capítulo dieciséis; kinda sleepy

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Jimin se metió entre las sábanas cuando el aroma de su remera lo hizo ronronear.
Suga le había prestado una para dormir, la cual le quedaba exageradamente larga.

- Jimin, ¿dormirás con tus jeans? -Suga cuestionó, una vez que comenzó a desabotonar su camisa. El rubor en las mejillas del rubio volvió al ruedo y sin otra alternativa, comenzó a quitarse sus jeans bajo las sábanas.

En bóxers, Jimin intentó distraerse cuando Suga se desvistió.
Pero.. no pudo. El menor simplemente asomaba sus ojos y sus orejas por encima de las sábanas, atentamente detallando al mayor.

Suga dejó caer su camisa blanca y le dio la espalda a Jimin, el cual vió cómo los marcados músculos vestían su pálida piel.
Con rapidez, el peliverde fue al baño y volvió con un pantalón de algodón, aún sin nada en el torso.

Sin decir más nada, se acomodó a un lado del acurrucado Jimin que aguardaba en su cama.
Y, una vez bajo las sábanas, se familiarizó con el calor corporal ajeno.

- Puedes apagar las luces o bajarlas desde allí. -Suga señaló un pequeño panel en la pared, el cual Jimin miró con curiosidad.

El menor probó los botones y Suga observó con ternura aquella curiosisad tan característica de él.

- Uhm.. ¿Suga? -Jimin habló de repente, una vez que logró que las luces estuvieran algo tenue.- Debo decirte algo..

- ¿Sí?

- Pues.. yo.. -Jimin tragó saliva, volviendo a enfrentar al peliverde. Su semidesnudez lo ponía aún más nervioso, por lo cual simplemente intentó esconder su rostro en la almohada.- Yo tengo.. además de orejas y.. los ojos, así, yo.. tengo cola.

Suga entreabrió los labios, ladeó el rostro y se mostró impactado.

- ¿Estás.. diciéndome que tienes la cola de un gato? -Suga creyó haber oído mal, pero el movimiento que Jimin hizo con la cabeza le demostró que estaba equivocado.

- Puedo mostrártela pero.. no, no te burles. -Jimin susurró, y el peliverde negó con rapidez.- Y no me levantes la remera porque tendré que bajarme el bóxer.

Acto seguido, Jimin simplemente se destapó para acomodarse sobre la cama.
Con un movimiento rápido y dándole un poco la espalda a Suga, bajó apenas sus bóxers para mostrar la corta y esponjosa cola, asomándose por debajo de su remera.

El peliverde permaneció shockeado cuando Jimin sonrió, sentándose sobre sus pies y observando al mayor.

- No te quedes en silencio.. -El rubio susurró, con apenas un puchero en sus labios al hacer reaccionar a Suga.

- Jimin, eso.. -Tragó saliva, relamió sus labios y se enderezó.- Lo siento, yo.. no me lo veía venir.

Un silencio extraño pero no incómodo se adueñó de ambos, hasta que finalmente el peliverde lo rompió.

- ¿Puedo sacarle una foto? -Preguntó el mayor, y ladeó su rostro para observar la confusión de Jimin.- Puedo no mostrarsela a nadie si tú no quieres, sólo..

- S-Sí, puedes. -El menor lo interrumpió, algo cohibído.

Acto seguido, y bajo el consentimiento del menor, Suga apuntó la cámara hacia él.
Como si las sorpresas no fueran suficientes para ese entonces, Jimin levantó su remera con algo de timidez, y dejó su espalda desnuda a vista del mayor.
Cuidadosamente, manteniendo el autocontrol y, luego dd agregarle algunos efectos a la imagen, Suga tomó una delicada foto de Jimin.

Cuidadosamente, manteniendo el autocontrol y, luego dd agregarle algunos efectos a la imagen, Suga tomó una delicada foto de Jimin

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- Wow. -Suga suspiró al verla, ladeando su rostro, y reacomodando sus pies en las sábanas, volteó el celular para que la imagen también la viera Jimin.
El menor, al verla, sonrió apenas, causando que sus ojos inevitablemente se cerraran.

