Un despertar a su lado es equivalente a noches con estrellas fugaces, tan especiales y a la vez tan profundas y únicas. Dejándote atrapar en el sentimiento de amor que te rodea. Jungkook es capaz de brillar dentro de mi corazón mucho más fuerte que cualquier cometa en el cielo, sus ojos son capaces de abrir las puertas de mi alma y envolverme en un sentimiento de armonía y tranquilidad...
-Mh...- su cuerpo se removió, sonreí mientras le acercaba, acunándolo junto a mí. Acaricie su cabello de manera lenta tarareando una relajante canción para que siguiese durmiendo. Aún era demasiado temprano, quería seguir admirando su dormir.
-Duerme mi vida.- murmuré cerca de su oído dejando un pequeño beso en su coronilla. Los sucesos del día anterior habían sido angustiantes y la vez armoniosos. Un sinfín de sentimientos recorrieron mi ser, la desesperación y el miedo de perder a JiHyun fue equivalente a perder un pedazo de mí, nunca había sentido tanto dolor y pánico, mi niño lo es todo para mí. Luego la confesión de Jungkook, nunca esperé que terminase siendo él quien dijese aquello que tanto anhelaba decirle, mi cuerpo exploto, sentí que mi corazón iba a salir de mi pecho; la felicidad era tanta que mi por un momento el dolor de pensar que también pude perderle me atacó.
El amor es un arma de doble filo, puede elevarte a un mundo completamente nuevo, donde tu cuerpo se regodea con sentimientos de felicidad y cariño, pero por otro lado ese mismo sentimiento puede destruirte por completo si llegas a perder aquello que tanto amas, y eso sentí yo. Ese sentimiento de perder una extremidad de la manera más cruel me atacó al pensar que podría perder a mis dos angelitos.
Pero aquello quedó en el pasado, porque no importa de quien se trate, jamás cometeré aquel nefasto error de perderles o dejarles ir, ellos son parte de mí, son lo que mantiene mi corazón palpitando con fuerza y no tengo intenciones de que aquello cambie. Ambos son mi vida.
-Buenos días Ukki.- susurré al ver como sus orbes comenzaban a abrirse de manera lenta, dejándome ver aquellos profundos ojos. Una hermosa sonrisa se formó en su rostro al verme, sus manos se alzaron acariciando mi mejilla, su tacto se sentía tan suave y cálido que mi rostro se inclinó refregando mi mejilla contra sus manos como si de un gatito se tratase.
-Buenos días Appi.- su somnolienta voz consiguió que mi corazón se acelerase de manera intensa, sin poder evitarlo me acerqué a su rostro besando sus labios suavemente tomando por sorpresa a Jungkook. Sus labios comenzaron a corresponder mi beso dejando que sus manos se perdieran entre mis cabellos. Nos fuimos separando de manera lenta sonriéndonos, deje castos besos en sus labios consiguiendo una tímida risa de su parte.
Me había vuelto adicto a estas mañanas a su lado, ya no podía ser capaz de despertar sin tenerle en mis brazos. Los días en Japón habían sido la peor tortura a la que me sometí, las pocas horas que fui capaz de dormir se sentían vacías al no tenerles junto a mí. Cada vez se hacía más difícil tener que separarme de ambos, ya no podía hacerlo. No podía dejar a mi familia.
-E-es lindo despertar junto a ti.- murmuró tímidamente. Asentí con mi cabeza ocultando mi rostro en la curvatura de su cuello, abrazándole con mayor fuerza. Su cuerpo era acogedor y amaba impregnarme con ese delicado aroma a chocolate blanco.
-Te amo.- susurré dejando un pequeño beso en su cuello, un suspiro se escapó de los labios de Jungkook. Sus manos comenzaron a moverse manera torpe por mi cabello, juraría que su rostro ya debía estar de todos colores.
-Lo amo Appi.- la timidez en su voz derritió mi corazón. Moví mi nariz por su cuello inspirando profundamente, consiguiendo que la piel de Jungkook se erizara. Sus manos siguieron moviéndose por mi cabello, acariciándolo de manera lenta.
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NUESTRO DULCE ÁNGEL
FanfictionUna vida alocada le pasó la cuenta, ser padre soltero es algo que debe afrontar día a día. "-¡Basta! Me advirtieron de esto, es un demonio..." Allí renacía su problema, su pequeño revoltoso ahuyentando a cuanta niñera llegaba. ¿Qué hacer cuando nadi...