Capítulo 35.

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Desde que se subió a la camioneta está durmiendo, y no tarde ni dos minutos hablando con Bob afuera. Accidentalmente caigo en un hueco de la carretera y se despierta.

- Eres experta en dormirte en menos de dos minutos- me burlo.

- No has visto nada.

- Ya estamos llegando -le informo.

Se acomoda en el asiento y comienza a teclear en su teléfono.

- Si te vuelves a quedar dormida, te dejo aquí en el auto. No quiero que me muerdas si intento despertarte -Dice mientras gira el volante en una curva -no miento.

- Tampoco soy Fiona cuando me despierto.

- Eso no me consta.

En la entrada de la puerta esta Alice esperándonos.

- Como hombre, pensé que mínimo, traerías sólo una maleta - dice observando los dos bolsos que hizo Marta.

- Nunca se sabe que ocasiones pueden presentarse.

- Eso, o eres una diva.

- Nuestra ropa ocupa más espacio que la de ustedes -¿no?

- Excusas. Pagarás un buen dinero en estacionamiento hasta mañana en la noche -caminamos de regreso.

- Bob vendrá más tarde a buscarlo.

- ¿No irá con nosotros?

- No - Ay Ada.

Veo como en su mente se crean miles de pensamientos.

Le extiendo su boleto, porque sino mi mente también se pondrá creativa.

- ¿Y los muchachos?

¿Es que hay otro aparte del imbécil que llevo al restaurant? Ya hasta se me olvido su nombre.

- Adentro. Hola Aaron -me distrae.

- ¿Cómo esta señora Foster? -le doy el beso en la mejilla que no le di a su hija.

- Nada de señora, Alice, mi nombre es Alice. Pero bien, estoy bien, los estaba esperando porque ya tenemos que entrar a la zona de embarque.

Alice es tal cual como la recuerdo. Siempre hablaba con ella mientras esperaba que Ada bajara de la habitación de Holly, y no le menti cuando le dije que me gusto verla de nuevo.

- Entremos para despedirme de los grandulones. ¿Nos da tiempo? -me pregunta.

Y ahí va de nuevo con eso. Miro mi reloj y me dan ganas de decirle que no y montarla en el avión de una vez por todas, pero no tengo derecho.

Tampoco es que lo necesito, Ada saca ese lado posesivo que no pensé tener.

- Si.

Ella camina con su pequeña maleta adentro con su mamá. Veo que los saluda y el degenerado de Bruce... Bruce es que se llama, la levanta del piso y no puedo creer como a Ada se le marca más la braga en su trasero mientras esta así. Si fuese mi novia, me tendrían que matar primero para dejar que la miren así, miro hacia otro lado porque siento que la arrancare de sus brazos y no la montare en el avión, la amarrare joder.

La señora Foster se despide de ella y logro escuchar que vuelve a nombrar aquello sobre la seguridad, de hoy o mañana no pasa que averigüe respecto a eso. Se hacen bromas entre ellos mientras ella les sonríe.

- Y tu buenmozo -me habla Alice - suerte con esta mujer de viaje, no me la amargues mucho temprano, porque hasta yo que soy su madre, me han entrado ganas de lanzarla de un edificio bien alto. Y no te olvides de visitarme para que te des un buen bronceado -la abrazo.

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