capítulo dieciocho; a secret

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Jimin continuó corriendo sobre los peldaños, esquivando gente y lidiando con el peso de su mochila sobre sólo uno de sos hombros.

- ¡P-Permiso! ¡Lo siento! Ah-h, lo siento, permiso, llego tarde.. -El menor murmuraba reiteradas veces mientras, sin querer, empujaba a los estudiantes que se interponían en su camino.
No solía ser tan brusco, pero el examen del que dependía todo su trimestre de literatura había comenzado hacía cinco minutos ya.

Las azules zapatillas de Jimin frenaron con torpeza frente a la puerta de su aula, y al entrar, se ganó todas y cada una de las miradas allí.

- ¿Alumno Park?

La profesora conectó los agitados ojos del menor, a través de sus lentes de ver.

- L-Lo siento, he.. he tenido un inconveniente. -Jimin se ubicó con agilidad en su lugar, evitando la intimidante mirada de aquella mujer que, hace tan sólo algunos días, había comenzado su licencia en el Instituto.

- No hay problema. Por favor, quítate la capucha. Te daré el examen enseguida.

Jimin tragó saliva cuando oyó aquellas palabras, divisando los movimientos de la sutil señorita.
Un aura de calor lo sofocó, y atinó a responder apenas la profesora volvió su mirada a él.

- Park. -La mujer reafirmó.- Te he solicitado algo.

- Y-Yo.. no.. no puedo, profesora, uhm.. -El tartamudeo nervioso del menor inquietó a la mujer, quien a esta altura, ya había llamado la atención de todo el alumnado.

- ¿Por qué?

- Uh.. yo..

El sudor ansioso que Jimin provocaba corría por su frente, justo por debajo de su flequillo.
No quería que nadie lo supiera, no quería ser.. humillado otra vez.
Buscó en su mente las respuestas posibles en el lapso decisivo de algunos segundos, que para él se sintieron como horas.

- Yo no sé cómo no lo nota.

Aquella voz desvió la atención del avergonzado Jimin.
La profesora, aún más confundida, se giró hacia la dirección contraria, buscando al emisor.

- ¿A qué se refiere, Min?

- ¿No lo ve? -Suga insistió, recostado en su lugar. El lápiz bailaba estilosamente entre sus dedos y su goma de mascar mentolada provocaba cierto sonido no tan agradable para la profesora. Aún así, ésta negó inocentemente, dándole al peliverde lugar a continuar.- Es obvio que ni siquiera se ha peinado hoy. No lo haga pasar verguenza, profesora Chae, que para éso ya estamos nosotros.

La mujer frente a ellos suspiró, creyendo por completo la teoría.
Jimin, por su parte, aflojó su cuerpo enteró y recibió el examen, una vez que la tensión nerviosa lo abandonó.

- Tratad de cuidar vuestra imagen en mi clase. -Ella continuó hablando. Sin embargo, no muchos alumnos estaban prestándole atención; el drama ya había pasado.- No simpatizo con las.. -La profesora Chae detuvo sus palabras cuando inevitablemente se topó con el banco de Suga, haciendo contacto visual con él. El peliverde, de puro descaro, divisó de arriba a abajo la esbelta y elegante figura de la profesora, quien únicamente atinó a ignorar el gesto.- No simpatizo con las irregularidades, Min Yoongi.

Suga tragó saliva, sus facciones cambiaron por completo y, sin darse cuenta, se enderezó.

- Agradecería que no me llame por mi nombre de nuevo. -El peliverde espetó, con los ojos clavados en la mayor.

- Agradecería que siquiera tuviera el mínimo respeto de no tener su pelo como un resaltador de edición limitada. -Ella se volteó, dispuesta a volver a su escritorio.- Pero no todo es como queremos, ¿verdad?

doux | pjm+mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora