Han pasado 20 años desde la última batalla contra los Nephilim.
Nada ha cambiado sustancialmente. La Clave siendo dirigida por cazadores de mente cerrada, la constante fricción con los subterráneos, incluso la actividad demoníaca ha ido disminuyend...
William se preparaba mentalmente para lo peor. Los guardias no le prestaban atención del todo, obviamente, alguien atado era de bajo peligro. Sin embargo, Will no era ningún tonto, era cuestión de tiempo para que Mark entrara a la habitación. Le preocupaba aún mas lo que fuera hacerle a su primo, no tenía un buen presentimiento.
Suspiró, intentando aflojar las cuerdas alrededor de sus muñecas. Dos toques a la puerta interrumpieron su tarea, haciéndole fruncir el ceño, ¿por qué Mark tocaría a la puerta? A menos que...
Uno de los guardias atendió, extrañado por tal acción. Will medio sonrió, imaginado a quien estuviera del otro lado.
—Servicio a la habitación. — la voz de Sky, su prima, se escuchó al otro lado.
—No...
La punta de un cuchillo serafin atravesó el cuerpo del guardia. La figura pelirroja de su hermana fue lo primero que vio, tras la caída del hombre. Por supuesto que los guardias restantes, se lanzaron contra su hermana, pero Josie no venía sola. Max la hizo a un lado, para enfrentarse a los custodios junto a Sky, mientras Chris...
—¿Trajeron a un niño de doce años a una batalla? — inquirió Will sin ocultar su sorpresa. — ¿Y tú no estás convaleciente? — siguió con el interrogatorio mientras su hermana cortaba de sus ataduras.
—No preguntes, William. Copo de nieve es muy persistente. Y estoy bien.
William liberó sus brazos del resto de la cuerda al mismo tiempo que se ponía en pie.
—Bien. — aceptó a regañadientes mientras Josie le pasaba un arma. — ¿Y nuestros padres?
—Verás, es una curiosa historia. — comenzó Chris está vez, que abrió mucho los ojos cuando vio a otro cuerpo caer. — Pero... vienen de camino.
—De acuerdo, fingiré que eso no me molesta. — siguió William, guiando a los demás fuera del cuarto. — No tardaran mucho en volver, tenemos que salir de aquí y encontrar a Logan. — informó al grupo. — Tú, quédate detrás de mí y no te separes. — le dijo directamente a su primo menor. — Andando, con algo de suerte podremos sacarle ileso.
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Laura caminaba junto a su parabatai, todo el grupo se había divido para abarcar mejor el territorio, agradeciendo internamente las oscuras paredes que los resguardaban del agresivo clima.
—Todo está siendo demasiado fácil. — mencionó Lucas a unos minutos de recorrer el ¿castillo? Seguía deliberando lo que fuera ese lugar. — No me gusta este silencio.
Era cierto. Desde que ingresaron al interior de la fortaleza, no vieron a ningún guardia. Laura y Lucas se quedaron rezagados de sus compañeros, mirándose directamente, intentando entender que se sentía tan incorrecto.
—¡Abajo! — exclamó uno de los nefilims que venían en su grupo.
Sus reflejos actuaron antes que su mente registrara el hecho. Un par de cuchillas salieron de las paredes, una trampa muy cliché y sumamente efectiva.
