Capítulo 33

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Christopher no pudo esperar para comentarle a Kaitlyn lo que había acontecido, y esta, al saber la noticia, casi no pudo salir de su estupor, ante semejante engaño, a su vez, también sintió un profundo alivio, pues a pesar de su profundo amor hacia el magnate, la vida de ese bebé y la posibilidad, de que no crecería cerca de su padre, no le habían permitido dormir bien por las noches, sin embargo, todo había cambiado, ya no había ningún impedimento para que pudieran estar juntos, por lo tanto, lucharía por su felicidad.

Ese sábado por la mañana, la castaña todavía seguía acurrucada y adormilada entre las sábanas de su cómoda cama, cuando de pronto, la vibración de su móvil la sacó de su ensoñación. Era un WhatsApp de Christopher.

—Buenos días, preciosa, espero hayas dormido muy bien y que no tengas planes para esta noche, porque quiero llevarte a un lugar, claro, si no tienes objeción alguna—emoji de guiño.

Ella sonrió ampliamente y de inmediato, procedió a responder:

—Buenos días, señor Miller, dormí muy bien, gracias por preocuparse, pero, ¿qué hace despierto tan temprano un sábado? Y ¿podría decirme cuál es ese misterioso lugar al que desea llevarme? —emoji sonrojado—. Por supuesto que no tengo ninguna objeción, cuando usted voy, al infinito y más allá.

Una sonrisa se estableció en los labios de Christopher al leer el contenido de aquel mensaje y se acomodó mejor en la cama para contestar.

—Honestamente, cierta señorita que me vuelve completamente loco, está en mis pensamientos en todo momento y eso, no me deja dormir en paz, porque desearía tenerla junto a mí, cada minuto y cada segundo del día—. Y bueno, con respecto a su otra pregunta, lamento informarle que es una sorpresa, por lo que tendrá que quedarse con la duda y esperar, hasta que lleguemos allá.

Kaitlyn sintió su corazón se aceleró ante esas declaraciones y volvió a sonreír por el claro misterio.

—Que misterioso está hoy, señor y como estoy segura, de que por más que le insista, no me dirá nada al respecto, dejaré ese asunto de lado, de momento, sin embargo, debo admitir, que me está pasando justamente lo mismo que a usted, pues hay un caballero, muy guapo y atractivo, que me tiene totalmente trastornada y perdidamente enamorada de él y siento que las horas son eternas y los días lejanos, cuando no lo veo y eso me genera mucha frustración, porque deseo tenerlo constantemente a mi lado.

A él se le iluminó la mirada.

—Creo entonces, señorita Johnson, que tenemos que resolver ese problema cuanto antes.

—Estoy de acuerdo con usted, ¿Qué propone?

—¿Le parece mejor si lo discutimos esta noche? —Este no es un tema que se pueda tratar por teléfono.

—Me parece perfecto.

—Estupendo, paso por usted a las seis.

—Lo esperaré más que ansiosa—emoji de beso.

—No tanto como yo, estaré contando las horas y los minutos para verla, bella dama.

*******

Puntual y a la hora estipulada, el empresario tocaba el timbre del departamento. Kaitlyn, ansiosa y sabiendo de quien se trataba, con una enorme sonrisa, abrió. Los perfectos dientes blancos de Christopher también quedaron expuestos y reparó en ella de pies a cabeza.

—¡Guau! —no pudo contener las ganas de decir— Estás hermosa—la halagó, admirado de su belleza—. Jamás dejas de impresionarme—sus ojos grises brillaron y antes de que ella pudiera responder, dio un paso adelante, la tomó suave de la cintura, la atrajo a su cuerpo y con delicadeza, la besó.

Irresistiblemente ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora