Capítulo 6

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Are You Ok, Harry?

Con la gran aventura que vivimos Zayn y yo en el café quedamos agotados. En cuanto se escondió el débil sol nos fuimos a la cama. Me desperté a la mitad de la noche gracias a que alguien estaba tosiendo. Me senté en la cama y pude divisar a Harry removiendose en la suya a traves de la oscuridad. Me levanté y caminé silenciosamente hasta llegar al lado del ruloso.

-Harry...-llamé. Este me miró, estaba despierto.-¿Te encuentras bien?
-Sí...-tosió un par de veces.-...sólo es tos. Seguro es por el frío.
-No lo se, Harry, no te oyes bien.-el ruloso me sonrió.
-Si mañana no me siento bien le diré a Simon, lo prometo.
-Esta bien.-besé su frente y lo ayudé a aroparse con las frasadas, si se estaba enfermando no podía arriesgarme a que empeorara.
-Gracias, mamá.-bromeó. Rodé los ojos y volví a mi tibia cama.

It's time to get up!

Sentí los pies de Louis pisar mi cama justo al lado de mis costillas, saltaba y saltaba cantando su pegadiza y odiosa canción para despertarnos a todos. Medio abrí los ojos y ví a Niall con su guitarra dandole la melodía a Zayn y Louis para que, entre los tres, cantaran. Su súper canción termina en una nota alta, por lo que quise ayudar. Me levanté con mi rostro inexpresivo, dí una suave patada en la entre pierna de Louis, no lo suficientemente fuerte para que le doliera, y bajé a desayunar, dejando a mi BooBear tirado en el suelo. Es tan exagerado.

-¿Desde cuando que Harry es parte de los maduros de la casa?-pregunté divertida al ver a Harry y Liam platicando mientras desayunaban.
-Lo mismo me preguntaba yo, me estaba asustando.-bromeó Liam, haciendoe reír. Besé la mejilla de ambos y pasé mi brazo por los hombros de Harry.
-¿Cómo te sientes?
-Normal.-Liam y yo nos miramos, no pudimos aguantar la carcajada que se venía.
-¿Normal?-rió Liam.
-No puedes decir eso, no eres normal.-llevé mis manos a mi estómago, me dolía por tanta risotada.
-Idiotas.-dijo Harry sin poder aguantarse la risa también. Vimos a Zayn y Niall bajar las escaleras con una sonrisa, se habían estado riendo, lo supe por sus caras.
-¿Dónde está Louis?-pregunté lista para reirme de él.
-Sigue en el suelo...
-¡Harreh...!-gritó Lou desde las escaleras, se venía arrastrando por ellas.
-¿Qué diablos estás haciendo?-le preguntó Harry a Louis.
-Ella...-me apuntó. En cuanto lo hizo yo me largué a reir nuevamente.-...ella me golpeó donde no se debe.-dijo como si se le estubiera acabando el aire.
-No exageres, Lou.-me volteé. Iba a prepararme agua caliente con limón. Es bueno para las cuerdas vocales.
-Debemos irnos ya, chicos.-avisó Liam viendo su reloj. Todos asentimos. Metí el agua con limón en un termo y fui con los chicos a la camioneta negra para ir a ensayar.

Durante casi todo el camino Harry estubo tosiendo en silencio...o al menos esa era su intención. Y de hecho recordé que en la cocina tenía la voz más áspera de lo normal, por lo que su garganta está irritada. No pude decirle nada por que estabamos cada uno en una esquina de los asientos del auto, pero al llegar le diría que debería volver y descanzar un poco. Junto a Harry se encontraba Liam sentado, el cual notó que Harry no se encontraba muy bien. Ví que hablaban pero no alcancé a oirlos. Niall estaba a mi lado y comenzó a interrogarme.

-¿Por qué miras tanto a Harry? ¿Hay algo entre ustedes? ¿Acaso te gusta?-reí un poco con las preguntas del rubio, pues estaban todas erroneas con respecto al sujeto que eran dirigidas, en este caso, Harry.
-No es eso.-negué con la cabeza.-Creo que se está enfermando o algo, se ve muy mal.-Niall llevó la mirada hacia el ruloso.
-Cierto, se ve terrible.
-Oigan, él es así, no sean malos.-dijo Zayn volteandose hacia nosotros. Niall y yo soltamos una carcajada.

Llegamos, por fin. Por un momento me olvidé que debía hablar con Harry, pues Niall y Zayn me distrajeron con sus bromas y tonterías. Nos subimos al escenario para practicar. Mientras Liam cantaba al comienzo yo me dedicaba a ver a Harry disimuladamente. Tenía su cabeza apoyada en el pie del micrófono, insisto, no se veía bien. Luego de cantar mi parte me salí de mi lugar y fui directamente hasta donde estaba Harry, recibiendo preguntas de Simon, el entrenador vocal y los chicos. Coloqué mi mano en su espalda con la intención de ganarme su atención. Levantó la mirada y me miró confundido.

-Harry, prometiste que hablarías con Simon.-dije con tono suave.
-Lo se, pero no estoy tan m...-fue interrumpido por su tos. Toqué su frente con la palma de mi mano, tenía un poco de temperatura.
-Debes ir a descanzar.-llevé la mirada a Simon, quien ya se acercaba a nosotros.
-¿Qué pasa, chicos?-preguntó en cuanto se paró junto a ambos.
-No me encuentro bien.-dijo Harry.-Pero se que puedo...-otra vez la tos lo interrumpió.
-Será mejor llevarlo con un doctor.-Harry negó inmediatamente con la cabeza la propuesta de Simon.
-Harry, ve con el doctor.-insisti, a lo que él bajó la cabeza, ocultando su rostro en mi hombro. Lo abracé sin dudarlo. Rapidamente llegaron los chicos a unirse al abrazo. Los ojos de Liam quedaron justo frente a los míos, logrando que mis mejillas quedaran teñidas de un rosa intenso, según yo. Una media sonrisa adornó su rostro en cuanto la sangre invadió el mío.

El doctor le dijo a Harry que debía guardar reposo por unos días hasta que se sintiera mejor. Todos pensamos que era buena idea, menos Harry. Los chicos y yo notamos que se sentía inútil sólo por estar enfermo y no poder ensayar con nosotros. Los dos días siguientes me estuve asegurando que tomara sus medicinas, medía su temperatura y lo ayudaba en lo que podía.

Una noche, cuando estaban casi todos los chicos de la casa viendo una película en la sala, fui a ver cómo se encontraba Harry. La última vez que estuve con él hoy se durmió. Lo encontré mirando fijamente el techo y, cuando entré, me vió y sonrió.

-¿Te sientes mejor?-pregunté sentandome en la orilla de la cama.
-Sí, un poco.-se acomodó para sentarse bien.
-Al paso que vas mañana estarás bien.-aseguré. Una sonrisa amplia se hizo visible junto con sus adorables hoyuelos. Toqué su frente para tomarle la temperatura, aún tenía un poco.-Espera aquí, traeré algo.
-No me puedo ir, Sherrie. Me prohibieron salir de esta cama.-rió, también yo. Fui a llenar un recipiente con agua fría a la cocina y hunté un paño en este. Lo llevé a la habitación donde Harry me esperaba recostado nuevamente, lo que agradecí pues así se me haría más fácil.-¿Qué es eso?
-Un paño húmedo, lo pondré en tu frente y te bajará la temperatura.-expliqué colocando el trapo en su frente y sus mejillas. Sus ojos observaban con atención todos mis movimientos, aunque yo tubiera la vista fija en mi trabajo, lo sabía. Remojé nuevamente el paño, lo estrujé y lo llevé a su mandíbula.
-Te ves linda cuando te concentras.-susurró sin rodeos. Nuestras miradas se cruzaron. Alzó un poco el rostro hasta que nuestros labios chocaron suavemente. No podría explicar aquella sensación que tuve cuando Harry me besó...era lindo. Sinceramente, pensaba que este beso lo tendría con Liam: eventualmente le confesaría que me gustaba y una cosa llevaría a otra y nos besaríamos apasionadamente...nada como esto.

No me malinterpreten, fue un buen beso, me gustó, pero todo lo que hizo fue confundirme y mezclar mis emociones.

El paño húmedo cayó en mis piernas desde la clavícula de Harry, haciéndonos volver a la realidad. Me quedé mirándolo por un rato, luego salí corriendo al baño.

-Sherrie, espera...-antes de que pudiera seguir cerré la puerta, me deslicé hasta el suelo y traté de procesar lo que había pasado unos segundos atrás.

Creo que, hasta aquel momento, no había pensado en Harry de esa manera, solo era mi buen amigo, mi mejor amigo. Pero el beso hizo que mi corazón se acelerara, mil cosas pasaron por mi mente, mil sentimientos, mil maldiciones, mil notas musicales...Mi estómago se revuelve, pero no son náuseas lo que siento, sino ganas de...volver.

I'm a Girl and I'm in One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora