Cansados y sedientos de tanto mover el esqueleto, volvieron todos a la mesa, los chicos se habían tomado un momento para bailar con Kaitlyn y se sentía en verdad exhausta, justamente venía vuelta risas con Smith que decía una que otra locura, cuando de repente, las piernas le flaquearon y sintió el mundo temblar, cuando vio a Christopher en la mesa. Estaba de perfil, charlando con otros del grupo, se veía tan distinto a como solía verlo en la oficina, en esa ocasión, no llevaba el esmoquin que solía usar, lo había reemplazado por unos vaqueros azul oscuro, donde sus musculosas piernas se notaban a la perfección, ya no se diga su arredondeado y bien formado trasero, una camisa de vestir celeste pálido, que marcaba sus definidos músculos de los brazos y su escultural pecho fornido. El objeto de su estudio volteó en su dirección, la vio a los ojos, le sonrió y notó como claramente ella se sorprendió.
—Hola—saludó ella tímida y todavía bastante impresionada—. Que... extraño verte por aquí—no pudo evitar decir.
—Yo lo invité—intervino Smith con una sonrisa—¿Te molesta que haya invitado al Señor Miller? —preguntó a modo de broma.
—Oh, no, claro que no, ¿por qué me molestaría?
—Ya que la cumpleañera no tuvo la amabilidad de invitarme, tuve que aceptar la invitación de otra persona.
Kaitlyn se ruborizó.
—Yo... lo siento, no pensé que te gustara venir a estos lugares.
—¿Por qué no? —Aquí siempre hay muy buen ambiente y la fachada de jefe, se queda en la empresa, fuera de ahí, soy un joven como cualquier otro—manifestó Christopher sonriendo.
—Sí, en realidad, no sé por qué pensé lo contrario—dijo ella ruborizándose todavía más.
Christopher la recorrió con la mirada una vez más y le fue imposible no apreciar aquellas sexis y torneadas piernas. Se reprochó de inmediato por su debilidad.
—Eh, Christopher, ella es Nina, mi mejor amiga y más que eso, es como mi hermana— Nina, él es, Christopher Miller, mi jefe y presidente de Enterprise Global Miller Holdings
—Mucho gusto, Nina—expresó el castaño con una sonrisa, ofreciendo su mano.
—El gustó es mío, Christopher— le devolvió ella el saludo, impactada de la belleza y elegancia que desbordaba el alto hombre que tenía en frente, que bien sobrepasaba el metro noventa.
—Hey, Kaitlyn ¿te tomas una copa de tequila? —inquirió Amanda desde la mesa.
—No, gracias, Amanda, no tomo tequila.
—Oh vamos, Kaitlyn, es tu cumpleaños, tomate, aunque sea un trago, anda—la animó Joan.
—Siii, Kait, solo uno, ¿qué mal puede hacerte? —agregó Nina.
—Definitivamente ustedes quieren matarme—aceptó ella divertida y todos estallaron en carcajadas por el gesto que hizo, cuando el líquido caló hondo en su garganta.
—Kait, ¿me acompañas al baño? —le preguntó su mejor amiga.
—Sí, vamos.
Una vez que iban de camino, Nina no pudo evitar ocultar su impresión con respecto a Christopher.
—Santo Cielo, Kait, tu jefe es un dios griego, sí que está guapísimo y esos ojos grises — ¡Wow! — nunca había visto unos tan hermosos ¿cómo puedes concentrarte y trabajar con ese bombón? —La última vez que recuerdo haberme impresionado tanto por un chico y sus ojos, fue cuando vi al señor Darcy, o sea, Matthew y eso que ni siquiera lo conozco en persona.
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Irresistiblemente Prohibido
Romance🥇 #1 en Categoría Atracciones 06/06/19 🥇 #1 en Categoría Admiración 18/01/23 🥇 #1 en Categoría Pasión 15/06/20 Cristopher Miller, es hijo de un empresario multimillonario, dueño de una Franquicia de telecomunicaciones reconocida a Nivel Internac...
