.

-Sólo me aseguraba de algo...- contestó con tono sombrío.

-Hurgabas en mis pensamientos...- señaló. -Eso es bastante obvio... y ¿qué quieres saber? ¿Por qué le doy rosas a Sharon?- decía con ironía. -¿Quieres saber mis intenciones? La única que puede prohibírmelo es la propia Sharon...- exclamó.

-Sharon es mi hermana menor y jure cuidarla, que no vuelva a ser lastimada...- gritó, lo que intrigo al santo de piscis. -¡¡Por eso te lo advierto... deja a Sharon!!- advirtió de manera acida.

-¡Eres una terca!- dijo enojado. -¡Pero no te hare caso, no tienes la fuerza suficiente para vencerme!- su tono era de cierta burla, lo que provocó que la joven se molestara y chasqueara la lengua.

-¡Maldito!- estaba a punto de abalanzarse contra el joven.

-¿Piensas atacarme?- dijo con indignación. -Eso sería traición, no querrás que te saquen del Santuario y dejar a Sharon...- la peliazul enojada se retira de ahí.

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-Maestro...- okasama le hablaba al Patriarca, quien se encontraba sentado en el trono, mientras Athena descansaba en sus aposentos. -¿Está seguro de mandar a Sharon a la misión, después de todo, sí Ares ha vuelto, tal vez ella sea su objetivo?- declaró con preocupación.

-Tenemos que confiar en el futuro... Sharon estará bien, estoy seguro de ello, porque lo más probable es que su objetivo real sea Idalia...- decía en tono serio.

-Tiene razón...- sin embargo la anciana tenía un mal presentimiento.