Capítulo 48

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     —Valery, ¿puedes sentarte?— cuestiono su madre impujandola de vuelta al asiento.

     —¿No estás viendo lo que ocurre? ¡Van a matar a nuestro capitán!— grito ella —He apoyado a los de Miami desde hace años, pero están cometiendo falta.

      —Si, si, nosotros y medio estadios lo sabe— respondió Adam —. Ya notamos que Guillermo quiere asesinar Oliver, ahora, un bebé en tu vientre. Toma asiento.

     —¿Ustedes no durmieron anoche?— preguntó Jack entregándole a sus hijos un energizante a cada uno.

     —Yo dormí como un bebé— mintió Elian —. Pero desperté temprano para terminar los deberes.

     —Y yo me acosté tarde terminando un ensayo— aseguró Isabel con una sonrisa —. ¿Alguien sabe que está ocurriendo?

     —Los Stark están perdiendo— respondió Owen —. Y perdieron a su capitán en el acto.

     —¡¿Anoto?!— cuestiono en un grito el señor West —¡Joder, joder, joder!

     —¡Anotación perfecta!— grito Diana dando saltos —¡Ese es mí bebé, joder!

     —¡Es doble! ¡doble anotada!— grito Owen —¡Joder, hemos ganado!

     —¡Y anotó, anotó!— gritaba el locutor con emoción —¡Felicidades Targaryens! ¡Es una victoria para la casa!

     Las porristas comenzaron a saltar en su sitio. Liliana se abrazo a Thalia mientras saltaban. Cuando se separaron ambas miraron a los chicos quienes estaban saludando al equipo rival con choques de puño. Había sido un partido reñido, que logró tener a las personas en suspenso. Muchos de los caza talentos se acercaban a los entrenadores. Mientras los chicos comenzaban a celebrar su victoria entre vítoreos y abrazos.

     —¡Targaryens, Targaryens!— gritaban todos desde las gradas.

     —¡Ganamos!— gritaban las porristas antes de mezclarse entre los muchachos para felicitarlos.

     Oliver corrió hasta donde Liliana, la tomó de la cintura y le dio vueltas por los aires. Liliana se sujeto del cuello de él. Y sonrio con alegría cuando la miro a los ojos.

     —Felicidades— susurro Lili antes de que Oliver la besara con devoción.

     —Este es el mejor regalo— le aseguro cuando se separaron –—. Ahora quiero darme una ducha, y dormir.

     —¿Estas bien?— preguntó Liliana intentado observar los cortes.

     —Estoy bien— le beso la frente —. Por suerte no pienso vivir del fútbol americano— le dedicó una mirada preocupada —. ¿Tú estas bien?

     —Creo— se encogió de hombros levemente —. Ey, pero ganaron, me alegra mucho que lo hicieran. Estoy feliz por ustedes.

     —Lili...— antes de poder decir algo más, un grupo de muchachones lo llamó.

     -—¡Oliver!— llamaron los chicos y antes de que se lanzarán sobre él, soltó a Liliana.

     —Yo los dejo. Debo cambiarme, y quiero hacer algo.

     Oliver asintió levemente. Y cuando estuvo unos metros más lejos hizo contacto visual con Thalia quien asintió levemente y siguió a Liliana con dirección al vestidor de los visitantes.

     Si algo agradecerían ellos dos, era su capacidad de entenderse con una mirada. Nada de palabras, solo miradas. Esa era la clase de conexión especial que tenían. Y que él de alguna manera esperaba tener con Liliana en un futuro cercano.

Never Again [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora