Parte uno: mal augurio

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—Señor Iero, ¿cómo se siente? —le preguntó una enfermera después de que recobró la conciencia. Cuando despertó se vio rodeado de cortinas celestes y ese olor de desinfectante de hospital le golpeó las fosas nasales haciéndolo marear de nuevo. Recordaba muy poco lo que había pasado y suspiró. No era la primera vez que le daba un ataque de pánico, pero sí que era la primera en la que casi moría... ¿qué más peligroso que le diese un ataque mientras conducía? Matt y Gerard tenían la culpa de todo. Olsson sobre todo... par de imbéciles que regresaban a su vida para joderlo.

—Muerto por dentro —contestó, la enfermera no quiso responderle porque no sabía que decir y en cierta forma, la cara inexpresiva de Iero le daba un poco de miedo—. ¿Ya me puedo ir? —preguntó, la muchacha le miró temerosa.

—Aún no, el doctor que le atiende dice que es mejor que pase la noche aquí para observación en caso de que vuelva a tener otro ataque —Frank frunció el ceño.

—Mire, señorita... pues me interesa una mierda lo que diga el doctor, yo me voy ahora mismo de este lugar —se quitó los parches que controlan el ritmo cardiaco y comenzó a abotonar su camisa.

—Señor Iero, por favor vuelva a acostarse —Frank le lanzó una mirada asesina y la mujer se mostró nerviosa.

—Okay... —miró la credencial de la mujer para ver su nombre—... Gina, hagamos un trato. Me dejas ir sin decirle a nadie y te doy todo el dinero que tengo en mi billetera, ¿qué dices? —la enfermera no respondió—. Cómo sea, igual me voy a ir de este sitio —tomó su billetera y llaves del auto para salir de la sala. Vio a la enfermera adelantarle y correr hasta donde estaba un doctor, supuso que ese hombre fue quien le atendió y desvió su camino buscando otra salida. Detestaba los hospitales y definitivamente no se quedaría la noche entera en ese lugar.

Encontró la sala de urgencias y salió por ahí para tomar el primer taxi que pasó por la calle, le importaba una mierda su bienestar. En ese instante le parecía una buena idea estar muerto... quizás era una salida fácil, pero estaba cansado de absolutamente todo. Se sentía como un jodido cobarde y tal vez si lo era, pero la verdad es que no sabía qué hacer, la desesperación era inmensa y se agobiaba con solo volver a pensar en sus problemas... pero si continuaba evitando cada uno de ellos, todo sería peor. Así que mejor iba a comenzar a afrontarlos de una maldita vez.

* * * * * *

Unos días después, Iero regresó temprano del trabajo a su casa sin dar explicaciones a absolutamente a nadie porque no quería saber cómo reaccionarían sus amigos cuando supiese que había respondido al correo de Matt diciéndole que también quería verlo y citándolo en su propia casa. Seguramente Evan y Bob explotarían de la rabia al saber sobre la reunión que tenía con su esposo... pero eso le daba bastante igual en ese momento, él necesitaba afrontar a Olsson sí o sí porque quería ser libre al fin.

Llevaba más de cuatro años sin verlo, sin saber de él. Por un momento pensó que Matt estaba muerto, pero un par de años más tarde de su repentina desaparición, su suegra se contactó con él para informarle que ella se había comunicado con su hijo, quien solo dijo que estaba bien y que no se preocuparan por él. Pues muy tarde se contactó con ellos, ya llevaban llorándolo demasiado tiempo.

Habían sido casi cinco largos años dónde intentó pasar página, seguir adelante con su vida y dejar el recuerdo de Olsson en el pasado sin poder lograrlo. Matt lo marcó profundo, en él encontró lo que Gerard le arrebató. Esa sensación de ser querido de verdad, no palabras vagas y vacías. Podía sentirse amado cuando lo besaba y lo miraba, cuando le susurraba al oído que lo amaba aunque él aun no sintiese ese amor que le juró una vez a su ex esposo. En sus acciones del día a día, en las conversaciones profundas que tenían. Matt y Frank pudieron serlo todo juntos, pero nadie sabía lo que el destino les tenía preparado. Todo cayó en picada, incluyendo ese amor que estaba creciendo dentro del arquitecto.

Lie to me. (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora