Capítulo XVIII

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Ángel, después de mirar a los ojos a su rival durante algunos segundos, saltó hacia el campo de batalla, aterrizando justo en frente de Ada, a la cual miró con delicadeza y le dijo:

—Ayuda a Windrake. Yo me encargaré de él a partir de ahora.

—¡Sí! —contestó Ada, para luego ir inmediatamente a ayudar a su amigo.

—Vaya —dijo Dark—. Sin duda, ya no eres el mismo Angel the Cat que conocí hace un año. Ese arco que empuñas es el Báculo de la Rosa, ¿verdad?

Como respuesta, Ángel agitó el arco. Éste se cubrió de pétalos, al disiparse, había tomado la forma del antes mencionado báculo.

—Tan sólo es un pequeño truco que que descubrí durante mi entrenamiento.

—Fascinante. Supongo que podemos pasar directo a la acción —al término de esta frase, los brazos de Dark ya se habían transformado y su cola había crecido.

—Cuando quieras —exclamó Ángel adoptando una pose de guardia.

Sin perder tiempo, Dark se lanzó velozmente apuntando a Ángel con su báculo, nuestro héroe, con unos sorprendentes reflejos, se cubrió con su propio báculo, causando una explosiva colisión entre las dos armas.

—Tú lo has dicho, ya no soy el mismo

Éstas palabras fueron rematadas por un ataque del Báculo de la Rosa, que obligó a Dark a retroceder.

—No hay duda alguna, has mejorado significativamente.

Dark extendió su mano derecha y, mientras sujetaba su báculo con la otra, lanzó sus cadenas de energía, pero Ángel dió un salto en el aire y, transformado el báculo en arco, para luego cargar tres flechas a la vez, exclamó:

—¡No caeré dos veces en la misma trampa!

Para luego disparar las flechas, haciendo que cada una de ellas ensartara una cadena en el suelo. Aprovechando la momentánea inmovilización de su oponente, nuestro héroe atacó, lanzando sus Rayos Cuchilla. Por desgracia, gracias a su mano libre, Dark pudo repeler el ataque.

—¡¿Que acaso no tienes una técnica mejor?! —se quejó.

—¡Por supuesto que sí! —dijo Ángel, volviendo a la normalidad su báculo y apuntando con el a su oponente—. ¡Ataca, Báculo de la Rosa!

Un remolino de pétalos salió disparado hacia Dark, rápidamente, él hizo desparecer las cadenas para poder esquivarlo.

—Entonces, corresponderé —dijo apuntando a Ángel—. ¡Ataca, Báculo de la cobra!

Una esfera de energía roja salió disparada hacia nuestro héroe, él pudo repelerla, para sorpresa de Dark, la cortó con sus garras.

—¿Qué acaso no tienes una técnica mejor? —dijo Ángel en tono sarcástico.

—Supongo que también corresponderé —respondió Dark, sonriendo satisfactoriamente—. Báculo de la Cobra, ¡transformate!

Con éstas palabras, Dark levantó su arma en el aire, y ésta comenzó a acortar su longitud, hasta que la empuñadura y la cabeza de la serpiente solo estaban separados por unos cuantos centímetros; sin embargo, esta longitud perdida la compensó con la enorme hoja que salió de la boca de la cobra.

—Veamos si puedes contra la Espada de la Cobra.

—Así que tu también puedes hacerlo. No tengo una espada, ¡pero sí tengo esto! ¡Actívate, Látigo de Espinas!

El Báculo de la Rosa, igualmente se acortó notoriamente, pero en vez de compensar esa longitud con una hoja, lo hizo con una gruesa enredadera, cubierta de espinas por todas partes, con una especialmente grande en la punta.

Angel the Cat: Dioses y MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora