Never Again [Editando]

Capítulo 31

     Todos se encontraban mirado a la pareja de manera expectante. Aún sentados en la mesa ninguno decía palabra alguna.

     —¿Dirán algo o no?— pregunto Liliana blanqueado los ojos —Porque creo todos queremos seguir con la diversión.

     —Yo quiero comenzar— dijo Adam colocándose de pie para llamar la atención de todos.

     —Al fin— susurro Liliana dando un fuerte suspiro, una vez más en busca de aire.

     A pesar de que la doctora le había pedido ir para realizar la biopsia, Liliana no quería descubrir lo que sucedía. Tenia miedo al resultado. Asi que evitaba a su doctora y familia a toda costa. Aún así, todos habían respetado la decisión de Liliana de no insistir. Solo cuando ella estuviera lista.

     —Como saben Valery y yo nos casamos muy jóvenes- todos asistieron -. Además fue una ceremonia donde solo estábamos nosotros. No hicimos fiesta, ni nada. Solo un almuerzo en algún restaurante de Miami.

    —¿Qué tratas de decir?— pregunto Valery mirándolo con el ceño fruncido.

     —Valery— el saco una caja del bolsillo de su americana —. Nunca pude darte un anillo de compromiso, ni pedirte que te casaras conmigo formalmente. Además, nunca pudiste tener la boda de tus sueños.

    >> Me diste dos niñas maravillosas. Que son la luz de mis ojos. Tu maravillosa hermana, se volvió una hija para mi también. Mi hermanita. Se que han pasado algunos años desde que nos casamos. Pero sigo amando cada faceta tuya, incluso aquellas que me sacan de mis casillas. Aquí delante de todos— él abrió la caja —. Quiero pedirte, que seas mi esposa, bajo los ojos de Dios.

    —¡Oh, por favor!— él le dedicó una sonrisa -¿Lo dices en serio, Adam?

     —Bueno, no sabes todo lo que me costo decidir si lo decía— dijo él con una sonrisa divertida —. ¿Te volverías a casar conmigo, Valery Stern?

     Ella miró el anillo en la caja. Era un anillo sencillo con una piedra central de corte perar. La argolla tenía pequeñas piedras en ella.

     —¡Claro que me casaría contigo de nuevo, Adam!— exclamó, todos se pusieron de pie aplaudiendo a la pareja.

     —¡Siiiii!— grito Christina dando saltos en su lugar —Chicas, debemos organizarnos. Hay mucho que preparar.

     Liliana los miro. Ambos estaban abrazados. Y todos los invitados reían a carcajadas. Y se levantaron a felicitarlos.

     —¿Qué hicieron qué?— preguntó Melany al otro lado de la línea.

     —Si, bueno, no teníamos mucho tiempo— dijo Valery —. Venganse a Maia restaurant, vamos a comer.

     —¡Ja!— dijo Melany cuando su hija corto la llamada —Estan locos. Los mataré, juro que los mataré. Salen embarazados antes de si quiera comprometerse y ahora nos hacen esto. ¿Quien crío a estos niños?

     —¿Qué sucede?— preguntó la madre de Adam acercándose.

     —Qué nuestros hijos se casaron, esl acaba de pasar— dijo Melany colocándose el celular en la mesa.

     —¿Estos niños no pueden informarnos antes?— cuestiono la mujer cruzada de brazos.

     —¡Nos vamos a Maia Restaurant!— grito Liliana en la escalera de la casa, Christina una detrás de ella —No puedo creer que no fui madrina de la boda.