53 - "El pasado siempre regresa"

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Laura examinó el suelo de la celda de retención, donde el sospechoso estaba hasta hace poco. Un polvo fino esparcido por el piso captó su atención, eso no estaba antes.

—Es polvo de hadas. — dijo Chris, el hermano de Logan, saliendo de la nada. ¿Cómo hace eso? No era la única en preguntarse eso. — Debieron abrir un portal para sacarle.

—¿Las hadas le prestaron ayuda al falso Valentine? — inquirió Laura frunciendo el ceño.

—O tal vez él sea una de ellas. — agregó el rubio menor. — Eso explicaría un montón de cosas.

—Pero si entró al Instituto...

—También es nefilim. — ambos giraron la cabeza hacia la puerta, observando al padre de Chris cruzado de brazos, el semblante serio. — Recuerdo haber mencionado que te mantuvieras alejado de esto, Christopher.

—Lo haría, si pudiera. — respondió el menor imitando la postura de su padre. —pero es mi hermano al que raptaron, quiero ayudar.

—Ya ayudaste demasiado, ve a la sala principal. Tu madre te necesita. — Chris rodó los ojos, pero hizo lo que le indicaron, marcando sus pasos más de lo normal al salir del lugar.

Laura miró al padre de Logan, el parecido con todos sus hijos era sorprendente. Aunque uno de estos se empeñara en negarlo.

—Tu madre también te necesita en la sala principal. — le comunicó el hombre frente a ella.

—No lo creo. — negó divertida, incluso sonrió un poco.

Le dio la espalda, agachándose donde Chris antes señaló el polvillo de hadas.

—Aún así te busca.

—Usted sería la última persona a la que mi madre le pediría algo. Primero cortaría su lengua, antes que dirigirle la palabra. — deslizó los dedos sobre la superficie áspera, palpando algún pasadizo secreto, o cualquier cosa que les ayudase con la búsqueda. — ¿Me equivoco? — preguntó en retórica. Cuando no hubo respuesta, Laura asintió para si. — Eso creí.

Una corriente eléctrica a través de su brazo la sobresalto, expulsándola un par de metros hacia atrás.

—¿Qué...? — empezó a formular el padre de Logan.

—¡Laura! — exclamó Lucas entrando a la sala de interrogatorios, resbalando un poco antes de detenerse a su lado. — ¿Estás bien? — inquirió con el ceño fruncido.

—Si, solo fue una descarga. No me lo esperaba. — explicó a las dos personas presentes.

El hombre mayor no perdió el tiempo mientras la pelinegra hablaba. Laura observó como trazaba, con ritmo seguro, una runa justo en el lugar que la mandó a volar. Un resplandor, que apenas duro un segundo, trajo consigo un circulo, una especie de pentagrama pintado en la pared; a la vista de todos, donde pocos pueden verlo.

—Creo que ya podemos rastrearlos. — dijo Lucas. — Voy por mi papá.

Su parabatai se fue corriendo en busca de Magnus. Dejándole, de nuevo, con el extraño nefilim frente a ella.

—¿Cómo supiste dónde buscar? — preguntó el hombre, mientras se volvía a poner de pie.

—Chris lleva advirtiéndonos todo este tiempo de sus hallazgos. — explicó Laura en un encogimiento de hombros. — Deberían de darle más crédito al chico, utiliza su inteligencia para el bien en lugar del mal. Solo decidí hacerle caso.

Por más extraño que pareciera, Sebastian, mejor dicho, Jonathan, no la intimidaba mucho. Si esa persona ha criado tres hijos, bastante normales y nada maliciosos, en la mente de Laura era inconcebible que fuera tan... malo. Quizá su tía Clary tenía razón, y la señora Nina cambió en su hermano... después de apuñalarle en el corazón. Cualquiera cambiaría después de eso.

Cazadores de Sombras: Herederos del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora