Había trascurrido casi un mes desde lo acontecido, ambos seguían trabajando juntos, pero, definitivamente, su relación había cambiado. Siempre lograban llevarse bien y seguían formando un gran equipo, sin embargo, la tensión comenzaba cada vez que se quedaban solos, el ambiente se tornaba espeso, peligroso y tirante y las miradas, nunca tardaban en llegar. Estaban los dos hechos un lío, porque cada día que transcurría, cada hora que pasaban juntos, se convertía en un tentador y a la vez, exhaustivo tormento.
Christopher no había dejado de pensar en aquellos besos durante todo ese tiempo y cada vez que Kaitlyn estaba cerca de él, o que simplemente estuvieran los dos en una misma sala, se moría por besarla y estaba claro, que lo único que lo detenía, era su sentimiento de culpa por Camila, se sentía tan confundido, porque todavía no tenía la certeza, de que, si lo que sentía por la castaña era una simple atracción o había algo más.
Por su parte, Kaitlyn, estaba peor o igual, cada noche, cada bendito día, recordaba ese beso y es que estar en los brazos de él, había sido lo mejor que pudo experimentar, no obstante, sabía que no era para ella y que eso se quedaría nada más como un recuerdo, él tenía una relación seria y estable y no iba a ser ella, quien destruyera eso, además, afortunadamente, Christopher no había vuelto a tocar el tema y hasta estaba segura, de que ya lo había olvidado.
Deseaba con toda su alma, conocer a alguien para sacarlo de su cabeza, porque pensarlo tanto, le hacía mal, además, no era correcto desear a un hombre prohibido. Recién había cumplido sus veintiséis y pensaba que ya era hora de conocer a un chico, casarse y formar una bonita familia, pero, lamentablemente, sus pocas relaciones, habían sido bastante cortas y la única larga que tuvo, de alrededor un año, fue un completo fracaso, porque la distancia no había cooperado mucho y durante todo ese tiempo, quizás nada más había visto cinco veces a su exnovio y tampoco creía que él, estando solo, en otro lugar y siendo lo suficientemente atractivo, le fuera tan fiel como decía ser.
Esa mañana de sábado, se encontraba en The Península, uno de los más ostentosos y lujosos hotel de New York, la empresa Miller, llevaría a cabo un cóctel esa noche, en honor a su cuadragésimo aniversario y también, a su primer lugar, como empresa líder en telecomunicaciones reconocida a nivel mundial. Kaitlyn se estaba ocupando de dirigir todo lo relacionado al diseño de interiores, e igualmente, se estaba asegurando, de que todo estuviese saliendo bien y con su excelente gusto y estupendas ideas, la decoración estaba quedando perfecta, con un toque sofisticado y glamuroso. Los Stand publicitarios, que estaban a cargo de Amanda, estaban ya instalados con sus mejores equipos, promociones, paquetes de datos y llamadas, que estarían en exhibición con varios especialistas al mando por cualquier consulta o interés, que esperaban tuvieran los invitados de esa gala.
Después del mediodía, regresó a su departamento a descansar, comió algo rápido y durmió casi toda la tarde. El cóctel iniciaría a las siete, así que, dos horas antes, comenzó a arreglarse. El fin de semana anterior, había ido de compras con su mejor amiga y para esa ocasión, se compró un precioso vestido de noche en tono beige con destellos dorados, nada extravagante, pero tampoco sencillo, el estilo era de mangas largas y espalda un poco escotada, cuello redondo, este se moldeaba perfectamente a su figura y resaltaba su descomunal silueta, lo combinó con unas sandalias altas tacón fino del mismo tono, una cartera de mano beige con hilos dorados, el cabello lo onduló completamente, dejando un flequillo liso en la parte del frente, se peinó de lado y dejó parte de su cuello al descubierto. Para el maquillaje, combinó sombras gold, beige y café, profundizó bastante esa parte, hizo delineado de gato y sus ojos verdes, resaltaron más, finalmente, para no verse tan cargada, selló el look con un labial rosa mate y un exquisito perfume, que, seguramente, volvería loco a cualquiera que se le acercara. Cuando terminó y se vio en el espejo de su habitación, sonrió ampliamente ante su reflejo, le había encantado el resultado. Minutos después, recibió una llamada de Smith, quien se había ofrecido a llevarla y quien ya esperaba por ella abajo.
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Irresistiblemente Prohibido
Romance🥇 #1 en Categoría Atracciones 06/06/19 🥇 #1 en Categoría Admiración 18/01/23 🥇 #1 en Categoría Pasión 15/06/20 Cristopher Miller, es hijo de un empresario multimillonario, dueño de una Franquicia de telecomunicaciones reconocida a Nivel Internac...