Si, la amé... pero no cómo te amo a ti.

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Donna Way acunaba el rostro de su hijo mayor entre sus manos, luego de relatarles toda la historia, Gerard no aguantó más la presión y aprovechando de Bandit jugaba en la parte de arriba con Rowan, echó a llorar en el hombro de su madre. La señora Way solo pudo consolar a su hijo pues hasta ella sabía que después de tantas cosas que el pelinaranja le ocultó a su esposo, ese matrimonio no tenía salvación. El matrimonio de Gerard se iba a ir por un tubo gracias a las malas decisiones tomadas por él mismo. Toda la familia se sorprendió cuando Gerard contó que Frank al decirle acerca de Lindsey solo le había consolado, más no le gritó o insultó. Era muy bien conocido por todos los integrantes de la familia Way que el esposo de Gerard era muy temperamental y llegaba a ofuscarse con la más mínima cosa. Sino fuese por ese pequeño detalle, Frank Iero fuese el hombre y esposo perfecto.

Kristin había subido a ver como estaban las niñas un rato después, en el fondo sentía pena por la situación de su cuñado, ella sabía que Frank amaba a Rowan pero tenía bastante claro que no era un amante asiduo de los niños, podía tolerar uno que otro y entre esos estaba su hija... la rubia era muy consciente de que Bandit no iba a poder ganarse el amor del avellana tan fácilmente. Y dudaba de que siquiera Frank podría llegar a sentir algún tipo de afinidad con la hija de Gerard.

-¿La están pasando bien?-Preguntó la rubia cuando entró a la habitación, Rowan y Bandit jugaban con unas muñecas mientras comían galletas. Las niñas asintieron sin dejar de comer y a la esposa de Mikey le dio una punzada al pecho cuando observó algo en ellas. Si algo distinguía bien a los Way era aquella nariz perfilada casi perfecta que cada uno de ellos tenía. Donald Way tenía una nariz casi impecable, Gerard y Mikey gozaban de dicho privilegio también... y las hijas de ambos no se quedaban atrás. La mujer suspiró mientras veía a las niñas reír. Sentía mucho cariño por Gerard y Frank, ella había sido una de las personas más cercanas a la relación de ese par junto con Susan, la hermana melliza del avellana... y no quería que ambos se separen.

Mikey y su padre prepararon la cena, Gerard seguía platicando con su madre en el living del mismo tema, Donna le había hecho saber a su hijo que pasase lo que pasase, su familia no le iba a abandonar y más bien, le iban a ayudar con la crianza de la pequeña Bandit, el pelinaranja sonrió y le dio las gracias a su madre. Le encantaba saber que su familia no le estaba dando la espalda en aquella situación.

Una vez la cena estuvo lista, Kristin bajó junto a las niñas, se sentaron todos a la mesa a disfrutar de la velada. Bandit inmediatamente se sentó al lado de su padre. Aún se sentía intimidada por todas esas personas que jamás había visto. Era verdad que se sentía genial tener abuelos, un tío y otra tía, también sentía genial tener una prima pero eso no le quitaba lo incómodo de estar rodeada de tanta gente con la que no había tratado. Donald y Donna enseguida intentaron hacerla sentir en confianza hablando con ella, preguntándole cosas básicas como que cuál era su color favorito o la película que más le gustaba a lo que la pequeña respondía aún con un poco de timidez. A Mikey se le ocurrió la brillante idea de organizar un picnic al día siguiente para intentar integrar a Bandit más a la familia, luego de eso irían al parque de atracciones de la ciudad. Todos intentaban hacer sentir cómoda a la pequeña niña y poco a poco lo iban logrando. Gerard por su parte no paraba de estar preocupado, sabía de sobra que la había jodido más. Debió decirle a Frank sobre Bandit cuando tuvo oportunidad, quizás con suerte el avellana iba a comprender la situación y no tendría problemas con él. Ahora ya no sabía que esperar.

Un para de horas más tarde, Gerard y Bandit iban con camino a casa de Allie. Se había hecho tarde y el pelinaranja le había prometido a Frank que llegaría temprano para cenar con él, así que antes de ir a dónde Allie, pasaron por un restaurante de comida japonesa para comprar algo de sushi.

-¿Ahora dónde vamos?-Preguntó Bandit jugando con su oso de peluche.

-Voy a dejarte en casa de tu tía Allie.

Lie to me. (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora