Han pasado 20 años desde la última batalla contra los Nephilim.
Nada ha cambiado sustancialmente. La Clave siendo dirigida por cazadores de mente cerrada, la constante fricción con los subterráneos, incluso la actividad demoníaca ha ido disminuyend...
Sky golpeaba con fuerza sus zapatillas de punta contra el suelo de la sala de armas del Instituto. Lo que Will previo se cumplió: tendrían que permanecer en el Instituto por tiempo indefinido. Adiós Giselle, adiós compañía de talla mundial, adiós a sus sueños. Todo se fue por el drenaje en cuestión de segundos, pudo ver la culpa en los ojos de su hermano en cuanto sus padres le informaron que los ensayos habían terminado.
Con un último golpe al zapato derecho termino de quebrarla. Siguió con la izquierda.
—Se supone que aquí solo se vienen a elegir armas. — anunció Isabelle, la mujer de cabello negro la miraba con algo que no supo identificar.
—Ya me iba. — dijo Sky, limpiándose disimuladamente los ojos.
Juntó sus cosas y salió con rapidez de esa habitación. En el pasillo no pudo aguantar las ganas de golpear su zapatilla contra la pared, así que lo hizo, causando un ruido sordo. Se dirigió a su habitación y no se perdió, al fin algo bueno en estos últimos días de mierda.
La habitación estaba prácticamente en blanco, el tapiz de las paredes era horrible, los colores claros eran los favoritos de Sky y todo en este lugar parecía tan lúgubre. Unos golpes a su puerta captaron su atención.
—Pase. — dijo la rubia sin muchos ánimos.
Incluso su cama era horrible y no porque no fuera cómoda, sino porque simplemente no era la suya.
—Hola. — saludó un insistente Lucas entrando a su habitación. — Este lugar no es tan malo, lo juro. — se sentó junto a ella. — Bueno, tampoco es que conozca muchos lugares, pero... no estoy ayudando, ¿verdad? — negó Sky sonriendo ligeramente.
Lucas le agrada, no la evita o la trata diferente.
—¿Bailas? — preguntó el castaño mirando sus zapatillas en el suelo.
—Bailaba. — corrigió la rubia sin sonreír, con los ánimos bajos. — Ya no más.
—¿Quieres seguir bailando?
—Es obvio, ¿no? — replicó Sky malhumorada.
—Entonces... encontraremos la forma de solucionar eso. — aseguró Lucas.
Eso sí llamo la atención de Sky.
—¿Como?
—Ya lo veras.
Sky frunció el ceño ante las palabras de Lucas, preguntándose cómo es que el cazador lograría eso.
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Logan se levantó temprano por cuenta propia. Algo extraño, ya que odia madrugar. Josie, su prima, le dio un rápido recorrido ayer, después de la horrible noticia que anunciaron sus padres. El único contento parecía ser Christopher, mientras Sky solo permaneció en su nueva habitación el resto del día, intentó llamar a la puerta un par de veces, pero la culpa se lo impedía.
