Capítulo 8

4.6K 191 5
                                    

     -¡Mamá estoy lista!

     Grito Liliana bajando las escaleras de la casa. La verdad era que ella estaba lista desde hace una hora y media, pero no quería ir a ninguna cena.

     Y la razón por la que iba, era porque sus nuevos vecinos habían organizado la cena especialmente para ella y su hermana. Así poder conocerlos. Y no era bien visto que ella rechazará la cena.

      -Estas bellísima, cariño- alago la dulce voz de su madre, quien apareció por el umbral de la estancia.

     Adam salió del comedor junto a Valery y las pequeñas niñas. Habían llegado media hora atrás.

     -Y tú luces muy hermosa, mamá- le respondió ella con otro alago.

     No mentía, su madre era una mujer hermosa y tenia un cuerpo de treinta. No tenía idea como su madre de cuarenta y siete años, tenia la apariencia de una de treinta.

     Y si una cosa podía asegurar era que su madre nunca se había realizado una operación, era malgastar dinero y ellos no lo hacían. Su madre era una mujer castaña de grandes ojos grises, con una piel blanca como la de sus hijas, una dentadura perfecta, era guapa.

      -Sí, todas lucen muy bellas. Pero los West nos están esperando, así que vamos- se apresura a decir Jack.

     Mencionando a Jack. El pobre estaba muy dolido con eso de que Liliana había llegado a casa y no había ido directo a saludarlo. Pero después de que sus hijos y esposa le explicarán que no era culpa de Lily quien se disculpo cincuenta veces, el hombre entendió y saludo a su hijastra con un abrazo paterno.

     Eso le recordaba que esa misma tarde mientras se despojaba de sus prendas le daba la impresión de que alguien más la observaba. Pero al ver por el balcón de la casa de al frente, no había nadie, solo las cortinas empujadas por el viento.

     Todos asintieron ante el comentario de Jack.

     Mientras su madre le pasaba cerrojo a la puerta de la casa, ella miro las casas a su alrededor y en una gris estaba una chica sentada en el pórtico. Era rubia, la acosaba con la mirada y le sonreía. Una Lily muy incómoda miro sus pies para evitar la mirada de la mujer.

     Sólo cruzaron la calle. No podía creer que iban a la casa donde se sentía acosada desde que llegó. La casa era muy linda. Una casa gris con un rejado negro, tenía un solo balcón y era sobre la entrada de la casa, y daba justo a la habitación de Liliana, tenía un jardín delantero perfectamente podado y un árbol en el, junto a este el garaje doble de la casa donde había un convertible rojo último modelo rojo estacionado, y un Audi última generación a su lado, para entrar a la casa pasaron por el garaje y caminaron por el sendero de concretó que a su alrededor tenía unos arbustos pequeños.

     Su madre fue quien toco la puerta francesa negra de la casa. De ella salió una señora contemporánea con su madre, era igual de guapa. Pero era rubia con unos hermosos ojos azules.

      Las mujeres se saludaron un abrazo y una beso en la mejilla. Y la mujer hizo lo mismo con todos en la familia. Pero a sus sobrinas le había dicho algo al oído.

     -¡Oh, por Dios!- exclamó la dulce voz de la mujer -Debes ser la hija menor de Melany. Eres la réplica de tú padre- el corazón de Lily se aceleró, no podía creer que la mujer conociera a su padre.

Never Again [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora