Si tu vida literalmente estuviera ligada a otra persona lo normal sería llevarse bien con esa persona, nosotros lo intentamos. La química en nosotros es exacta y llamativa. Lástima que los problemas nunca faltan. Sin embargo, el sigue moviendo mi mu...
Mi cuerpo se queda estático por unos minutos, mi corazón parece un tambor en marcha.
-Daka. -Sus ojos fijos en el enorme bulto que cargo me ponen nerviosa.
Giro deprisa y comienzo a correr a la casa tan rápido como mi vientre me lo permite.
-¡Dakaria! -Su voz suena muy serca, aunque no lo crea esto me recuerda tiempos pasados.
-¡Margaret! ¡Margaret abre la puerta! ¡Margaret! ¡Abreme! -Grito mientras corro, cuendo llegó veo la puerta abierta con Margaret al lado de ella.
-¿Pero qué demonios ocu...? ¡Corre niña, corre! -Supongo que cambió de opinión al ver quién viene detrás de mí.
Una vez dentro de la casa y con la puerta cerrada sacó la maleta que tenía preparada para el viaje y está detrás del armario.
-No entiendo cómo me encontró, pero debemos irnos. -Tomo ropa de la maleta y me visto lo más rápido que puedo.
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-No encuentro una buena explicación pero saldremos de aquí, solo déjame preparo unas cosas. -El cuerpo de Margaret se movía a la puerta de la casa justo cuando se escuchó un estruendo en el piso de arriba.
-Rompió la ventana. Salgamos por la puerta delantera.
-¿Estás loca? Obviamente sabrá que saldrás por ahí.
-Es mucho más probable que cuide la puerta trasera en vez de esta. Sal ahora. -Respondí cargando la maleta de mano.
-Nostrum nonabscondam -Toco su pecho y seguidamente el mío junto a mi vientre.
Abrimos la puerta despacio y al ver que no había nadie salimos, se giro a mi y puso su dedo en sus labios, indicándome que no hiciera ruido.
-Maldita sea, cuando vea a Margaret le daré tan duro que no se levantará en dos semanas. -Me volteó super rápido cuando veo a Dave detrás de nosotras.
-A Daka la golpeare con un palo por ponernos en estás, es mucho tiempo. -Mi hermano... Tampoco nos a visto.
Supongo que lo que Margaret dijo era un hechizo de protección o ocultar. Como sea, le agradezco.
-Buscalas, ahora. Sé que no está lejos aún puedo sentirla. -La voz de Eric se manifiesta a un metro de nosotras. Una chica de cabello negro se acerca a el y extiende sus manos.
-Presivol.
Hubiera salido corriendo de ese lugar sino hubiera el visto como tomaban a Margaret de los brazos y aplicaban una inyección en estos, cayendo su cuerpo inconsciente en el piso.
-Daka... -Sonrió y estiro su mano en mi dirección ofreciéndome apoyo. Retrocedi tocando mi vientre.
Un pinchazo en mi cuello me hizo tocar allí, un dardo.
