-Idalia... ¿en verdad vas a entrar a la mente de Aarón-san?- cuestionó con sorpresa la santo de Pegaso.
-No es algo que me agrade, pero tengo que hacerlo...- contestó Idalia, Athena miraba aquello con serenidad y Aarón estaba algo nervioso.
-Sele... acompaña a Idalia, a la mente de Aarón...- ordenó la diosa, Idalia no pudo evitar poner mala cara.
-No le haré nada, lo juro...- dijo un tanto ofendida, cuestionándose en que concepto la tenía Sara.
-Te creo, pero, es una precaución que estoy tomando, además también Sele te puede ayudar...- explicó, la santo de Fénix suspiró.
-De acuerdo... dejare que venga, aunque esto implica un trabajo más pesado...- declaró fastidiada, Selenia se acerco a ella, a través de su mirada se notaba su alegría.
-No te preocupes Idalia, haré todo lo que me pidas...- comenzó a palmearla de la espalda. -Y te prometo que me portare muy bien...- concluyó con júbilo, en la frente de Idalia se podía notar una vena por el fastidio.
-¡Quita tu mano Selenia, o la perderás!- amenazó la santo, la joven castaña de inmediato retiró su mano, un tanto tensa.
-De acuerdo...- levanto las palmas en son de paz, Idalia se acercó al santo de Piscis.
-Aarón, siéntate...- él obedece, acomodándose en el suelo, después ella coloca sus manos entorno a la cabeza ajena. -Quiero que despejes tu mente, ya que si no lo haces, tus defensas me trataran de aniquilar, y yo no respondo si te hago daño en defensa propia.... después de tu pelea contra Medusa, tu mente debe estar más alerta que antes...- explicó, la tensión en Aarón aumentaba.
-Entiendo...- declaró mientras cerraba los ojos.
-Selenia, tú coloca tus manos sobre las mías, y déjate llevar por mi voz... no quiero que te distraigas si lo haces te quedaras en la mente de Aarón...- advirtió.
-Sí, me portare muy bien...- declaró la menor mientras cerraba sus ojos.
Selenia sintió como caia en un abismo oscuro, sintiendo la mano de su compañera, quien la ayudo a caer bien, diviso un lugar iluminado, lleno de pasillos y puertas, de colores claros y con rosas decorándolo.
-¡Increible! ¿Esta es la mente de Aarón-san? Nunca creí que así sería la mente humana...- expresó mientras admiraba el panorama.
-Me pregunto cómo será tu mente Selenia, tal vez sea más hueca...- expresó con cierta burla la mayor, enojando a la santo de Pegaso.
-¡No me molestes!- exigió con tono infantil, ganando un bufido de la peliazul.
-Sígueme, tenemos que buscar una puerta...- detuvo por un momento las bromas comenzando a caminar por los extensos pasillos.
-¿Una puerta, a que te refieres?- cuestionó con interés.
-La mente humana es compleja, cuando entro en ella, le doy forma de pasadizos y puertas para encontrar mejor la información...- explicó, notó como Selenia abrió con mucha sorpresa sus ojos.
-¡Ah!- exclamó, pero razonó algo. -¡Oye! ¿Eso significa que lo que estamos viendo es una ilusión creada por ti, para que sea más fácil encontrar la información?- preguntó, la mayor asintió.
-Así es... por eso esto es agotador y más al traer curiosos...- reclamó.
-Lo siento...- dijo la menor, Idalia suspiro.
Ya no importa, debemos de seguir...- ambas caminaban por los extensos pasillos, pasando por varias puertas.
-¿Y como sabes cuál es la indicada?- cuestionó con interés.
ESTÁS LEYENDO
Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.
FanfictionLa tierra siglo XXIII, la humanidad sigue siendo su peor enemigo, por esa razón los dioses han decidido acabar con la raza humana, sin embargo Athena como protectora de Tierra se levanta una vez más en contra del Olimpo... Siempre acompaña de sus fi...