capítulo nueve; confort

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Yoongi

Jimin abrió sus ojos en el momento exacto en el que dejé de tocar sus orejas.

- Por.. -Susurró, y refregó su nariz húmeda contra mi cuello antes de terminar la oración.- ¿Por qué te detuviste?..

- Porque hace una hora te estoy acariciando las orejas, Jimin.. -Reí, inconscientemente, sintiendo su peso sobre mí.- Y porque Taehyung está en camino.

- Dile que espere..

- Arriba, kitty.

Jimin bufó luego de que me levanté, bajando las escaleras detrás de mí.
Atento a él, divisé cómo sus oscuras orejas divagaban ante los sonidos.

Sus mejillas comenzaron a enrojecerse cuando tomó su mochila, listo para irse.

- ¿Te veo mañana en el Insti? -Murmuré, apoyándome en el sofá al ver cómo cubría su cabello por primera vez desde que llegó. Fácilmente su característica felina fue oculta y aparentemente, volvía a ser común y corriente.

- Uh.. sí. Claro. -Jimin asintió, sujetando su mochila.- Gracias.

- ¿Por?

- Por.. cuidarme.

Jimin mordió su labio inferior, y algo en mí dio un vuelco.
Ágilmente me acerqué para, con una de mis manos, sujetar el mentón del menor y así, liberar su labio de sus dientes con un simple movimiento. Con mi mano libre, giré la llave y el picaporte para que la puerta se abriera detrás de él.

- Cuídate. -Murmuré, cerca de sus labios, segundos antes de ladear el rostro hacia quien se hacía presente del otro lado de la puerta.- Hola, Taehyung.

El mismo sonrió cuando Jimin se ruborizó, bajando la mirada.

- ¿Cómo va, Suga? ¿Cómo ha estado la rata? -El hermano mayor recibió un golpe suave del menor, causándome una risa.

- Bien. Se ha portado bien. -Mi mirada sostuvo los ojos tímidos de Jimin por apenas segundos.- Os veo mañana, gatitos.

Taehyung rió al despedirse, mientras Jimin aún no levantaba la mirada.
Acto seguido, volví a mi departamento.

Hecho un completo caos.

- ¿Hoseok?

- ¿Uh? -La voz amigable sonó del lado contrario de la línea.

- ¿Qué va, pedazo de mierda? -Reí, oyendo el tono de siesta que tenía mi amigo.

- Nada, pues, que el pedazo de mierda está apenas levantándose y tú..

- Acaba de venir Taehyung.

- ¡¿Qué?!

- Vino a buscar a Jimin.

- ¡¡¿Qué?!! -Hoseok gritó y reí, otra vez, aturdido.- Demonios, menta idiota, ¿tú no planeas contarme nada?

- Te estoy contando, joder. Si tan sólo dejaras de chillar.

- Bien.. me callo.

- Eh, espera. Primero que nada.. -Una pausa se apoderó del tono hasta que formulé la pregunta.- Tú ya te follaste a Taehyung, ¿verdad?

- Uh, sí.

- Y.. ¿no notaste nada raro?

- Uhm.. -Hoseok tardó varios segundos en contestar.- Es que en realidad no me lo follé.

- ¿Cómo?

- Pues.. agh, no sé, es que la chupa tan bien que hasta es igual o mejor que una follada. -Reí, porque la sinceridad de Hoseok era vital para mí.

- Y bien..

- No creo recordar nada extraño..

- ¿Has visto que nunca se sacan esos.. gorritos? -Murmuré, insinuante.

- Sí, ¿qué tiene?

Inevitablemente reí y tardé varios segundos en escupirlo. Aún sonriente, continué.

- Jimin es un gato, Hoseok.

El silencio en la línea me desconcertó, y hasta me exasperé por la espera.

- ¿Has estado fumando otra vez, Suga?

- Pero qué gilipollas eres, Hoseok. -Reí una vez más, sin poder evitarlo.- Jimin es un híbrido.

-...¿Eh?

- Jimin y Taehyung son híbridos.

-..No me jodas.

- Te lo juro. -Suspiré, perdiendo la paciencia.- ¿Por qué te mentiría, Hoseok? He estado cuidando toda la tarde de Jimin, lo he visto con mis propios ojos.

- Estoy shockeado. -Murmuró, riendo ante sus propias palabras.

- Bueno, sólo prométeme que no dirás nada.

- ¿Por qué?

- Es.. su secreto. -Murmuré, y del otro lado Hoseok pareció comprender.

- Vale. Morirá en nosotros entonces.

- Y simula estar asombrado cuando Taehyung te lo diga.

- ¿Me lo dirá?

- Le gustas.

- ¿Le gusto?

- ¿Eres sordo o idiota, Hoseok? -Cuestioné, y su risa resonó sobre mi voz firme.

- Lo siento. La noticia me ha atontado. Prometo no decir nada y lucir impaktadoh cuando se confiese.

- Bien.. -Susurré, riendo ante su ánimo.- Te hablaré luego. Necesito acomodar mis ideas.

- Mañana cuéntame qué tantas ideas pasan por esa cabeza de césped, Min Yoongi.

- Vale. -Y volví a reír.- Te veré mañana.

- Adióoos.

El móvil reposó en mi escritorio cuando finalmente me desplomé en la cama, exhausto.
Mi cabeza era un desastre.
Es decir.. ¿qué tipo de niño era ese?

Aún no comprendía cómo Jimin era tan.. no lo sé. Indescriptible.

El cigarro comenzó a consumirse entre mis dedos apenas lo encendí, y el vaso de cerveza que recientemente me había servido permanecía frío, a mi lado.

Un híbrido.

Me he venido a colar por un híbrido.

doux | pjm+mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora