Aun era de noche, cuando Kail y yo nos dirigimos a la mansión de la Familia Margrerth... Durante el camino, tuve tiempo para calmarme... Gracias a la continua platica con Kail.
[¿En serio planeas infiltrarte en esa mansión?]
[... sí.]
[¿Estás loco?]
[No... Aunque considerando como es mi vida, puede ser.]
La preocupación de Kail estaba bien fundada. Es decir, la mansión Margrerth estaba rodeada por una gran verja de 5 mts... Además de guardias las 24 horas, era casi como una fortaleza... por tanto, era imposible infiltrase. A menos que se tenga un plan... o eso lo estuvo diciendo Kail todo el camino.
[... un poco más... ¡es aquí!]
Nos detuvimos a unos pocos metros de la verja... junto a ella, estaba el puesto de control.
[... ¿de verdad lo harás?]
[Sí... ¡Ya deja de preguntar!]
De mi inventario, saque la Bokken... me puse una capa encima y cubrí mi rostro con un trapo.
[Sabes que eres un idiota por hacer esto.]
No me habían llamado idiota en mucho tiempo.
[... ¡Puede ser!... Pero igual lo hare.]
[¡Bien!... ¡También voy!... No voy dejar que mueras. ¿Después quién nos va a sacar?]
Kail también se puso una capa encima y se cubrió el rostro.
Ambos comenzamos a caminar lentamente al puesto de control... Mientras lo hacíamos, Kail comenzó a hablar en voz baja.
[¡Escucha!... Tengo un plan. Pero requiere de mucha prudencia. Así...]
[¡Es curioso! Yo también tengo un plan... Pero no requiere de prudencia.]
Cuando llegue al Reino, he sido más que prudente en mis decisiones... Solo para acabar en esta situación.
Al menos esta noche, ¡voy a mandar al diablo la prudencia!
Al acercarnos al puesto de control, dos guardias salieron a detenernos.
[¿Quiénes son?... ¡Deténganse!... ¡Obedezcan!]
[Ahora vas a decirme, ¿cuál es tu plan?]
Cuando los guardias estuvieron a punto de sacar sus espadas... me apresure y cerré la distancia... use mis manos para sujetarlos de sus bocas... Los guardias entraron en pánico por unos segundos... e intentaron liberarse. Pero antes de que pudieran moverse, genere una pequeña descarga eléctrica desde mis manos, suficiente para aturdirlos sin matarlos.
[¡Hmm!... Resulto mejor de lo que pensé... ¡Rápido! Ayúdame a moverlos.]
Kail tenía una expresión de "¿qué paso?" escrita en el rostro.
Cuando movimos a los inconscientes guardias, pusimos unas mordazas en sus bocas... Después ablandé el suelo y los guardias comenzaron a hundirse... Terminaron enterrados hasta el cuello.
¡Eso deberá retenerlos!
Kail estaba demasiado desorientado con lo que sucedió hace unos minutos.
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¿MI TRABAJO?... ¡REY DEMONIO!
Fantasía¿Cómo?... ¿Cómo termine en esta situación?... Se supone que en esta situación, yo debería ser un héroe invocado para salvar el mundo. Pero... me dices que voy a ser el ¡Rey Demonio! ¡Nunca!, en ninguna historia que he leído ¡jamá...