El gran día finalmente había llegado, Kaitlyn era la encargada y organizadora de la decoración del salón del hotel, ahí se llevaría a cabo la recepción y el cóctel de gala, luego de que se inaugurara la nueva sucursal y se lanzara el nuevo proyecto de Miller Holdings. Desde muy temprano, ese sábado, junto con otros chicos, se encargaron de todo, mientras ella supervisaba que cada detalle, se estuviera haciendo al pie de la letra.
Christopher estaba trabajando con su MacBook ultimando detalles, sin embargo, no pudo resistir las ganas de ir al salón, donde sabía que la encontraría, necesitaba verla. Al llegar, la vio de espaldas, muy entretenida revisando minuciosamente cada cosa y dando órdenes con la amabilidad que la caracterizaba, es por eso, por lo que, se había ganado la admiración y el respeto de todos. Ella llevaba puestos unos jeans ajustados, unas sencillas tenis Nike blancas y una camiseta del mismo color, nada del otro mundo, no obstante, el atuendo no le restaba ningún atributo, al contrario, resaltaba su respingado y redondo trasero y sus ejercitadas y torneadas piernas femeninas, lo que claramente el magnate pudo notar.
Una repentina sonrisa se instaló en los labios masculinos, al reparar más detalladamente en su estatura y ser consciente, de que, no era tan alta como parecía tras los tacones que siempre llevaba puestos, era bastante pequeña en comparación a su metro noventa y uno.
—Buenos días, ¿Ocupada? —dijo él divertido, cuando llegó a su lado.
Kaitlyn dio un respingo.
—¡Christopher! —musitó ruborizada y con una sonrisa que lo deslumbró, más cuando se percató, de que no llevaba una sola gota de maquillaje, salvo por un brillo natural en los labios y aun así, se veía divina, más que eso—me asustaste—añadió nerviosa—. Buenos días.
—No fue mi intención—se disculpó el castaño, sin dejar de sonreír—. Veo que estás muy entretenida hoy.
—Sí, bastante, quiero que todo quede perfecto, impecable y ya que estás aquí, me gustaría saber tu opinión.
—Bueno, por lo que puedo apreciar, todavía no está terminado, pero, lo que llevan avanzado, me parece genial, realmente tienes mucho talento con esto de la creatividad, yo ni siquiera sabría por dónde comenzar—bromeó, aunque era la verdad.
Ella sonrió.
—Seguro tu fuerte está en otra área, esta, definitivamente, es la mía.
—Mmmm, admito que me va muy bien con los números y todo lo que eso conlleve.
—Ya ves, a mí no me gusta nada que tenga que ver con cifras—confesó ella.
Ahora fue él quien sonrió.
—En ese caso, ahora no me siento tan mal.
—No digas eso, probablemente tú también tengas mucho trabajo.
—La verdad, no te niego que pasé días muy complicados y ocupados, pero, ahora solo estaba ultimando unos detalles, nada importante, por eso decidí bajar, relajarme un rato y de paso desayunar ¿tú ya lo hiciste?
—Todavía no, hemos estado desde muy temprano aquí y la verdad, ya ni siquiera lo recordaba.
—¿Te parece si vamos a desayunar? —no tardaremos mucho—la invitó—. No está bien trabajar con el estómago vacío y así sirve, ellos descansen y puedan comer algo también.
—Tienes razón y ya que lo mencionas, tengo mucho apetito, seguramente ellos igual, soy una mala jefa—se burló con las mejillas coloradas y los ojos grises de Christopher brillaron.
—No creo que ellos piensen eso, se ve que te estiman mucho.
—Eso quiero creer—expresó en tono bromista.
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Irresistiblemente Prohibido
Romans🥇 #1 en Categoría Atracciones 06/06/19 🥇 #1 en Categoría Admiración 18/01/23 🥇 #1 en Categoría Pasión 15/06/20 Cristopher Miller, es hijo de un empresario multimillonario, dueño de una Franquicia de telecomunicaciones reconocida a Nivel Internac...
