Capítulo 43.

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Miren quien llego, soy🎵💃... ok no.

Capítulos 43-47, lo dividí en varias partes ajajaja. ¡Disfruten!

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Siento que tenía años sin dormir hasta tarde, veo el reloj y son la 1 de la tarde en punto, suena mi teléfono así que me estiro para alcanzarlo en la mesita de noche.

"¿Despierta?"

Sonrío, es Aaron.

"Son la 1 de la tarde, claro que estoy despierta"

Me iré al infierno por mentirle a mi jefe, no llevo ni 2 minutos despierta.

Me levanto para drenar mi vejiga y cepillarme los dientes, soy un desastre andante. Se siente extraño estar un miércoles en casa. Escucho que suena mi teléfono y voy con el cepillo en la boca a buscarlo, lo dejé afuera.

"No sé porque presiento que te acabas de despertar"

"Mi jefe me descubrió mintiéndole"

"Estarás en problemas entonces, tendré que amonestarte de alguna manera"

Mm, eso suena caliente, escupo la espuma que hace la pasta de dientes porque ya me estaba babeando.

"Creo que mi buen desempeño laborar lo recompensa"

"Lo seguiré pensando"

Suena nuevamente el teléfono.

"Me estoy desviando del tema"

"¿Qué tema?"

"Quiero verte. Creo que me haces falta"

Me siento como en esas imágenes donde la chica corre por toda la casa cuando le llega este tipo de mensajes, hago un pequeño baile.

"¿Crees?"

"Maldición, no. Me haces falta"

Siento que mi sonrisa se saldrá de mi rostro en cualquier momento.

"Mira las idioteces que piensa esta mujer, es algo ilógico que se salga tu sonrisa" Dice Cleopatra agachando la cabeza indignada y avergonzada

"Es aquí donde dices: "Tú también me haces falta apuesto y asombroso Aaron"

Entra una llamada de Holly y no logro responder el mensaje.

- ¿Me tengo que enterar por las noticias, que mi hermano y mi mejor amiga estuvieron de viaje?

- ¿Prensa?

- Sí, hay fotos en Internet — suspiro, no quiero nada de esa atención.

- Fue un viaje de trabajo.

- ¿Hubo sexo?

- Hollyyy —digo arrastrando la última letra.

- Ok, no me cuentes por aquí. Ven a mi oficina, ordene comida.

- ¿Y si te hubiese dicho que no?

- Me como yo sola la comida.

- Y te creo, en 30 minutos salgo —nos despedimos y cuelgo.

Hay dos mensajes más.

"¿Almorzamos?"

"Me siento como el intenso con tantos mensajes"

Dulce Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora