No es una pesadilla, Gee...

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El teléfono sonó a las cuatro de la mañana del miércoles... apenas y Gerard llevaba dormido veintitrés minutos contados cuando aquel sonido lo alarmó, del hospital le llamaban para decirle que la hermana de Lindsey había llegado. Allie Ballato estaba de viaje de la universidad en Tennessee cuando recibió la horrible noticia, su vuelo había arribado recientemente y estaba a punto de llegar al hospital cuando Gerard fue notificado.
Con todo el cansancio encima dio un salto de la cama y fue a cambiarse el pijama, salió minutos después con rumbo al hospital. En cierta parte agradecía tener en otra ciudad a Frank porqué la situación se complicaría el doble con el avellana sobre él. Ya se imaginaba sus constantes preguntas, "¿Quién era ella, Gee?" "¿Por qué nunca me has hablado de ella?" "¿Por qué tienes que ir allá?"...

Amaba a su esposo, lo amaba con su vida, pero en ocasiones, Frank podía ser muy pesado.

-¡Gerard!-Exclamó Allie Ballato, hermana menor de Lindsey al ver al pelinaranja salir por el ascensor del hospital. La muchacha estaba totalmente hecha un desastre, el maquillaje de los ojos corrido y su cabello totalmente desordenado. Se la veía demasiado cansada y destrozada.

-Allie...-Abrazó a la muchacha tratando de consolarla.

-Diablos, Gee... daría todo lo que fuese porqué Linds estuviese aquí todavía.-Sollozó.-No puedo creerlo aún.

-Yo tampoco lo creo posible... Maldita vida, es una mierda.

-Esto es demasiado para mí. Ella era lo único que tenía en la vida, Gee.

-No digas eso, tus padres y la niña... aún los tienes a ellos.

-Mis padres son una mierda, Gerard... ni siquiera les interesó que su propia hija fue la que murió, les valió una mierda...

-No tenía ni la más mínima idea de que la relación con tus padres estaba fatal.

-Lindsey no hablaba con mis padres desde que se fue y descubrieron...-Se quedó callada, el pelinaranja se separó de ella y le miró directo a los ojos.

-¿Descubrieron...?

-Ay, Gerard... Tengo tanto que contarte...-suspiró.-Demasiado que decirte.-El ojiverde enarcó una ceja.

La pelinegra lo llevó de la mano hasta la cafetería donde ordenó un par de cafés porqué la charla estaría demasiado extensa.

-¿Y bien? ¿Quieres empezar?

-Lindsey venía a Jersey... a buscarte.

-¿A mí? ¿Pa... para qué?

-Para eso tengo que contarte desde el principio de toda esta locura que hemos estado viviendo por tanto tiempo. Cuando Lindsey se fue a Noruega... bueno... ella... al poco tiempo... se dio cuenta de q...que...-Gerard la miraba expectante, la muchacha no sabía cómo decir lo siguiente.-Gee... Lindsey estaba embarazada cuando se fue de aquí.-Gerard abrió los ojos sorprendido, su rostro palideció enseguida. ¿Estaba escuchando bien? ¿Lindsey embarazada?

-No... No... ¿Es una broma, verdad?

-No. Yo no bromearía con esto, Gerard. Mi hermana estaba embarazada cuando se fue de Estados Unidos y descubrió de su embarazo dos meses después...-Gerard refregó su rostro con sus manos, intentaba tranquilizarse un poco porqué sentía estallar ahí mismo.-Lindsey nunca dijo nada porqué ella creyó conveniente no hacerlo, ella... no quiso que lo sepas porqué ya te había hecho mucho daño marchándose y no quería atarte, no quería que estés con ella.

-Eso es estúpido, ¡Por supuesto que hubiese querido estar junto a ella! La amaba con mi vida y diablos... lo más que quería en el mundo es estar a su lado en esos momentos...

Lie to me. (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora