Lie to me. (Frerard)

Tragedias...

5 años después...

Gerard corría por los pasillos del Hospital General de New Jersey, había recibido una llamada mientras estaba impartiendo clases en el colegio donde trabaja, la persona detrás del auricular le había dicho que necesitaba que vaya al hospital de la ciudad para que pueda identificar a una persona que había sufrido un accidente esa mañana del martes. Lo primero que le pasó por la cabeza fue que algo le había ocurrido a Frank, porqué su esposo como arquitecto, al trabajar en una constructora y estar siempre al pendiente de las obras que se ejecutan ahí era muy propenso a cualquier accidente laboral. El pelinaranja se imaginó lo peor,  pero luego de que la mujer que estaba hablando con él, le había dicho de quién se trataba... él solamente salió a toda velocidad hasta dicho lugar.

-Buenos días, señorita... Busco al Doctor Uribe.

-¿Es familiar de algún paciente del Doctor Uribe?

-Me llamaron... para que pueda idéntificar el cuerpo de una persona.

-El Doctor Uribe se encuentra en la segunda  planta, está en cirujía, sígame por favor.

La recepcionista salió del mostrador y caminó con dirección a los ascensores, el nerviosismo se iba incrementado en el cuerpo de Gerard, aún no podía creer que todo eso le estaba pasando, era... una pesadilla.

-Espere aquí, el Doctor saldrá en unos minutos.

-Gracias.-La recepcionista dejó a Gerard en la sala de espera y se retiró, el pelinaranja dejó salir su frustración en forma de llanto una vez estuvo solo, la sola idea de pensar que ella estuviese muerta le rompía por dentro. Habían convivido tanto, desde pequeños, toda una adolescencia juntos y ahora ella quizás estaba muerta, muerta por culpa por un irresponsable que se pasó una señal de alto.

-Usted debe ser el señor Way, si no me equivoco.-La voz del Doctor Uribe le retumbó en los oidos, era un hombre alto y mayor, con cabello blanco y barba frondosa del mismo color, se veía totalmente confiable y amigable.

-Si soy yo... Digame, ¿Es cierto lo de Lindsey?-El doctor cambió su semblante, Gerard sintió romperse por dentro.

-La señora Ballato falleció por un golpe que sufrió en la cabeza, inmediatamente sufrió una muerte encefálica. No se puede hacer nada en esos casos... la hermana de la señora Ballato ya fue notificada de esto y bueno, ella quiso que inmediatamente la desconectemos. Lo siento mucho señor Way. La hermana de la señora Ballato fue quien quiso que contactemos con usted.

-No puede ser...-Musitó, se sentó nuevamente porqué sintió sus piernas flaquear, empezó a llorar desconsolado. Lindsey había sido alguien demasiado importante en su vida y claro estaba que la noticia de su repentina muerte le había caido como un balde de agua fría.

El doctor le encaminó hasta la morgue del hospital dónde ambos entraron. El pelinaranja le había pedido encaricidamente que dejara ver el si realmente era el cuerpo de Lindsey quién se encontraba en dicho lugar tan frío y lujubre...

Si, efectivamente era Lindsey.

Su mundo cayó a sus pies y se rompió en miles de pedazos, ¿Por qué ella? ¿Por qué Lindsey? Se preguntaba. La mujer yacía en aquella horrible camilla, su cuerpo estaba frío y sus labios eran pálidos, demasiado pálidos, su rostro estaba lleno de golpes y en sus brazos se podía observar múltiples hematomas a causa del accidente. Rompió a llorar nuevamente en ese horrible lugar y luego al no soportar estar ahí, huyó a largas zancadas, estaba deshecho, totalmente destrozado.

Luego de ver el cuerpo de Lindsey en la morgue e identificar como verdadera la muerte de la pelinegra, el Doctor Uribe lo acompañó nuevamente hasta la sala de espera, donde dijo que aguardara un momento pues quería seguir hablando con él. El pelinaranja se quedó sentado y empezó a descargar su frustración en forma de lágrimas nuevamente, ¿Por qué Lindsey? Ella no merecía la muerte, ella merecía la vida y todo lo bueno de ella, Lindsey era el tipo de personas que siempre quieres en tu vida, ella era buena, muy buena. La mejor mujer del mundo después de Donna. Ballato fue el primer amor del pelinaranja y sinceramente... en el fondo aún sentía algo por ella lo que hacía que su muerte le sea más dolorosa.