Capítulo 12

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     —Es hermosa, inteligente, tiene buenos atributos físicos, esos hermosos ojos cafés, esa linda y su tímida sonri…

     Oliver estaba sentado en la mesa de comedor para cuatro personas que estaba en la cocina, escuchando a su madre alabar a su vecina. Ya comenzaba a molestarse.

     —¡Joder! ¡Ya para, mamá!— exclamó Oliver —¿Qué se supone que debo hacer para no escucharte hablar de ella?— su madre volteo a mirarlo —¿Me darás tú anillo y le pediré matrimonio? ¿Me caso con ella mañana mismo y tenemos un hijo llamado Liam?— su madre frunció el ceño.

     —Bueno, Liam no es un mal nombre. Pero para mi nieto me gustaría más David— él rodó los ojos y soltó un gruñido.

      Sólo quería que se lo tragara la tierra. No soportaba a su madre. ¿En serio quería que tuviera una relación con su vecina?

      Si algo odiaba Oliver era que se metieran en su vida y sus decisiones. Odiaba que las personas tuvieran algo que opinar sobre él. Y más cuando de relaciones se trataba.

     Thalía no dejaba de soltar carcajadas desde la barra de desayuno. Oliver la fulminó con la mirada.

     —¿Qué es lo divertido?— le cuestionó a su mejor amiga con hostilidad.

     Su madre rodó los ojos: —Iras. Y es mi última palabra— ella sale del comedor sin decir más.

     El soltó un bufido mientras se cruzaba de brazos como niño chiquito. Tenia que hacer algo para no ir a casa de su vecina y ofrecerle transporte. ¿Qué se supone que le diría? Si de por si fue incomodo verla hace unos minutos.

     Hasta él estaba sorprendido por sentirse así con una mujer. Las había visto desnudas y no era incomodo. ¿Qué era lo que cambiaba con Liliana? Había una parte de él que sabía que era, pero la otra se negaba a aceptarlo.

     Ahora no solo tenia que ingeniárselas para no ir a la casa de los Stern, sino también para no toparse con ella.

     —Ya quiero organizar la boda con mi cuñada— habla la voz divertida de su mejor amiga. Él se volteo a mirarla y la volvió a fulminar con la mirada.

     —Cállate. Esto es mi muerte.

     —Solo imagínate el diario del instituto y la readaptación perfecta de Rebecca en el— comento ella, se bajo del taburete y camino a él con aires de inspiración para relatar una historia —. “El mujeriego, rompe corazones de Oliver West, se casa con una sexy chica. Quien presuntamente es su vecina. Él rompe corazones después de tenerlas a todas se enamoró de una. Y no sólo eso, sino que tendrán un hijo llamado David Liam. ¿Será esto amor o solo una farsa?”

     Él rodó los ojos. Su amiga no era buena con los nombres, menos relatando historias, eso era claro. ¿Quién le pone David Liam a su hijo?

     —Eso no suena bien— negó mientras la miraba desde la silla del comedor.

     —Perdón señor literatura, solo me burló. No busco ser la mejor— ella se cruzó de brazos y rodó sus ojos.

     —No me refiero a eso. Aunque tienes razón, relatas horrible— ella se sentó frente a él —Me refería al nombre, ¿David Liam?— cuestionó él —En todo caso suena mejor Liam David.

     —Como sea. De cualquier modo tú madre ama a la vecina. ¿La conoció antes?

     Él sacó su celular del bolsillo de sus vaqueros, miro la foto de su celular, donde estaba con su hermana.

     —¿Puedes agarrarla, Oliver?— suplico su madre que parecía a punto de darle un ataque —Ha llorado todo el día, no se calla.

Never Again [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora