Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.

Capítulo 22: La nueva Guerra Santa comienza.

La tranquila tarde del Santuario comienza a tornarse gris, las nubes se acumulan algo anormal en el verano griego, un cosmos oscuro y violento llena el ambiente, todos miran hacia el horizonte, percibiendo los cosmos hostiles.

-Imposible…- susurró Sara, quien se encontraba en su templo, cuidada por Oka-sama y Kiki.

-¿Yukko puedes sentir esos cosmos?- cuestionó Hakirei, quien se encontraba con en el primer templo del Zodiaco, ella asintió con la cabeza, recordaban aquellos poderosos cosmos. -Al parecer esta guerra ya va a comenzar…- comentó con gran tensión.

-Al fin están aquí…- dijo Selenia, quien seguía con Kimiko, Sofía y Helena. -Ares y todos sus guerreros están aquí…- sus compañeras de bronce asintieron, colocándose sus máscaras, la castaña comenzó su camino para ir al templo de Athena.

-Ya es hora de enfrentar mi destino…- Aarón se encontraba sentado en la entrada del templo de los peces, miraba en dirección a los cosmos, apretando los puños con furia. -Debo recuperar a la rosa más valiosa de mi jardín…- declaró con firmeza.

-Por fin das la cara Deimos…- Idalia se levanta del lugar donde meditaba, colocándose su máscara. -Te destruiré yo misma, por haberte llevado a la persona más importante para mí…- exclamó antes de desaparecer en una llamarada.

Un gran trueno cae en las orillas del Santuario, iluminando la silueta del enemigo, dejando ver a un enorme ejército de soldados, detrás de ellos resalta la figura de un hombre de gran porte, al lado de él se encuentra Deimos en el cuerpo de Sharon, aun lado de ellos están los cinco héroes míticos.

-Ares… al fin has llegado…- dijo Sara con porte serio, en su mano derecha tenia a Nike, la idea de una guerra no le agradaba, pero debía defender a la tierra. -¡No te entregare la tierra!- exclamó a todo pulmón mientras elevaba su cosmos, el ambiente se inundo de una risa sarcástica.

-¡Athena, sólo eres una niña insolente, pondremos fin a esto después de 200 años…- exclamó Ares, quien parecía confiado, nadie podía visualizar su figura, pues ésta estaba oculta entre las sombras. -¡Lo que paso en mis dominios me hizo ver que tus santos son débiles, todos perecerán ante mi poder!- exclamó con soberbia, lanzando su cosmos contra Sara, logrando atravesar la barrera y derribándola.

-¡Sara-sama!- Kiki y Okasama fueron de inmediato a auxiliarla, ayudándola a levantarla.

-Estoy bien… Ares no puede vencerme, porque tengo a mis santos…- sonrío con gentileza, recuperando la compostura, en ese momento llegó Selenia.

-¡Claro que sí Sara-chan!- declaró mientras guiñaba su ojo derecho. -Estoy aquí para protegerte…- dijo con su confianza de siempre, Athena miró con aprecio y confianza a su amiga.

-Gracias…- elevando su cosmos cubrió al Santuario. -¡Mis queridos Santos, una nueva guerra comenzara!- declaró señalando al ejercito de Ares con Nike. -¡Con el poder de todo su cosmos protejan a esta tierra!- pidió con tono sereno, se escucha el grito de apoyo de los Santos y aprendices.

-Muy lindo Athena…- comentó con burla Ares, quien en su mano derecha portaba una espada, con la cual señaló el Santuario. -¡Soldados, ataquen!- ordenó, los soldados se adentraban al sagrado recinto al grito de guerra.

-¡Nos está subestimando… ese maldito Ares!- dijo enojada Selenia, ella quería enfrentarse a los Héroes Míticos.

-Tranquila Selenia…- pidió Okasama. -Ese será el error de Ares… subestimarnos es lo peor que ha hecho un dios…- recalco.

-Es cierto…  por el momento se debe defender la base del Santuario, esos soldados no deben penetrar las Doce casas…- hablo Kiki, debían confiar en los santos que defienden el Santuario.