Navidad, navidad. ¿Empalagosa navidad?

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5 años antes.

-Frank, ¿Quieres apurarte? Tenemos que estar en casa de mis padres a las diez. ¿Dónde están los regalos de Rowan y Kristin? Tenemos que pasar por el vino que le gusta a Donna. ¿Qué hora es? ¡FRANK!

-¡DEJA DE GRITAR!-El avellana se encontraba frente a su novio con su torso desnudo y su cabello húmedo gracias a la ducha que se había dado minutos antes.-Aún tenemos tiempo, son apenas las ocho. Vamos a llegar demasiado temprano.

-Mejor temprano que tarde. Frank, quiero que todo salga bien, es la primera navidad que nuestros padres pasarán juntos y todo debe salir a la perfección.-Replicó, su novio giró los ojos y se acercó a él.

-Yo también quiero que las cosas salgan bien, Gee. Pero debes relajarte.-Tomó al mayor por la mano y le obligó a sentarse en el sofá que estaba en medio living, para después él sentarse sobre sus piernas y empezarlo a besar.

-Frankie, se nos hará tarde.-Murmuró sobre los labios del avellana.

-Quiero que te relajes, solo eso.-Le volvió a besar.-Los regalos están ya en el auto, el vino que le gusta a Donna está en la nevera. Lo tengo todo bajo control.-El pelirrojo suspiró aliviado. 

-Me alegra tenerte en mi vida.-El avellana sonrió y besó nuevamente a su novio.

-Digo lo mismo.-Gerard besó al avellana nuevamente y lo recostó en el sofá subiendose encima sin dejar de tocar sus labios.

-Gee... Tal vez tengamos algo de tiempo pero para esto no lo creo.

-Frank...

-No te entiendo, me gritas porqué según tú llegaremos tarde pero no te importa que lleguemos tarde por tener sexo ahora.-El mayor giró los ojos y se quito de encima a su novio.

-Entonces ve a vestirte, verte con el pecho descubierto me pone y mucho.-Frank rió y se acercó hasta su novio para besarlo nuevamente.

-No sabes lo emocionado que estoy porqué nuestros padres y hermanos vayan a convivir juntos en Navidad. No sé, siento como que si somos la familia perfecta.

-Perfecta, perfecta igual no, pero hay amor entre todos nosotros y eso es lo que importa.-Tomó el mentón de su novio para darle un casto beso en los labios.-Te amo, Frankie. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.-El avellana siente sus mejillas colorearse y sonríe tímido, se pone de puntitas para dejar un beso en los labios de su pareja.

-También te amo, Gee. Te amo con mi vida entera.-La pareja se juntó en un caluroso abrazo, Gerard pasa su dedo indice por la espalda desnuda del menor haciendo que este se estremezca ante el contacto. Deja pequeños besos en el cuello del muchacho y luego busca sus labios para unirlos a los suyos en otro tierno beso.

-

-¡Llegamos!-Exclama Frank cuando Mikey Way abre la puerta de la casa de la familia de Gerard, el muchacho de lentes le da un abrazo y luego procede a ser lo mismo con su hermano mayor. Los tres caminan hasta el living donde está la familia reunida, ya ahí se hallan Donna y Donald Way, conversaban muy amenos con Cheech y Linda Iero mientras que en otro sofá Susan conversa con Kristin, la jovencita esposa de Mikey, en sus brazos la hermana de Iero cargaba a Rowan, la hija de Kris y Michael, la pequeña niña saltó de los brazos de Susan y corrió hasta Frank quien la tomó y la alzó en el aire, provocando la risa de la niña. Gerard miraba como su novio cargaba a su sobrina y no podía evitar sonreír de lo tieno que se veía el avellana junto con Rowan. Luego recodaba la mil veces en donde Frank le había dejado claro a Gerard que él no quería ser padre jamás excusandose con el argumento de: "Soy muy irresponsable como para responsabilizarme de otro ser humano.", "Gee, nunca seré padre.", "Si quieres tener un hijo, pues busca a otra persona, yo no soy la indicada."
A pesar de esos estúpidos argumentos, Gerard quería ser padre, en algún momento iba a querer tener un pequeño al que iba a querer cuidar, proteger y amar sobretodas las cosas. Él estaba convencido de que iba a poder cambiar esa mentalidad de su novio porqué Gerard quería toda una vida con Frank, quería casarse con él y formar una familia. Hasta el punto del matrimonio sabía que iba a lograr alcanzar... pero lo más jodido aún faltaba y eso era convencer a Iero de ser padres.
En cierta medida, el pelirrojo envidiaba en algo a su hermano, no el hecho de que Michael haya sido estúpido y ahora a sus cortos veintidos años sea padre de una niña de dos años, sino el hecho de que él Way menor ya tenía una familia totalmente formada con la mujer que amaba. Tal vez el jamás podría llegar a ello y le asustaba el hecho de que el avellana pudiese dejarlo si seguía con esa idea.

Lie to me. (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora