La campana de la última clase sonó. Causando que todos los estudiantes comenzarán a celebrar.
Liliana tomo su mochila y salió corriendo de aula de clases, llevándose consigo a personas que no tenían la culpa. Se disculpo miles de veces con todas las personas.
Valery le había llamado hace una hora para decirle que su sobrina más grande, tenía vómitos, desmayos y sudoración excesiva y que necesitaba que llevara unas frutas. Quizás su hermana tuvo que esperar que saliera de clases para informarle.
-¡Lili, espéranos!- grito April corriendo detrás de ella.
Así que Liliana paro y se volteo al ver a sus amigos.
-Llevó prisa, chicos. ¿Sucedió algo importante?- les pregunto mientras miraba su reloj de muñeca.
-Sabemos que estas apurada. Tú hermana mando el mensaje por el grupo "familiar" que creo hace unas semanas.- le informo Abril mostrándole el celular.
-Por eso, entre todos decidimos acompañarte- dijo Chris -. Así saludamos a tú cuñado y a Valery, aparte de visitar le llevamos unos chocolates a las princesas.
-No es buena idea que les lleven chocolates o dulces- aseguró Liliana con una sonrisa -. Los matará, porque envenenan a mi sobrina.
Una vez hace varios meses Adam, su cuñado, había llevado un helado a casa y su sobrina menor, había enfermado con una virosis. Valery casi lo mata por tratar de envenenar a su propia hija con esa chatarra. Ese día Adam había dormido en el sofá. Así que la lección sirvió para todos.
-No quiero morir joven- comento Chad con una mueca de horror -. Así que, no le llevarán dulces.
-¿Les puedo llevar una muñeca de los Descendientes por lo menos?- pregunto Chris haciendo ojitos.
-Le encantará- aseguró Liliana.
Sus pequeñas sobrinas, extrañamente, amaban a Chris. Cuando esté llegaba a sus sobrinas se olvida que tenían un papá.
-¡Bueno!- exclamó el susodicho con una sonrisa -No pierdo el tiempo con ustedes. Iré por Evie, Mal, Jay, Audrey, Ben, Uma y Carlos- y salió corriendo en dirección al auto, junto a él su hermano.
-Bueno, nosotras vamos con las pequeñas.- se emocionó April.
-Vamos- y comenzaron a caminar junto a ella.
-¡Nos vemos!- se despidieron los gemelos al mismo tiempo.
De vez en cuando daban miedo. La castaña los miró horrorizada.
-No hagan eso- les pidió Liliana mientras abría la puerta del coche de las gemelas.
-¿Hacer qué?- cuestionaron los cuatro al mismo tiempo.
-Eso- les dijo ella. Y subió al coche para no seguir escuchándolos.
Amaba a sus amigos, pero eso de tener dos pares de gemelos daba terror cada cierto tiempo. Eran como robots hablando al mismo tiempo.
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Never Again [Editando]
Teen FictionEllos podrían ser fácilmente el Cliché más perfecto que van a encontrar. Porque eso son. Pero también hablamos de la superación de un corazón roto. ¿Cómo amas a alguien que tanto daño te hizo? Y lo más importante ¿Qué tanto amor propio te tienes? ...