capítulo siete; burn

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Jimin temblaba; su cuerpo era puro frenesí.
Una mezcla de pánico e instinto se apoderaba de su coherencia y no lo dejaba ver qué hacía en realidad.

Así fue cómo sus piernas apresaron la cintura de Suga, dejándolo atónito sobre el menor.

- N-No sé.. por qué neces..necesito tanto que me toques. -Jimin carraspeó, sus ojos apenas estaba entreabiertos y sus caderas se apegaron herméticamente a la de Suga.

El mayor, al borde de perder el control, liberó una de sus manos para sostener la cintura de Jimin, manteniendo sus zonas con algo de distancia.

- Jimin, no puedo tocarte. No me hagas.. -El peliverde suspiró en su último intento de contenerse. Y Jimin, simplemente, acercó los labios a su piel y murmuró.

- Sólo h-házlo, Suga.

Suga era humano, a fin y al cabo.
Sus límites tenían un límite.
Al fin y al cabo, no es como si fuera fácil no dejarse llevar por los encantos de Jimin.

Los labios del peliverde apresaron el cuello tenso del menor cuando dejó que su cuerpo cayera de lleno sobre Jimin, impresionándose por la temperatura de aquel.
La piel del rubio quemaba, y las piernas estaban aún más tensas.

Jimin no se sentía bien.
No sabía lo que hacía, no sabía por qué; sólo entendía, por simple intuición, que necesitaba la cercanía de Suga.
Necesitaba que lo toque, aún cuando el miedo le diera ganas de llorar.

Las manos tímidas del menor tomaron las de Suga y las llevaron a sus propios muslos.
El peliverde, comprendiendo el mensaje, masajeó pausadamente las piernas y el comienzo del trasero de Jimin, aún cuando no dejaba de marcar su cuello con insistencia.

Los jadeos inconscientes de Jimin inundaron la audición de Suga, incitándolo a más.
Con el torso desnudo, buscó los labios de Jimin y percibió cómo, mientras se perdía en ellos, el tacto de las pequeñas manos híbridas se fundía en la piel fría de su espalda.

Suga se ladeó, separándose luego de un húmedo beso del que jamás creyó que Jimin sería capaz.
Se alejó apenas; lo suficiente como para ver las mejillas y los labios enrojecidos del menor.

Jimin tenía aún más calor que antes y era precisamente lo que no tenía que pasar.

Suga, frustrado ante sus propios actos, apoyó la frente sobre la de Jimin.

- Jimin, tu.. tu hermano me dijo que no.. que no debías aumentar la fiebre. -Jadeó el peliverde, aún entre las piernas del menor.

- T-Tengo miedo. -Susurró el menor.

Suga iba a contestar, pero se quedó atónito ante el repentino impulso que Jimin ejerció de su pelvis contra la del mayor.
Los ojos del menor se cerraron y Suga tanteó el pánico.

- Llam..Llamaré a tu hermano.

El peliverde corrió hacia su móvil, totalmente sudado.
Jimin, a sus espaldas, se retorcía entre las sábanas, y sentía que estaba a punto de llorar.

- ¿Taehyung?

Suga habló apenas los tonos de llamada pararon.

- ¿Sí?

- Uhm, mira.. T-Tae, Jimin está..peor.

- ¿Hiciste lo que te dije que hicieras?

- ..Más o menos.

- Suga..

- Bueno, no, ya. Vale. No, no lo hice. -Suga peinó su pelo hacia atrás, frustrado, en busca de una mísera solución.

doux | pjm+mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora