-¡No los dejaré escapar, santos de Athena!- declaró una delicada voz femenina, la cual todos reconocieron, Aarón e Idalia, palidecieron.
-Esa voz...- susurró con horror Aarón, Idalia no despegaba su vista de la entrada del templo, sudando con escalofrió.
-¡Sharon!- grito Idalia, sus mayores temores se solidificaron al ver salir a su hermana, quien pese a ser ella, luce muy diferente, posee una fiera mirada, sedienta de sangre, en sus labios hay una sarcástica y fría sonrisa, porta una armadura que exalta aquella bella y delicada figura, de color negro y toques rojos, cubre su pecho y parte de la espalda baja, una falda metálica abierta de en medio, botas largas de tacón alto y fino, en la cintura tiene un látigo.
-¡Se equivocan!- declaro con una voz de fastidio. -Ahora soy la hija de Ares, llamada Dayanne...- dijo con firmeza, Idalia no daba crédito a lo que ocurria.
-¡Pero qué dices!- grito, dando un paso al frente, quería tocar a su hermana. -¡Tú eres Sharon de Andrómeda, mi hermana, hija de un santo muy poderoso! ¡No lo olvides!- suplicó con desesperación.
-Yo no te conozco... ¡sólo sé que tú y el santo de Piscis son objetos importantes para mi recipiente!- declaró, comenzó a elevar su cosmos, usando sus habilidades divinas, elevó a los mencionados, sus ojos dejaron salir un destello carmesí, comenzando así a asfixiarlos, ante la incredulidad de sus compañeros.
-¡Espera, Sharon-chan!- exclamó Selenia, Dayanne la miro con molestia.
-Pegaso... ¡Como te atreves a dirigirme la palabra, tú también debes pagar!- declaro, su mirada volvió a soltar aquel destello, claramente le haría lo mismo a Selenia.
-Dayanne-sama...- habló Belerofonte, quien continuaba con la mirada baja. -La joven dejó de mirar a Selenia, para ver al héroe, quien parecía hablar con temor.
-¿Qué pasa?- cuestionó algo incrédula, pero no estaba molesta.
-El santo de Piscis... nosotros debemos encargarnos de él...- suplico, la joven observó como sus subordinados estaban tensos.
-Yo misma me encargaré...- dejo de mirarlo, dispuesta a seguir torturando a los santos.
-¡Espera hija!- exclamó una voz grave retumbo por todo el sitio, generando que Sharon suelte a Idalia y Aarón, quienes caen bruscamente, sus compañeros van a auxiliarlos.
-¿Idalia, estas bien?- cuestiono Selenia un tanto preocupada, mientras Hakirei se encuentra con Aarón, ambos santos recuperan el oxígeno.
-¿Qué pasa, padre?- cuestiona un tanto molesta.
-Lo siento hija, pero tengo un pacto con los héroes míticos, y debo de cumplirlo...- declaro el dios, sin salir siquiera del templo, la joven chasqueo la lengua con fastidio, Belerofonte mostró un rostro de alivio.
-De acuerdo...- dijo de mala gana, autoritariamente señalo al santo dorado. -¡Terminen con su vida, también la de sus compañeros!- Aarón comenzó a levantarse, quería alcanzarla, pero sus compañeros se lo impidieron.
-Sharon... chan... espera, yo vine por ti, vine por mi blanca paloma...- declaró con melancolía, Idalia también pudo levantarse después del pequeño descanso.
-¡Maldito Ares!- exclamó Idalia. -No te perdonare... yo prometí que nadie más dañaría a mi hermana...- comenzó a tomar una pose de pelea, por su parte, la joven daba la espalda a los que una vez fueron sus compañeros.
-Lo siento... pero Andrómeda está muerta, pronto se unirán a ella si eso es lo que quieren...- entró al templo, mientras los héroes míticos comenzaban a levantarse.
ESTÁS LEYENDO
Saint Seiya. Siguiente Generación. 1a Temporada.
FanficLa tierra siglo XXIII, la humanidad sigue siendo su peor enemigo, por esa razón los dioses han decidido acabar con la raza humana, sin embargo Athena como protectora de Tierra se levanta una vez más en contra del Olimpo... Siempre acompaña de sus fi...