Never Again [Editando]

Capítulo 6

     Por la ventanilla se podía observar Miami en miniatura. Era simplemente hermoso, ver como desde las alturas todo es mejor. Las luces que iluminaban la ciudad la hacían ver mágica, la playa, todo era perfecto.

     Se podían observar más lugares de los que no se creían posibles en Miami. Y llamaban la atención de visitar.

     -Recuerdo la primera vez que subiste a un avión- recordó su hermana con melancolía -. Ibas tan nerviosa, tenias miedo de las alturas. Y tú simplemente te aferraste a mi mano- su cuñado ríe.

     Sus pequeñas sobrinas dormían a su lado en el asiento. Ambas habían pasado el día brincando de un lado a otros, incluso en la playa. Parecían tener más energía que todos esos adultos juntos.

     -Lo recuerdo perfectamente- le respondió -. Fue cuando conocí a tú novio, con el cual meses después te casaste- su hermana rodó los ojos ante el recuerdo —; porque te comiste la torta antes del recreo.

     —Que chistosa— ironizó Valery sacándole la lengua —. Pero bien feliz que estabas cuando nació.

     —¿Cómo no iba a estarlo?— le cuestiono —Ella me hizo tía, es un sentimiento hermoso.

     —Quizás algún día, en diez años espero, lo averigüe— Liliana negó levemente —. Es la verdad.

     -Tranquila, pequeña, todo estará bien. No debes asustarte- le trata de tranquilizar su hermana.

     La pequeña pre-adolescente estaba muy nerviosa. Era la primera vez que subía a un avión. Y aunque no era un viaje largo, solo era un viaje interno, temía por su vida.

     La niña solo podía pensar en la posibilidad de que el avión sufriera un accidente. Acabando con su corta vida. Y aunque sabían que eran muy pocas las probabilidades de que eso pasara, no podía evitar sentir pavor.

     Miro a su hermana y trago grueso.

     -Lo siento, pero no puedo evitarlo. Es la primera vez que subo a un avión- le explico su hermana, ella le tomó la mano.

     -La primera vez que subí a un avión fue con papá- le comento con un poco de tristeza -. Y él me decía, que todo estaba aquí- le señaló su cabeza y le sonrió -. Y aquí- le señaló el corazón.

      -¿Y eso es...?

     -Que si confías en que todo estarás bien, así será. Sin importar lo que digan los demás. Estarás bien. Todo es fe y confianza.- le explico su hermana con una sonrisa.

     -Gracias- le contesto a su hermana en un susurro. Se acomodo mejor en el asiento.

     Si algo era incomodo eran esos horribles cinturones de seguridad. Las azafatas consideraban que mientras más apretado, más seguro era.

     El avión comenzó a moverse. Eso significaba una cosa: iban a despegar. Ella apretó más la mano de su hermana causando que ella riera.

     Y cuando menos lo espero ya no sentía nada. Miro por la ventanilla y observó como la pista se hacía chiquita. Estaban en el aire.

     -¿Ves? No pasa nada- ella miro como Seattle estaba a oscura, solo luces brillantes.

      Y luego todo se volvió negro estaban más alto. Lo que significaba que estaban en las nubes.

     -Es hermoso- comento ella acomodándose en la silla otra vez.