NUESTRO DULCE ÁNGEL

CAPÍTULO 31

-Yoongi... creo que estoy enamorado.- confesé, la mirada de Yoongi se posó en mí haciéndome sentir nervioso, sus ojos eran intensos como si analizase detalladamente lo que acababa de confesar.

-¿Crees que estás enamorado?- preguntó alzando una ceja, suspiré negando con mi cabeza.

-Estoy enamorado de Jungkook.- confesé de manera seria. Sentí mi corazón brincar con mayor intensidad dentro de mi pecho, mis manos comenzaron a sudar debido a la ansiedad. Una vez que dije aquello pude apreciar una sincera sonrisa por parte de Yoongi. Quitó su mirada de mis ojos dejándola puesta en el techo de mi casa, nos mantuvimos un largo rato en silencio asimilando lo que acababa de decir.

-Ya lo sabía, lo supe desde que hablamos por Skype la última vez. Te conozco mejor que nadie y estoy seguro que Hoseok también se dio cuenta, lo que me extraña es que te demorases tanto en entenderlo.- suspiré al oírle, no sé porque no me sorprendía aquella respuesta; estaba más que seguro que todos se dieron cuenta antes de que yo lo hiciese. Tal vez era consciente de lo que sentía por Jungkook pero no quería admitirlo, pero ya no podía seguir negándolo.

-Por alguna extraña razón estaba esperando esa respuesta de ti.- murmuré. Yoongi giró su rostro observándome, como odiaba cuando me analizaba de aquella manera.

-Algo está mal aquí. ¿Por qué no se lo has dicho a Jungkook?- su voz sonó calmada como tratando de tranquilizarme. Aparté nuestra mirada recostándome de la misma manera en la que él lo estaba. Mordí mi labio nervioso.

-No he hablado con nadie de esto, cuando estuve con Eun las cosas....-

-No te atrevas a nombrar a esa perra frente a mí.- la rabiosa voz de Yoongi me hizo sonreír, negué con mi cabeza suspirando, aquello debería molestarme más a mí, pero él seguía siendo quien sentía más odio por lo sucedido.

-Estar con Jungkook es distinto, nunca me había sentido así. Él es alguien tan bueno, inclusive demasiado bueno para esta sociedad de mierda que nos rodea. Sus padres le trataron como la mierda y él seguía llorando por tener que perderles, él les dijo que les perdonaría...- podía sentir la mirada de Yoongi puesta en mí.

-¿Ha dónde quieres llegar con eso, Jimin?- suspiré al oír su voz.

-Cuando me enteré que iba a ser padre me sentí tan confundido, por un momento me cuestione toda mi vida, me sentí mal por mi hijo, porque tenía la certeza de que no sería un buen padre, pero siempre estuvieron ustedes, Hoseok y tú son todo lo que tuve en ese entonces, les debo tanto, sé que nunca seré capaz de devolver todo lo que hicieron y siguen haciendo por mí.-

-Park cállate.- la voz de Yoongi sonaba distinta, esta vez era firme pero podía oír ese deje de preocupación. Le miré fijamente para luego sonreírle.

-Cuando mis padres me dieron la espalda sentí como si un cubo de agua fría se derramo por todo mí cuerpo, recién en ese entonces me di cuenta de lo que pasaba. A medida que el tiempo pasó mi cuerpo comenzó a sentir cosas que nunca creí, aún recuerdo cuanto lloré la vez que me enteré que sería un niño, pero sabes algo ella no lloró, a ella no le importo. Siempre pensé que eso era normal, viví engañado por mucho tiempo. Cuando ella se fue creí que el amor de mi vida me había dejado, que idiotez ¿verdad?- vi los labios de Yoongi moverse, iba a hablar pero alce mi mano para que se callase.

-Cuando conocí a Jungkook todo comenzó desde cero, fue como si volviese a nacer. Los sentimientos que siento por él son genuinos, cada te quiero o caricia que le doy hacen que mi cuerpo entero se estremezca. Yoongi, desde que conocí a Jungkook me di cuenta que nunca estuve enamorado de ella, me di cuenta que solo fue una ilusión, solo me hice creer que la amaba pero nunca fue así...-