El cuerpo de Jungkook estaba ardiendo de fiebre, en un principio me asusté al encontrarlo en ese estado, tenía intenciones de hablar con él acerca de lo que paso con JiHyun no quería que se sítiese culpable de nada, pero al entrar a su habitación le encontré con su respiración acelerada su cuerpo estaba completamente rojo.
-Ukki fue un niño malo, Appi le dijo que no se levantase de la cama.- le había dicho que no se moviera de la cama pero como era un testarudo no me hizo caso y ahora estábamos los dos en esta situación, con mucho cuidado comencé a levantar su camiseta.
-J-jimin...- su voz se oía sensible algo que consiguió que mi rostro se sonrojase; había llamado a Jin apenas encontré a Jungkook en ese estado, quien me especifico que ya sabía que aquello ocurriría, de seguro Jungkook no bebió nada para prevenir un posible resfriado; al instante que me menciono aquello llame a Hoseok el cual por suerte se llevó a JiHyun, no hubiese podido cuidar a Jungkook si mi niño estuviese aquí, de seguro querría cuidar de él y sería aún peor exponerle de esa manera.
-Shh, Ukki tiene mucha fiebre, Appi lo cuidará así que tranquilo.- murmure, una vez que saque su camiseta me sorprendí al sentir los brazos de Jungkook rodear mi cintura, mi garganta se secó al sentir la calidez de su cuerpo.
-Appi tiene ojitos lindos....- una boba sonrisa se formó en mis labios al oír aquel murmullo por parte de Jungkook, con cuidado lo aleje de mí dejándole nuevamente recostado con su torso al descubierto.
-Mh, con que ojos lindos, eh.- dije para mí mismo mientras tomaba un paño húmedo pasándolo por su cuerpo, un pequeño suspiro se escapó de sus labios consiguiendo que mi cuerpo se tensase, su cuerpo aunque era delgado tenía algunas parte bien definidas; mis ojos se abrieron de sorpresa al ver cómo le tocaba con tanta ligereza, por un momento me sentí perdido entre su cuerpo y los pequeños suspiros de sus labios, Jungkook era realmente hermoso, gire mi rostro de inmediato al darme cuenta de lo que estaba pensando.
-Q-quiero helado de chocolate...- su susurro me trajo a la realidad, consiguiendo que una sonrisa nerviosa se formase en mis labios; volví a mojar el paño dejándolo esta vez en su cuello mientras iba en busca de una camiseta más holgada.
-¿Jungkook donde tienes las camisetas?- le pregunte aun sabiendo que no me respondería.
-Se está cocinando.- su respuesta causo gracia y a la vez ternura más aun cuando su cuerpo se removía levemente murmurando cosas que no alcanza a entender, una vez que las encontré me acerque nuevamente a él con mucho cuidado lo levante apoyándolo cerca de mi cuerpo para poder ponerle su camiseta; las manos de Jungkook acariciaron mi mejilla me sorprendí al sentir como jugaba con mis mejillas.
-M-muy lindo.- susurro Jungkook.
-¿Qué es muy lindo?- no pude evitar sonreír al ver a Jungkook en ese estado tan adorable.
-Appi es muy lindo, t-tiene ojitos adorables...- mi rostro se sonrojo al oír aquello intente moverme pero las manos de Jungkook seguían sobre mis mejillas amasándolas sin ningún tipo de cuidado, su cuerpo estaba tan caliente que podía sentir como mi cuerpo se iba envolviendo por aquel sofocante y cautivador calor.
Mis ojos se abrieron de sorpresa debido a lo cerca que estábamos, sentí como mi garganta se secaba al ver como Jungkook me sonreía, su rostro se veía agotado un tanto perdido por la situación, de un momento a otro su rostro siguió acercándose al mío dejándome completamente anonadado, mi respiración se detuvo por un instante al sentir los pequeños labios de Jungkook rozar los míos, fue tan solo un instante pero aquello consiguió que un extraño cosquilleo atacara todo mi cuerpo; me sentí un tanto perdido más cuando Jungkook cayo nuevamente en la cama con sus pequeños ojos cerrados como si nada hubiese ocurrido.
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NUESTRO DULCE ÁNGEL
FanfictionUna vida alocada le pasó la cuenta, ser padre soltero es algo que debe afrontar día a día. "-¡Basta! Me advirtieron de esto, es un demonio..." Allí renacía su problema, su pequeño revoltoso ahuyentando a cuanta niñera llegaba. ¿Qué hacer cuando nadi...