Llevaban un par de semanas sin hablarse, Frank evitaba a toda costa toparse con su esposo y este no decía nada para no joder más toda la situación. El avellana llevaba desde el día de la pelea durmiendo en su despacho y el sofá cama lo estaba matando, sin embargo se rehusaba a volver a su habitación. Aún seguía enojado con Gerard y es que le dolía, le dolía muchísimo saber que sí, que a Gerard le daba igual su matrimonio, aunque sea esperaba que se inventara una mentira pequeñita, tal vez decir que el trabajo que tenía era mucho y que por eso no llegó a la hora acordada, que se le pinchó una llanta del auto, que le robaron el teléfono... tantas cosas que pudo decir en vez de dejarle saber que le daba igual aquella salida. Ya estaba harto de sentirse abandonado.
Aquel día cuando se despertó con un severo dolor en el cuello, se metió a duchar antes que Gerard despertarse y cuando salió lo encontró buscando ropa en su armario. El mayor le había mirado de reojo, él tomó su ropa y huyó de la habitación. Se cambió en su despacho, bajó y encontró a Bandit de pie encima de un taburete de la cocina tratando de tomar el cereal de la alacena, la bajó del taburete y le pasó el cereal. Preparó el desayuno solamente para ella, como todas las mañanas, solo tomó una taza de café y después de despedirse de la niña salió de la casa.
Ahora estaba en un restaurante donde se había citado con Bob, el rubio llegaba de viaje ese día y como no se habían visto en mucho tiempo, decidieron quedar para almorzar juntos. Le esperaba pacientemente, porque su amigo era muy impuntual y sabiendo esto era estúpido que se enojase. Ordenó algo para picar mientras Bryar llegaba, pero su atención se sentó en otro rubio que iba entrando al mismo restaurante. No sabía si era coincidencia o qué, pero Bert llegaba junto con una bella mujer a dicho lugar, bajó la mirada pues desde aquel día donde su jefe le había regañado se sentía apenado, quizás y le había metido millón mentiras de él cuando estuvieron solos. Es que sentía muy capaz al señor Murray de hacer eso. Entonces rogaba para que no lo viese, pero eso no fue imposible.
— ¡Frank! ¡Qué sorpresa! —El menor sonrió.
— Hola Robert, ¿Qué tal estás?
— Ah, vamos... Bert... dime Bert. —Giró los ojos, Frank rió— Muy bien ¿Y tú?
— Bien, supongo.
— ¿Almorzando solo?
— Ah, espero a un amigo, él vendrá en un momento...
— Oh, quería hablar contigo. Lo haré rápido porqué mi esposa está esperándome en la otra mesa. —Se sentó frente al avellana, este le miraba curioso. — Aquel día en que vi lo hermoso que estaba quedando el centro comercial en verdad me enamoré de la manera en la que diseñas y cuando dije que te quería para que diseñases mi edificio en Francia no mentía... Leroy me mostró proyectos de otras personas y eso pero no me llamaron para nada la atención, en cambio vi lo que has hecho tú y en serio... quiero que trabajes conmigo. —Frank le miró sorprendido— No sé qué demonios pasa con Murray, en serio. Nunca se había portado tan idiota como aquel día y...
— Se comporta así conmigo porque me odia.
— ¿Y por qué te odia? —Preguntó curioso, el menor suspiró.
— Porqué es un homófobo de lo último y no puede soportar que un gay tenga tanto éxito en el negocio. —Bert rió.
— Sabía que ese tipo era un imbécil pero no a ese extremo. Como sea, a mí me da igual si eres gay... yo quiero que trabajes conmigo. En serio. No puedo entrar mucho en detalles ahora, pero —De su chaqueta sacó su billetera y de ahí una pequeña tarjeta de presentación extendiéndosela. —Cuando tengas tiempo, llámame, lo digo en serio. Necesitamos discutir sobre esto.
— Está perfecto... te llamaré. —Sonrió, Bert extendió su mano y Frank la aceptó gustoso, este se retiró y solo segundos después Bob apareció.
ESTÁS LEYENDO
Lie to me. (Frerard)
FanficFrank Iero y Gerard Way tienen un matrimonio de maravilla totalmente lleno de amor. Pero lo que no saben es que uno de los dos oculta un secreto... un secreto que romperá con el equilibro de su relación, algo que hará que todo se vaya por la borda...