doux | pjm+myg

capítulo uno; heat

Busan
Friday 13rd, May
12:45pm

El sol cubría aquel gran instituto, impactando con fuerza sobre las cabeceras de los estudiantes.
Centenares de ellos corrían en dirección a las calles, entre risas y charlas espóntaneas sobre lo que había sido el día. Sin embargo, dos, precisamente dos estudiantes se refugiaban bajo un árbol, a un lateral del terreno.

— O-Odio ésto.. -Jimin habló. Su capucha cubría su rostro y estaba sudando más de lo normal.- ..Estoy hiperventilando.

— Cállate, mocoso, entre el calor sofocante y tú, me arrancaré las orejas. –El dicho Taehyung respondió esta vez, y permaneció cruzado de brazos, aún con aquel gorro de hilo cubriendo su cabello.

Un auto frenó justo frente a ellos, bruscamente. Tanto Taehyung como Jimin corrieron hacia él, metiéndose en el vehículo como si de aquello su vida dependiera.

— Niños. –La mujer rompió el silencio del frío ambiente. Frío porque, literalmente, el aire acondicionado estaba a más no poder.

— Hola, mamá. –Murmuraron a tono, y ambos adolescentes se quitaron aquello que cubría sus cabezas.

El viaje duró poco.
Tanto Jimin como Taehyung entraron detrás de su madre a su casa, con el cuerpo ya a temperatura normal.

Como todos los mediodías, el almuerzo fue algo silencioso, aún más cuando la señora Park había cocinado tanta cantidad.

Finalmente, cuando Jimin se relamió los labios al terminar de comer, se puso de pie con su hermano mayor detrás de él, corriendo hacia las escaleras.

Y, para no perder la costumbre, cada uno se desvió a su habitación.

Un día más.

Jimin, por su parte, se despojó de la mayoría de sus prendas y se desplomó en la cama con la música a tope, divagando en las mismas ideas de siempre.

Jimin tenía dieciséis años, y en tan sólo una semana y media cumplía diecisete. Su rutina era fácil y algo silenciosa; sólo salía cuando su hermano lo acompañaba, y se la pasaba inmerso en su habitación con la música fuerte o los videojuegos en pausa.
Aún así, había algo que siempre distraía a Jimin; las relaciones.
Jimin no había tenido novia, ni novio. No sabía mucho sobre eso, y tampoco le interesaba. Lo único que consumía de lleno la intriga de Jimin era el sexo.
Solía pensar bastante seguido en aquello, de hecho, hasta podríamos decir que le tenía miedo.

Taehyung era algo diferente. Él era el hermano mayor de Jimin, pero no por mucho; tan sólo había cumplido los diecisiéte el año pasado.
Taehyung era el opuesto de Jimin. Era más extrovertido, desinteresado en todo y sí, podría decirse que algo.. muy mujeriego.
A él no le interesaba el sexo, ni las relaciones, precisamente porque ya las había tenido.
Y aún cuando su madre había sido muy protectora con él, había encontrado la forma de investigar por su cuenta, a diferencia de Jimin.

Jimin simplemente se había dejado cuidar, y Taehyung solía escaparse en cada recoveco que lograra aprovechar.

A todo ésto, ambos ya habían transcurrido la tarde en casa, sólo para no perder la costumbre.

El reloj se posaba en las siete de la tarde cuando Taehyung salió disparado de su lugar, resbalando los pies en el suelo y con aquella característica sonrisa geométrica tomando lugar en su rostro.

— Jimin, Jimin.. ¡Jimin! –Nombró a su hermano varias veces, hasta que entró a su habitación sin siquiera preguntar.

— Sí, puedes pasar.. –El menor habló desinteresadamente, y ni siquiera levantó la mirada cuando lo hizo.