Ya ha pasado un tiempo relativamente largo. Ángel ha estado entrenando con Shen, mientras que Ada y Windrake se han encargado de cumplir las misiones de la organización.
En este tiempo, Ada no pudo averiguar nada sobre el pasado de Windrake, ya que la memoria de éste seguía completamente bloqueada. Pero hay algo lo que sobre sí pudo averiguar. Resultaba que su padre conocía la existencia de los Doce Apóstoles; sin embargo, estos tenían poderes que les valieron nunca poder haber sido eliminados por ALID.
Ese día parecía normal, en la medida en la que se pueda usar esa palabra. Mientras Windrake descansaba en el área que se le había proporcionado dentro de la base de operaciones, una voz comenzó a sonar dentro de su cabeza.
—¡Windrake!, ¡Windrake! ¡Responde!
El dragón pudo reconocer esa voz inmediatamente, de inmediato se puso en estado de alerta.
—¡Mariner! ¡Aquí estoy! ¡¿Qué sucede!?
—¡Sorium sucede! ¡Y los tres Hellhounds lo acompañan! ¡Están atacando mi templo! ¡Creo que buscan la Gema de Horus!
—El desgraciado no había muerto... ¡Allá voy! ¡Resiste un poco más!
—No puedo contra los cuatro... El techo se colapsa... Windrake... Ayúdame.
En ese momento, la voz de Mariner se cortó de repente, en medio de los quejidos de dolor que se intercalaban en cada frase que él decía.
—¡Mariner! ¡Mariner!, ¡responde!
Nada. Más que una aterradora incertidumbre que poco a poco se transformaba en una ira tremenda.
—¡Malditos!, ¡Malditos!, ¡¡¡Malditos!!! —mientras la ira de Windrake seguía aumentando, involuntariamente se transformó, comenzando a arremolinar el viento a su alrededor—. ¡¡¡Nunca se los perdonaré!!!
—¡Windrake! —era la voz Ada, quien había entrando corriendo al escuchar los furiosos gritos de su amigo.
—Maestra... —la ira de Windrake amainó ligeramente al escuchar aquella voz—. ¡Tenemos que ir al Templo de la Mente ahora mismo!
—¡¿Por qué?! ¡¿Qué sucede!?
—Los Hellhounds, y Sorium. Atacaron el templo. Mariner... No es tan fuerte como nosotros... Probablemente está...
—¡No hay tiempo que perder! ¡Adelante! —interrumpió Ada a propósito para evitar que Windrake pronuciara la temible palabra.
Así, en una carrera de vida o muerte contra el tiempo, nuestros héroes volaron a toda velocidad en dirección al Templo de la Mente. Al llegar, utilizando una burbuja de aire, se sumergieron para encontrarse con una escena terrible: el templo se encontraba destruido, y ninguna luz azul lo iluminaba, dejándo a oscuras el lugar, dando un peor aspecto a ese fatídico escenario, el cual sólo podían apreciar gracias a los poderes de Ada.
Sin perder el tiempo, nuestros héroes comenzaron a mover los escombros, ayudándose de la fuerza de Windrake y de los poderes de Ada, y ahí, a centímetros de quedar completamente aplastado por un gran bloque de piedra, yacía Mariner, en su forma contenida, con su armadura rota, y cubierto de mordidas sangrantes.
—¡Mariner!
Windrake quedó horrorizado al ver esto, de modo que fue Ada quien tomó control de la situación, atrayendo a Mariner dentro de la burbuja de aire, dejándo una burbuja de agua alrededor de su cuerpo, para que pudiera respirar en el mejor de los casos.
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Angel the Cat: Dioses y Monstruos
FantasyDurante miles de años, la Tierra fue gobernada por los dioses, seres poderosos que dieron vida a todas las criaturas imaginables. Esto cambió cuando el ataque de un invencible monstruo obligó a los dioses a sacrificarse para poder sellarlo en el núc...