- Gracias, Suga. -Susurró el menor, abrazando sus piernas y divisando con pudor al peliverde.

- ¿Por qué?

- Es bonita. -Continuó, y se encogió de hombros con algo de inocencia.

Suga suspiró profundo y no supo qué hacer más que mantenerlo cerca.
Así que, con cuidado, el peliverde se estiró para tomar una de las manos de Jimin, acomodándolo encima de él.
El menor se sentó sobre el regazo del peliverde y rozó sus narices, ido por la comodidad.

- Eres una dulzura, Jimin. -El mayor susurró, recibiendo un fuerte abrazo de parte del más chico.
Suga correspondió, y percibió los lentos movimientos ajenos cuando vió cómo Jimin se alejaba apenas, sólo lo suficiente como para acercarse a sus labios y besarlos.

Sin otra intención, el peliverde se ladeó con delicadeza para corresponder el beso, embobado por su espontaneidad y ternura ante algo tan fácil de interpretar como un beso robado.
Los minutos pasaron en esa misma posición; la comodidad que ambos habían adquerido junto al otro era ideal para esas horas de la noche.

Jimin, por su parte, seguía ansioso. Pues, nunca en sus todavía dieciséis años, había experimentado algo así. Sí, era cierto que la mamá de los hermanos era algo sobreprotectora. Pero no podría desmentir que Jimin, tras ser criado de esa forma, era igual de conservador que su madre.
Aquel pánico en las travesuras, la falta de la capacidad para mentir que todos los adolescentes tenían y el miedo a lo no-debido era lo que caracterizó a Jimin toda su infancia; porque él no era un niño que se cuestionaba qué hacer. Simplemente hacía lo que debía o era correcto, y ya.

Sin embargo, Suga sólo estaba hypeado por quien tenía encima.
Era un simple egresado el cual había vuelto al Instituto a rendir algunas asignaturas pendientes, por lo que podría decirse que estaba recursando el año.
Así y todo, lo último que esperaba para su último lapso escolar, era toparse con un pequeño híbrido que le quitara las ganas. Sus ganas.
Esas ganas con las que Suga cargaba siempre, las mismas que lo llevaron casi todos los días a una fiesta diferente. Las mismas que, también, lo dejaron tirado todas las mañanas en un lugar que no reconoce ni recuerda, y suerte si aún lleva ropa consigo.
Era una rutina para él, una de la que nunca se aburría, pues en juego estaba en su reputación. Una difícil de mantener, pero claro.. para él, nada era imposible.
Es decir, ¿qué tan difícil puede ser mantener tus sentimientos callados por años con la ayuda de grandes cantidades de alcohol y sustancias?

- Suga.. -Jimin susurró, adormilado, apenas despabilando al mayor. Su hombro sostenía la mejilla del menor ahora, y oía los delicados suspiros somnolientos que se escapaban de los voluminosos labios.

- ¿Sí, kitty?

- T-Tengo sueño..

- Duerme, Minnie. -El susurro de Suga continuó en respuesta, justo cuando estiró una de sus manos para hundirla en la cabellera rubia.- Te despertaré cuando venga tu hermano.

El menor, más tranquilo, se dejó llevar por el cansancio y, aún idiotizado por el fuerte aroma de quien lo acompañaba, cayó dormido en brazos de Suga.
Las sábanas los cubrieron a ambos cuando, instantáneamente, el peliverde comenzó a dormirse con lentitud, no sin antes analizar cómo es que estaba literalmente durmiendo con aquel niño, mientras su mejor amigo posiblemente esté follándose a su hermano contra una pared.

- Increíble, maldita sea.. -Suga suspiró profundo al reír irónicamente, aún con Jimin en sus brazos.
Se acomodó mejor, hundió su nariz en el cabello del menor y cerró sus ojos, dispuesto a finalmente dormir, olvidándose por un momento de todo lo demás.

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Es corto y parece un poco de relleno, pero no lo es. 😀
Volveré a actualizar tan seguido como antes lo hacía y, pues.. también quería agradeceros por ésto.

Means a lot to me. Ily. 😅

GX 🍑

doux | pjm+mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora