—¡Gracias, Jack!— agradeció ella bajándose del coche de su padrastro.
—Gracias, papá— sus hijos se bajaron del coche de su padre mientras este los observaba encaminarse junto a Lily.
—¡Suerte, Lily!— le grito desde el coche causando que muchas miradas se posaran en el costoso auto de Jack.
Sin embargo, los hermanos optaron por no voltearse a mirarlo para no pasar vergüenza. Ella entro. Cuando volteo a observar a sus hermanos, estos se habían ido.
—Si me necesitas, solo debes llamar, dejaré todo por venir— le aseguro Valery con una sonrisa.
—Valery— su hermana le acaricio la mejilla —. Aquí estas a salvo, ¿vale? Y si necesitas ayuda, la psicóloga de aquí te ayudará.
—No quiero otro psicólogo— le aseguro ella con terror —. No me gusta hablar de Seattle con nadie.
—Lili— llamo Adam con una sonrisa —. Yo te recogeré, ¿vale? Y te prometo que haremos lo que quieras en cuanto salgas de aquí.
—¿Palabra de hombre?— preguntó ella, Adam alzo una ceja —Papá solía decir que lo único que importa era la importancia de la palabra.
—Te doy mi palabra de hombre.
—Esta bien— abrió la puerta del coche —. ¿Puedo decir algo más?— Valery asintió —Pase lo que pase, nunca será tu culpa.
Liliana sacudió su cabeza ante el recuero, miro a las personas pasar. Unas venían en grupos, otros en pareja y pocos de ellos solos. No se fijó por donde iba que terminó golpeándose con una chica.
Pudo ver su cabellera amarilla. Y el uniforme de porrista.
Aunque Liliana había sido una porrista, esta no la conocía, así que podría ser una chica como Christina o una perra como ninguna otra.
—Lo siento— se disculpo la mujer.
Liliana no pudo evitar sonreír. Era como Christina. Y eso le gustaba mucho, no tendría problemas.
—No hay cuidado. Yo también venia distraída— contesto ella. Miro a la chica y luego siguió su camino.
—¡Ey!— le llamo de nuevo la rubia platinado natural —Espera— Liliana detuvo su paso —. Soy Thalía Veep— se presentó con una sonrisa.
—¿Cómo la serie?— la rubia sonrió divertida y asintió levemente.
—Cómo la serie— le aseguro —¿Cómo te llamas tú?— cuestionó ella curiosa.
—Soy Liliana Stern— se presentó la castaña tendiéndole la mano.
—Es un placer— la rubia sonreía como si todo tuviera sentido, mientras Lily la miraba confundida.
—¿Eres nueva?— Liliana no sabia que contestar ante eso. ¿La verdad o la mentira?
—Soy nueva, pero estudie aquí parte de mi infancia— le explico tratando de evitar cualquier tipo de comentario del pasado.
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Never Again [Editando]
Teen FictionEllos podrían ser fácilmente el Cliché más perfecto que van a encontrar. Porque eso son. Pero también hablamos de la superación de un corazón roto. ¿Cómo amas a alguien que tanto daño te hizo? Y lo más importante ¿Qué tanto amor propio te tienes? ...