Capítulo 57

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      —Sueltame— dijo Thalia cuando Matt le tomó el brazo —. He dicho que me sueltes.

      —No puedes huir cada vez que tengamos un desacuerdo, Thalia— ella se solto del agarre.

      —Los dos tenemos maneras formar diferentes de manejar la ira, esta es la mía— tomo su bolso —. Espero que Britney, entienda mejor que yo, como guardar secretos.

      —Si te detienes cinco minutos, puedo explicarte que ocurre— ella camino hasta su auto —. Thalia no seas infantil. No es el momento.

      —¿Infantil?— cuestiono con ironía y abrió la puerta del coche —Vale, genial, soy infantil. Que tengas buen día, Matt.

       Ella subió al auto. Matt intento detenerla, pero parecía imposible. Cuando se enojaba no escuchaba a nadie, ni siquiera a sí misma. Él soltó un suspiro y paso las manos por su cabello cuando la miro salir del garaje.

     —Hoy son cinco años desde que Sarah nos dejó— susurro Matt mirando las nubes grises.

      —Lo lamento, Matt— Britney recogió sus cuadernos —. No quería ocasionarte problemas con Thalia. Hablaré con ella. Lo prometo.

      —No te preocupes, Brit— él le ayudo —. Tu no hiciste nada. Solo, no es un día fácil.

     —Lo lamento— él la acompaño hasta su coche.

      —Discúlpame— ella guardo su bolso —. Estudiaremos en otro momento.

     Ella subió al coche y salió del garaje. Matt la observó irse. Sacó su celular y marcó el número Thalia sim ningún tipo de existo. Soltó un suspiro, y entró a su casa. Una casa llena de silencio.

      —¡Son un amor!— exclamó Thalia cuando Liliana y Oliver terminaron de posar —Sin ustedes no entro a la clase de fotografía.

      —¿Por qué debe ser sobre nosotros?— preguntó Oliver separándose de Liliana.

      —Porque ustedes son mi proyecto para el curso— se encogió de hombros mirando las fotos —. Los momentos que les capture en la playa son las que presente para ingresar. El amigo de Adam, Sergio, me dijo que trabajará con ustedes.

      —Ya comprendo— aseguró Oliver, y luego miro a Liliana quien miraba la pantalla del teléfono con el ceño fruncido.

      —¿Lili?— llamo Oliver cuidadosamente, pero Liliana no levantó la mirada —¡Liliana!— exclamó esta vez.

     —¿Qué pasa?— cuestiono ella levantando la mirada —Thalia, ¿de quien es este estudio?

     —Es mío— le aseguro —. Le dije a mis padres que necesitaba un estudio. Me alquilaron un piso, y me compraron todo esto. Dicen que prefieren que gasté las energías en esto que saltando de un lado a otro, mientras bailo por la casa.

      —Tienen toda la razón— aseguró Oliver encogiéndose de hombros —. Aja, ¿y tú?— le preguntó a Liliana —No puedes dejar de mirar tú teléfono.

     —Es que Thalía nos tiene aquí. Y tenemos operación Santa— se justificó ella mirando el reloj —. Debo comprar los regalos de navidad hoy, porque iremos mañana a Los Ángeles para llevarlos.

      —¿Y cuando se van ustedes?— pregunto Thalia sentándose en taburete de la pequeña barra que tenía el lugar.

     —La familia completa el día antes de navidad, o eso dijo mamá— respondió Liliana guardando el celular —. Porque yo debo ir a la fundación Alex’s Lemonade Stand, es la fundación contra el cáncer. Oliver me acompaña, estaremos todo el fin de semana. Aún no se si Valery y Adam irán con nosotros. He asistido desde que estoy pequeña, así que es un compromiso.

Never Again [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora