Han pasado 20 años desde la última batalla contra los Nephilim.
Nada ha cambiado sustancialmente. La Clave siendo dirigida por cazadores de mente cerrada, la constante fricción con los subterráneos, incluso la actividad demoníaca ha ido disminuyend...
Sky no se perdía las miradas que su hermano y Laura se dirigían cuando pensaban que nadie los veía. Obviamente algo paso entre esos dos, porque Logan al fin se dignó a mostrar su feo rostro. Cuando lo vio, prácticamente lo derribo y comenzó a golpearlo por comportarse como un ingrato; Lucas tuvo que intervenir para alejarla de su hermano, el cual ni siquiera se defendía.
—No puede ser que aún sigas enojada conmigo, Sky. — mencionó su hermano sentándose a su lado.
Ahora que Logan al fin apareció, la Clave los reunió en una sala común, probablemente para taladrarles con preguntas incómodas. Al único que llamaron una vez que regresaron a la realidad, fue a Will y este solo los mando a freír espárragos.
—Ya entendí que fui tonto e infantil en mi comportamiento. — dejó que continuara con su disculpa, se la debía y a sus padres también. — Me tomó unos días entenderlo, pero jamás volveré a huir de esa forma, lo prometo.
Era difícil negar la veracidad de sus palabras cuando la miraba de esa forma, tan arrepentido y transparente.
—No lo vuelvas a hacer. — le advirtió recargándose en su hombro. — Tampoco seas un idiota con Laura o la uses de segundo plato.
—¿De qué estás hablando? — se hizo el desatendido.
Estuvo a punto de creerle, su hermano contaba con ese encanto que atrae instantáneamente.
—Solo trátala bien. — siguió Sky con seriedad, sin dejarse engañar por la aparente falta de interés de Logan. — He visto cómo te mira, y si no quieres nada serio, por lo menos ten la decencia de decírselo. — murmuró en voz baja. La expresión del rubio era de incredulidad, si, un buen actor — antes de que realmente se enamore de ti.
—Sky...
—Un día podrías amanecer sin un miembro muy preciado de tu cuerpo, — señaló la entrepierna de Logan con un gesto de barbilla — ella no necesita que la defiendan, pero le dolerá. Así que, cualquier cosa que planees, piénsalo dos veces.
Con eso dicho se levantó para ir a donde su novio, quien mantenía una conversación con Max.
—¿Todo bien? — preguntó Lucas tomando su mano.
—Eso espero. — respondió dando un vistazo a su hermano y a la morena que se sentó junto a él.
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Jonathan observaba a su esposa volver en si, su desmayo lo tomó por sorpresa. Después de eso, ya ni siquiera se quedó a oír las múltiples acusaciones y teorías del resto de los presentes. Lo más importante era una persona: Nina.
—Dime que Marco no tiene nada que ver con Strauss. — fue lo primero que pidió Nina cuando volvió en si.
—Ni siquiera se llama Strauss. — respondió Jonathan sin ocultar su alivio. — Es su padre, Nina. Uno ausente, pero su padre al fin. — soltó en un suspiro.
