Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.

Capitulo 38: Corriendo contra el viento. Parte 2.

Atención: este capítulo toca el tema de abuso infantil.

Deimos se acercaba de manera peligrosa hacia Idalia, quien seguía estando en la posición de loto.

-No sé qué intentas fénix, no siento ningún cosmos...- queda de pie frente a ella. -¡Y al parecer tampoco estas aquí!- declaró con ira comenzando a elevar su cosmos. -¡Muere fénix!- antes de asestar el golpe, la joven rápidamente se levanta, y toma entre sus manos la cabeza de Sharon, abriendo los ojos ante la sorpresa de Deimos, pues al verla fijamente se percata de la mirada esta vacía de la santo.

-¡FENIX, RESURRECTION!- exclamó Idalia, cuya técnica paraliza a su enemigo, dejando vacía su mirada, entrando en trance ambos, expulsando una onda de energía, perceptible para todo el Santuario.

-¿Qué paso?- Kimiko comenzaba a levantarse, al recordar todo y sentir la inusual energía, reacciona y preocupada voltea ver a Idalia, quien se encuentra de pie frente a Deimos. -No siento ningún cosmos por parte de ninguna... ¿acaso es lo que estaba entrenando Idalia?

Frente a la estatua de Athena, la batalla se detiene al sentir aquella energía, los cosmos de Deimos e Idalia parecían mezclarse y desaparecer poco a poco.

-¡No puede ser... Deimos-sama!- exclamó sorprendió Beleofonte, quien peleaba contra Selenia, la joven se mostró sorprendida.

-¿Idalia? Su cosmos...- susurró.

-Ambos cosmos desaparecieron ...- susurró Aarón.

Idalia se encuentra en un lugar en blanco con varias puertas alrededor.

-Pude entrar...- dijo un tanto seria, pues aún no había ganado. -Si no abro la correcta, todo esto sería en vano...- mira detenidamente cada puerta. -Sharon, en ¿dónde te tiene Deimos?- se dirige a una puerta detrás de ella, y está a punto de tocar la perilla, pero se detiene al escuchar un tintineo. -¿Qué es?- voltea y observa la cadena de la armadura de Andrómeda, saliendo de una puerta. -¡¿Sharon?!- la cadena comienza a retroceder, comenzando a seguirle a través de una de las puertas.

En la estatua de Athena, Sara era protegida por Kiki y Oka-sama, quien se mostró aliviada de que Idalia cumpliera su objetivo.

-Idalia-san, veo que lograste entrar en Deimos, pero por favor... cuídate...- suplico, mientras Belerofonte la miró fijamente.

-Athena al parecer estamos en el último acto de esta batalla...- declaró, mientras en el suelo yacían Darío, Yaro y Elliot.

-Yo opinó lo mismo...- declaró Aarón, Belerofonte regresó a mirarlo.

-¡A ti también te llego tu último acto, viejo amigo!- señaló mientras el santo de Piscis se preparaba para pelear, sin embargo Selenia se coloca delante de él.

-¡Espera! ¡Tú y yo tenemos una cuenta pendiente, te haré pagar el haberme quitado a mi familia!- declaró con molestia.

-¡Selenia, por favor déjame esto, tu ve con Darío-san y Elliot!- exigió, sin embargo Darío imito a su sobrina, colocándose delante de él.

-¡Lo siento Aarón, pero mi sobrina tiene razón, debemos vengar a nuestra familia, mi hermano Dalton, y su esposa e hija!- declaró, él y la joven elevaron su cosmos.

-Darío-san, respeto su deseo, pero si yo no le doy fin a este asunto, haber nacido no tendría sentido para mi!- declaró ante la sorpresa de sus compañeros, de repente un inmenso cosmos, lleno de ira y maldad, inunda el templo de Athena, ensombreciendo el panorama, el ultimo héroe al servicio de Ares, hace reverencia, todos se sorprenden, poniéndose alerta.